Pov Bill
Cuando pensé que nada más podía arruinar mi vida, nada más podría golpear más mi corazón, pero, estuve completamente equivocado. Desde aquella noche de la discoteca, mi relación con Tom se fue en pique, la razón era muy simple, yo. No era capaz de pedir su ayuda, ni a él ni a nadie, no entendía por qué. Solo sabía que la culpa me inundaba día tras día, más aún cuando mi raciocinio decidió abandonar mi mente, era como si cada momento con David mi mente dejará de existir, me había acostumbrado a sus actos infames.
¿Cuánto tiempo había pasado ya? ¿Semanas? ¿Meses?
Sí, hace un mes y medio recuerdo cual había sido su "sorpresa" para mí.
El lunes que habíamos vuelto a trabajar me llamó para encontrarnos en la noche en el hotel. Tom fue a dejarme como había dicho, aunque no dijo absolutamente una palabra en el camino. Cuando llegué a la habitación, David me tomo de la mano y me llevó hasta el estacionamiento, al parecer iríamos a otro lado así que, esa noche debía de volver sí o sí temprano a casa si no, Tom iría hasta la habitación y no me encontraría ahí.
Ahora que lo pienso, debí haberle avisado que me iría a otro lugar, tal vez debí de enviarle la dirección y que me recogiera ... Pero no lo hice.
El lugar al que me llevó David era un hotel mucho más grande y lujoso que el anterior y sobre todo mucho más exclusivo. Una pelirroja que vestía un traje negro del hotel nos llevó a una parte alejada del hotel, donde las habitaciones llevaban nombres de "ocupado" o "disponible".
Entramos a uno que estaba disponible, dentro la habitación era oscura, las paredes estaban pintadas de un rojo vino, la cama era gigantesca con unos barrotes en cada punta y la pared que daba frente a la cama un gran espejo lo adornaba. Recuerdo haber sentido un muy mal presentimiento de lo que iba a pasar esa noche así que, apresuradamente le pedí a David que me diera la coca, si iba a seguir haciendo este tipo de cosas asquerosas prefería mil veces que la droga consumiera todos mis sentidos para no recordar nada de lo que sucediera en esa habitación.
"No Billy, quiero que estés sobrio para que recuerdes esta noche especial" esa frase fue acompañada por su asquerosa sonrisa sádica.
Hizo que me desnudara y me arrodillara en el centro de la cama, mientras que él solo me observaba con cierta distancia, mis manos me sudaban de los nervios hasta que lo escuché decir un "pasa" y de la puerta que pensé yo, era el baño, salió la última persona que hubiera querido ver nunca.
Bushido, vestía únicamente su bóxer donde una gran erección se le marcaba.
David me miró de forma amenazadora pero no me importó nada, me levanté de la cama, cogí mis cosas e intenté ir hacia la puerta, sin embargo, la mano de David alcanzó mi cabello y tiro de él fuerte, haciéndome chillar y botar mis cosas.
"Mira precioso, no hagas las cosas más difíciles"
Me susurraba en mi oído mientras me llevaba de vuelta a la cama, no quería, estaba muy equivocado si pensaba que iba a dejar que ese maldito asqueroso me metiera la polla. Luche contra él, rasguñé, golpee y patee todo lo que pude, en cambio, su pesada mano comenzó a chocar contra mi rostro y costillas. Sus golpes estaban a punto de noquearme por completo, sentía mi labio partido y la sangre salir de mi nariz.
Escuché a Bushido pedir que se detenga, pues quería hacerlo conmigo consciente, se acercó a nosotros, tomó mis muñecas y las esposo a los barrotes de la cama. Una vez esposado, David se levantó de encima mío, no sin antes decirme en voz baja que había recibido una buena cantidad de dinero por esta sesión y que no lo arruinara. Bushido tomó su lugar encima mío, lo miré y lo único que se me ocurrió fue rogar, rogarle que por favor no lo hiciera, pero, lo único que dijo antes de comenzar a violarme fue: "así, llora. Siempre me imaginé este momento de esta manera".
En ese momento, en el que la cama se movía en un brusco vaivén, los gemidos de Bushido hacían eco en mi rostro y David se masturbaba frente nosotros ...
En ese momento, mi mente se desconectó por completo.
Ni siquiera salían más lágrimas, la sangre seca en mi rostro adornaba mi mirada vacía, solo pude enfocar mi atención en la puerta y desear con todas mis fuerzas salir lo más pronto posible para ir a casa con Tom. Me ducharía y me escabulliría en su habitación, subiría lentamente a su cama y me acostaría a su lado, cuando se diera cuenta de mi presencia, sus fuertes brazos me acurrucarían en su pecho y un suave beso en mi frente calmaría mi corazón.
Pero eso no sucedió, después de que Bushido eyaculara 3 veces dentro de mí, fue el turno de David y luego fueron los dos. Sentir como penetraban mi ano y mi boca al mismo tiempo hizo que deseara morir en ese mismo instante, realmente pensé que moriría, no podía respirar y mi entrada chorreaba sangre.
Sí no me moría desangrado tal vez moriría lentamente por una ETS. Pensé en eso, en cada posibilidad de mi pronta muerte hasta que estás personas se cansarán de usarme.
Creí que se cansarían pronto pero no, al final llegué al siguiente día al departamento a las 10 de la mañana, golpeado, lleno de moretones y con el labio roto, ni siquiera me tomé el tiempo de limpiar la sangre de mi rostro, solo llegué y lo primero que me encontré fue con un Tom histérico que Gustav y Georg trataban de calmar. La mirada de los tres fue un total poema, todos corrieron hacia mí, pero solo Tom me tomó de los brazos.
"Otra vez Bill?" Me gritaba, totalmente molesto, los G's solo miraban confundidos la situación, el cómo Tom me reclamaba por qué permitía que me hiciera algo como eso, qué cuánto tiempo más, que ya no lo soportaba.
Yo me quedé callado pensando en, ¿Por qué permitía que me hicieran eso? ¿Por qué era tan débil? ¿Por qué no podía defenderme?
Pensé que tal vez ese era un buen momento para pedirle ayuda, pero, ahí bajo la mirada de esos tres chicos que eran mi familia, sentí miedo.
Miedo de que no me creyeran, miedo de que me juzgaran, miedo de que me culparan ...
Después de todo siempre mi personalidad fue muy coqueta, extrovertida, sabía que la gente me deseaba y a mí me gustaba resaltar de más...
Tal vez fui yo mismo el que provocó todo esto, no importaba que David me haya encontrado ese día, quizá tarde o temprano alguien me hubiera hecho lo mismo, porque yo me lo buscaba sin querer, fue mi descuido, mi culpa por no tener cuidado, por no ser más sencillo, por ser como soy...
Al final no dije nada, como siempre, está vez Tom sin saber que más hacer me quitó el habla y fingió que no existía más. Los G's me dieron una charla sobre lo mucho que me aprecian y que les duele profundamente verme de esa manera, que no se me olvide que en ellos también puedo confiar ciegamente.
Pero yo ya no sentía nada, no podía sentir absolutamente nada, ni siquiera el pasar de los días, todo se sentía tan externo y lejano, como si estuviera en un sueño que solo la muerte podía hacerme despertar.
Desde ese día, las situaciones grotescas solo seguían escalando.
El nuevo hotel lujoso al que me había llevado David era un hotel para swingers y después de Bushido solo hubieron muchos encuentros más con más personas que, para mí mala suerte pero buena suerte de la banda, eran magnates del entretenimiento, cada uno de ellos hicieron que Tokio Hotel escalara cada vez más alto, viajamos por primera vez a Estados Unidos para dar una pequeña gira y ganamos cada premio de cada categoría en la que participábamos, incluso visitamos México, ganando en todas las categorías de MTV music.
Después de cada evento, la fiesta para mí era una visita a ese hotel con cada uno de los responsables de esos premios.
Viejos que utilizaban viagra para durar horas follandome, eyaculaban y tiraban dinero y joyas en mi rostro como si fuera una puta. Estaba cansado, David nos explotaba a todos como a banda y a mí me explotaba adicional en la cama.
Comencé a consumir cocaína, éxtasis y marihuana con regularidad.
La marihuana mezclada con la coca me mantenía despierto pero relajado en el trabajo después de una noche en ese maldito hotel y el éxtasis antes de cada sesión de sexo hacía que mi mente borrará más fácil y rápido cada caricia en mi cuerpo. Hasta que un día me dio una pálida que por fin pensé que acabaría con mi sufrimiento, pero, al contrario, lo maximizo.
