Tempo 2 Chapter 9 Final

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Pov Tom

Bill se había desmayado en mis brazos, su rostro estaba pálido y círculos morados alrededor de sus ojos lo hacían ver como un adorable panda. Acaricié su linda piel incluido su labio roto por la fuerza que utilizó al intentar soportar el dolor sin éxito al parecer.

Lo besé antes de levantarme del suelo sosteniéndolo contra mi pecho, caminé a nuestra habitación y lo deposite en la cama en lo que yo iba por el kit de emergencia que teníamos en el baño, vi el desastre que había dejado en el mismo y como luego tendría que limpiar todo eso y también comprar otro espejo.

Me arrodillé en el suelo al lado de la cama donde Bill todavía se desangraba, rápidamente limpie la zona donde se había hecho el corte que, para mí suerte no había sido profundo así que no había necesidad de llevarlo al hospital. Vendé su muñeca y partes de su brazo en donde se había lastimado.

Cuando acabe mis manos estaban estúpidamente ensangrentadas, las observé por un momento antes de cerrar los ojos y llevármelas al rostro, manchando mi piel con la sangre de Bill. Me monte encima de su cuerpo inerte sentándome a ahorcadas en sus muslos, toque su piel porcelana que se teñía del rojo que pintaban mis manos.

Lo besé, su cien, sus ojos, sus mejillas pálidas, sus labios partidos, su cuello frágil, lo besé con muchas ganas y delicadeza a la vez.

Tomé su muñeca vendada y aplasté la herida tan fuerte hasta que la venda se volvió a manchar de sangre, un gemido lastimero acompañado de una mueca de dolor se dibujó en el rostro de Bill.

--Te duele cariño? --dije besando su muñeca.

Me recosté sobre su pecho inhalando su aroma y sintiendo mi polla endurecerse, me reí bajo por tener aquella reacción tan inmoral.

--A mi también me duele Bill -- susurré contra sus labios.

Alcé su camiseta hasta sacarla por su cabeza y comencé a besar su torso lechoso y frío. Mis manos recorrían sus piernas y sus muslos mientras me restregaba contra su sexo que naturalmente se endurecía contra el mío.

Me aparté un poco para quitarle su bóxer y comenzar a besar su pelvis, su miembro y su apretado agujero rosa que tanto me gustaba. Mi erección dolía terrible así que me erguí arrodillándome frente a Bill, me quedé mirando su entrada y mi punta chorreante mojarla, mordí mi labio inferior y junté sus piernas para llevarlas a uno de mis hombros, entre sus muslos deslicé mi polla y comencé a dar rápidas estocadas.

Sus muslos se sentían tan suaves casi como su propio interior, mi pene rozaba el suyo creando una fricción que me estaba llevando demasiado rápido al orgasmo, acaricie sus pantorrillas y sus delicados pies mientras dejaba salir todo mi semen caliente sobre él. Solté sus piernas y las baje con cuidado dejándolas abiertas sobre la cama, tomé su polla y comencé a masturbarlo, su rostro seguía inconsciente al igual que su cuerpo que no reaccionaba a mis caricias retorciéndose o gimiendo, solo de forma natural por estar tocándolo terminó eyaculando.

Con mi dedo anular mezclé nuestro semen que yacía sobre su vientre y me acosté a su lado descansando mi cabeza sobre su pecho plano.

--Lo siento Bill --hablé mientras me abrazaba a él -- Lo siento, por favor no te vayas, no me dejes nunca por favor, no te vayas cariño.

Mis lágrimas cayeron sobre su pecho haciéndolo mojado y resbaladizo, cerré mis ojos, nos tapé con la sábana blanca de nuestra cama e intenté dormir un rato.

Mientras dormitaba podía escuchar los débiles latidos de Bill unirse en una suave balada junto a los míos que resonaban por toda la habitación. Una hora después me levanté para ir a llenar la bañera, una vez lista tomé a Bill en brazos y lo llevé hasta la tina, nos metí juntos en el agua caliente y lave su cuerpo con cuidado, repasé con espuma las marcas que Bill se dejaba cada vez que se duchaba, tal vez él no sabia que yo me daba cuenta de la fuerza tan absurda que utilizaba para limpiarse a sí mismo.

Perdón TommyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora