Capitulo 7

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  Warning!!!
El siguiente capítulo contiene consumo de drogas de forma poco convencional y sin consentimiento, si eres sensible a estos temas, mejor saltarte el capítulo.

Pov Bill

¿Cómo llegué a esto? ¿Cómo mierda terminé en esta situación? Si tan solo no me hubiera enamorado de Tom, tal vez las cosas serían distintas…

-Te explicaré lo que tenemos para ti, mi vida- David besó mejilla mientras Benjamín se acercaba.

-Esto de aquí –señaló el frasco oscuro – se llama Popper, solo se debe inhalar y eso provoca que tus músculos se relajen, especialmente el de tu ano.

Pasé saliva.

-Las jeringas son Slam—acercó una a mi rostro, haciendo que mi sangre se helara—estás se utilizan mientras follas, para que tú placer se incremente y la duración se extienda.

-Por último, éste ya lo conoces Billy—tomo con su dedo uno de los cuadritos y lo acercó a mí—ácidos (LSD).

Benjamín se alejó con la bandeja, la cual la dejó sobre la mesa de noche cerca de la cama y se sentó en una butaca, observándome.

-Abre tu boquita preciosa Bill.
Apreté mis labios lo más fuerte que pude, moviendo mi cuerpo bruscamente para que David me soltara, pero, el imbécil me sostenía con demasiada fuerza, lastimándome.

Sentí sus dedos presionar contra mi boca una y otra vez.

-Hay varias formas de consumir ácidos Billy—me susurró – Benjamín, ayúdame.

Benjamín camino hacia nosotros hasta quedar frente mío, sus manos callosas tomaron mi rostro de forma delicada, casi como si el mínimo movimiento me fuera a romper.

Pensé que intentaría abrir mi boca, pero, sus manos se dirigieron a mi ojo derecho abriéndolo más de lo necesario, mi corazón se disparó.

El dedo de David tocó la parte blanca de mi ojo y enseguida Benjamín lo cerro con fuerza para que no lo abriera.

Grité, tan fuerte que sentí como mi garganta casi se desgarra. Sentía que mi ojo se derretía en su propia cuenca, lágrimas rodaban de mis ojos, pero, Benjamín no me dejó de presionar.
De repente la mano de David tapo mi boca, impidiendo que pudiera gritar, jadear y respirar por ella. Un olor a alcohol industrial mezclado con alguna fruta inundó mis fosas nasales, lo aspiré fuerte al necesitar respirar.

Pasaron como 10 segundos cuando los brazos de David me soltaron, caí al piso cubriendo mis ojos llorosos. Nunca me había metido otra droga que no fuera marihuana, me asustaba de sobremanera los efectos de las otras drogas, solo Tom y los G’s habían probado otras cosas, yo me había negado como un gallina y ahora me arrepentía.

¿Qué provocaría esto en mi cuerpo?
Abrí mis ojos lentamente, pude ver a Benjamín sentado a lo lejos.
Mi cuerpo se estremeció, mis músculos se sintieron ligeros y suaves, casi podía jurar que mi ano palpitaba caliente, pero, a la misma vez mi cabeza dio un vuelco, los colores de la habitación se hicieron más brillantes y las cosas se hacían pequeñas, otras grandes y con manos.

Escuché a alguien llamar mi nombre, miré de donde provenía esa voz.

- ¿Tom? – mi hermano estaba parado cerca de mi… Desnudo ¿Por qué estaba desnudo?

- ¿Qué? -mi amado gemelo tenía una mueca de confusión.

Me levanté del piso y me acerqué hasta él, ¿cuándo Tom había crecido tanto? Casi me pasaba por una cabeza. Me pare enfrente de él y extendí mi mano para tocar suavemente su mejilla.

Me sonrió.

-Tom!!—me lancé a sus brazos sintiéndome aliviado—Tom yo, tenía mucho miedo.

Sus grandes manos me tomaron de la cintura pegando mi pelvis a la de él. Separé un poco mi rostro para poder mirarlo.

-Así que, todavía quieres follarte a tu hermano, eh, Billy.

Esas palabras me hicieron sonrojar.

-N-no, y-yo no. –tartamudeé sintiendo mi lengua algo seca.

-Sé tú asqueroso secreto Billy, quieres que tu hermano te llene de semen el culo.

Nunca había escuchado a Tom hablarme de esa manera, tan sucia…

- ¿T-te, te doy asco? —le pregunté avergonzado.