Fue Tom el que me encontró así, me llevó al hospital y una vez que me había estabilizado, me rogó llorando que me detuviera, que no importaba que no quisiera contarle nada que él se haría cargo de cuidarme siempre pero que no soportaba la idea de perderme.
Yo, que me encontraba tan desligado de la realidad no entendía por qué me decía qué me amaba, que me amaba de verdad, más allá de la hermandad. No lo entendía, solo pensaba que era muy tarde para mí. Ya no había nada que me pudiera sacar de este infierno.
Entonces, Tom se fue, de la casa, de la banda, de mi vida...
No supe de él por lo menos en dos semanas, el único que sabía algo era David, quien nos dio tiempo para que las cosas se calmaran. No salí de su habitación por todo ese tiempo, su partida había destruido mi corazón, su ausencia me hacían sentir lo sucio y solo que estaba, no podía entender la razón de su partida, trataba de recordar lo que había pasado en el hospital, pero todo parecía un sueño, no sabía distinguir lo que había pasado o no.
Una de las noches en las que me acurruqué en su cama, encontré una hoja de cuaderno suelta, con escritos que al parecer eran la letra de una canción.
Leí uno de los párrafos que decía:
"Acércate a mí, cuando el mundo corte tu alma en pedazos y comiences a sangrar.
Cuando no puedas respirar, yo estaré ahí, acércate a mí."
Mi corazón me dolía, respirar mi dolía, mi cuerpo no paraba de temblar.
¿Qué había hecho? ¿Cómo pude haber alejado a mi propio hermano de esa manera?
Él era mi otra mitad. ¿Cómo pude dejar que se marchara?
La siguiente noche, tendría otro encuentro en el hotel y sería el último.
Así que, aquí estaba. Caminando hacia el apartado de ese hotel con un arma de electrochoques en mi bolsillo y el número de la policía como llamada rápida en mi celular. Estoy completamente dispuesto a terminar esto hoy y poder recuperar a Tom.
Tomé varias respiraciones antes de entrar a la habitación sin saber lo que me esperaba.
David no estaba solo, había como 5 hombres más sin contarlo a él, Benjamín.
--Llegó el postre! -- David se acercó a mí con los brazos abiertos, me sentía desconcertado pero rápido saqué el electrochoque apuntando hacia él.
---No te atrevas a tocarme maldito cerdo!! ---le grité, mi cuerpo temblaba del miedo.
David solo se burló y se acercó a mí nuevamente.
Dispuesto a darle la mayor descarga de energía presione el aparato, pero unas manos me agarraron de los brazos aprisionándome.
--Vaya, la perrita se puso fiera-- escupió para todos que rieron junto con él.
Sentí una lengua pasarse por mi cuello hasta mi oído y me susurró.
--Esta noche será muy divertida precioso-- era la voz de Bushido.
Intenté zafarme de su agarre, comencé a patalear para que me soltase, pero David me cruzo la cara de una cachetada.
--Compórtate perra, que todos estos hombres han venido a probarte--
Lo miré fijamente, con odio.
Sus manos comenzaron a desvestirme y yo volví a pelear, pero era jodidamente inútil, a cada pataleada que daba David me lo regresaba con más fuerza, hasta que comencé a sangrar. Entonces, la mayoría de esos hombres comenzaron a masturbarse frente a la escena, provocándome náuseas.
Una vez desnudo, David se acercó con una cuerda hacia mí.
--Sabes Bill, pensaba ser bueno contigo y dejar que tomes a esos hombres uno por uno, pero, al ver que estás hecho el rebelde, veremos cómo sigues después de que todos esos hombres te tomen al mismo tiempo.
---No David, no, no, no. Por favor te lo ruego David, no. --comencé a llorar desconsoladamente.
La soga pellizcaba mi piel y me inmovilizaba por completo, atado de pies y manos en posición de cuatro, mi entrada estaba a disposición de todos.
Una mordaza fue puesta en mi boca solo para callar mis súplicas.
--¡Bien, caballeros!! ¡Disfrútenlo! -- la voz de David fue la luz verde para todos esos hombres.
Se acercaron a mi comenzaron a tocarme por todas partes, sentía sus manos y lenguas en todo mi cuerpo, especialmente en mi ano.
El cual era lamido por cada uno de ellos o a veces al mismo tiempo, hasta que uno de ellos decidió que era momento de meter su dedo y unos segundos después el dedo de cada uno presionó y presionó hasta entrar todos al mismo instante.
