-Me rompiste el corazón.
-Creo que no hay nada de lo que me arrepienta más que eso.
Y quizá, si hubiese estado sólo un poco menos enamorado, nada de lo que sucedió después les habría dolido tanto.
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Come back to me — Kim Namjoon (RM)
129 días antes de. San Francisco, California.
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Tapion recordaba con una claridad aterradora, los primeros días del romance que marcó su vida para siempre. La historia que dió a su mundo sentido y felicidad.
Shin Hendren enamorado era realmente único.
Después de escucharlo decir que se negaba a darle más tutorías porque literalmente le gustaba y eso debía estar mal, Tapion no estuvo seguro de cómo reaccionar. Entre sorprendido, un poco confundido: tenía claro desde algún tiempo antes que no le interesaban demasiado las chicas, algo socialmente reprochable, que su familia nunca sería capaz de aceptar. Por eso lo mantenía en secreto de todos y si bien era posible, nunca imaginó encontrar otra persona como él.
Alguien que fuera capaz de expresarlo en voz alta con un desconocido.
Sí, eran algo desconocidos en ese entonces, y si bien Shin había sido valiente al confesar esos sentimientos también un poco estúpido. De ser otra persona, una más cerrada, lo más seguro es que hubiera recibido burlas, amenazas o insultos. Tal vez una paliza, eso no lo sabía.
El mundo tiende a satanizar lo que no conoce, la historia tiene buenas pruebas de ello.
¿Amar era un pecado? Al parecer, sí.
A pesar de ello, Tapion siguió frecuentándolo en el colegio. Negándose a dejar dichas tutorías pues también las necesitaba, Shin era bueno haciéndolo concentrarse, explicaba mejor algunas cosas y gracias a esas clases había pasado varios exámenes.
Mirarlo era su pasatiempo favorito.
Los dos se ponían bastante nerviosos, sobre todo Shin pues Tapion a veces era descarado como si estuviera coqueteando con él y oh, no sabía cómo actuar frente a eso. Sucesos como una vez cuando el chico pelirrojo se acercó a buscarlo en el pasillo y Shin trató de apoyarse en algo para parecer despreocupado... haciéndolo en un bote de basura cuya tapa podía voltearse.