Podía sentirlo todo, el dolor, la angustia, el estrés...
--Como sé que te prende que te miren, Bill, tengo una sorpresa para ti.
La voz de David hizo que regresara a ver a la puerta que se abrió lentamente dejando ver a dos cuerpos conocidos. Georg y Gustav estaban atados de manos y calladas sus bocas con un pañuelo, vi como sus ojos se abrieron tanto de la impresión que parecía que se salían.
Gustav cerró los ojos de inmediato haciendo para atrás, mientras que Georg intentó con desesperación acercarse a mí para ayudar. Ambos fueron golpeados y obligados a ver cómo aquellos hombres hacían esa atrocidad conmigo.
Mamá, papá, Tom...
Dios ¿Por qué me has abandonado?
Es acaso este mi castigo, Dios, ¿por haberme enamorado de mi hermano?
Pues ya no me importa.
Sí esto es lo que merezco vivir, cuando muera estaré tranquilo en el infierno, sabiendo que el amor hacia mi gemelo fue mi cielo. Ahora no me arrepiento de haber amado a Tom con todo mi ser, ese sentimiento es mi salvación y mi luz en medio de esta oscuridad.
Porque tal vez, solo tal vez, si busco a Tom después de esto, él vuelva conmigo.
--Aquí está tu tercer espectador Billy, dale una cálida bienvenida-- David se acercó a mí y me quitó la mordaza.
Sentí como dos personas intentaban penetrarme al mismo tiempo y mi ano se desgarraba lentamente. Alcé mi mirada hacia la puerta otra vez y no pude más.
Tom se quedó frío en la puerta, sin poder reaccionar ante lo que sus ojos veían. Cuando dio unos pasos a mi dirección, su mirada y la mía se encontraron.
Me rompí. Comencé a llorar y moverme de forma desesperada.
-Tom, --dije lleno de lágrimas-- ayúdame por favor.
Vi como rápidamente se abalanzaba sobre David, moliéndolo a golpes, la sangre comenzaba a salpicar por todos lados, haciendo que esos viejos se alejaran uno a uno de mi cuerpo, asustados por la masacre que estaban presenciando.
Un golpe fuerte tumbó la puerta y varios militares armados entraron a la habitación, apuntando a cada persona. Uno de esos militares levantó a Tom de encima del cuerpo inconsciente de David, quien estaba irreconocible con toda esa sangre chorreando, no sabía si realmente seguía con vida.
Tom se acercó a mí, me desató y me tomo en sus brazos arrullándome como un bebé. Todas mis emociones bloqueadas comenzaron a fluir como el río, comencé a llorar tanto que me faltaba el aire, mi cuerpo temblaba y cabeza comenzaba a sentirse mareada.
--Perdón--lloriquee-- perdón Tommy.
--Porqué? ¿Por qué Bill?
Sabía a lo que se refería.
--David me amenazó con contarte mi secreto y yo ---casi no podía hablar por el llanto--- yo tuve mucho miedo de que me odiaras.
--Dime que era Bill, no hay nada en el mundo que haga que odie a mi propio hermano --me aseguró.
Ya no tenía más que perder, así que lo miré a los ojos y me llené de valor.
--Yo, estoy enamorado de ti Tom, te amo.
Sentí como sus brazos se aferraron más a mí, apretando mi piel. Una mueca se dibujó en sus labios y sentí lo peor.
--¿Lo dices de verdad, Bill?
Yo solo asentí, temeroso de que me apartará de sus brazos.
Pero su frente se pegó a la mía y cerca de mis labios me habló.
--Yo también siento lo mismo, corazón.
¿Acaso había escuchado bien? Un desborde de emoción hizo que mi corazón latiera con fuerza y las lágrimas se transformaran en lágrimas de felicidad.
--En serio? ¿De verdad? --pregunte para reafirmar.
Una sonrisa de su parte fue el toque final para que todo el dolor y el estrés saliera de mi cuerpo, haciéndome desmayar sin entender las últimas palabras que dijo Tom antes de darme un suave beso en los labios.
-- Aguantaste mucho Bill, es tu culpa que todo esto haya ido tan lejos.
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Perdón Tommy
FanfictionBill tiene un secreto que se llevaría a la muerte o eso era lo que pensaba.