-Sí, eres un puto incestuoso asqueroso Bill—un fuerte dolor presionó mi pecho—por eso voy a follarte tan duro como me plazca.

Los labios de Tom chocaron con los míos en un beso húmedo y desenfrenado, me llevo un rato devolverle el beso, no me lo podía creer.

Tom, mi Tom. Había dicho que me follaria y ahora estaba besándome, ¿es que acaso el universo se había apiadado de mí?

Sus manos recorrían todo mi cuerpo con descaro, azotando mi culo de vez en cuando sacándome suaves gemidos de placer. Llevé mis manos a su cuello y giré mi cabeza para profundizar aún más el beso, sentía su lengua juguetear con la mía de forma tan obscena que enviaba reacciones directas a mi entrepierna ya despierta.

Mi cuerpo ardía de placer, estoy seguro de que si fuera una mujer mi vagina estuviera chorreando por toda la excitación que sentía en este momento. Tom separó nuestros labios, su pulgar pasó por mi labio inferior limpiando la saliva.

-Muéstrale a tu hermano lo que puedes hacer con esa boquita Bill—Tom se movió unos centímetros de mí.

Sabía lo que eso significa, sin romper el contacto visual baje lentamente hasta quedar frente a su polla erecta, arrodillado en el suelo.
Tomé su pene entre mis manos, mirando la cabeza rosada chorreando un líquido blanquecino, percibí un olor almizclado, la sentía palpitar en mi palma. Moví mi mano lentamente de arriba hacia abajo una y otra vez, escuchando los suspiros de Tom.

Abrí mi boca y metí la cabeza, saboreando con mi lengua todo el líquido preseminal que salía, tenía un sabor ácido y salado.

-Ahg Bill—Tom gimió.

Me animé a ir más allá tratando de relajar mi garganta para poder tomar hasta la última pulgada, traté de tomarme mi tiempo, pero, las manos Tom agarraron fuertemente mi cabello dejándome quieto. Solo para que sus caderas chocarán fuerte contra mi boca, una y otra y otra vez.

Sentí su polla llegar a lo más profundo de mi garganta, me estaba follando la boca como un maldito animal, haciendo de mi un desastre. Un desastre de mocos y lágrimas, la saliva que se escapaba de mi boca provocaba un sonido totalmente obsceno que inundaba el lugar junto con pequeños gemidos que se me escapaban y las maldiciones de Tom.

La sensación de falta de aire de alguna manera lograba excitarme, lleve mi mano al culo y comencé a masajear mi entrada, la cual palpitaba ansiosa por la polla de mi hermano, metí un dedo pero, se sentía tan suave que intente meter dos más.

Comencé a follarme con tres dedos mientras Tom me follaba la boca.

-Mierda Bill, eres una puta muy sucia—mi cuerpo estaba demasiado sensible, las palabras de Tom solo me calentaban más, una sensación extraña y placentera comenzó a formarse en mi vientre bajo, estaba a punto de tener un orgasmo.
Las caderas de Tom se movieron más rápido, tanto que casi sentí que me desgarraba las comisuras de la boca. Unos segundos después lo sentí temblar en mis labios, su polla se descargó a borbotones en mi boca, el sabor era salado y amargo. Me trague cada gota sin desperdiciar nada.

Me faltaba tan poco para llegar que seguí follandome a mí mismo, aunque Tom ya hubiera sacado su polla de mi boca, mis dedos en mi interior no se detuvieron.
-Saca tu sucia mano de ahí y párate – mi gemelo sonaba tan dominante, hacía que todo mi cuerpo vibrará de emoción.
Me levanté del suelo el cual comenzó a distorsionarse, remolinos de colores se formaban en el piso de la habitación, mareándome. Caminé en puntas con mucho cuidado para no caer en alguno de esos remolinos, me tiré a la cama, en la cual me hundí tanto que sentí que me iba a succionar a otra dimensión.

-Ven Billy, aquí- las manos ásperas de Tom alzaron mi rostro.

El olor a alcohol industrial con frutas volvió a inundar mi nariz, se sintió como un golpe fuerte a mi cerebro. Volví a hundir mi rostro en la suave cobija que ahora sentía que se pegaba a mi piel como chicle.

Las manos de Tom me agarraron de las caderas posicionándome a cuatro patas, sentí la punta de su polla rosar tentativamente mi entrada, con la poca fuerza que sentía moví mis caderas suplicando que me penetrara.

De una fuerte estocada mi gemelo se hundió en mí, tocado a la primera aquel punto dentro de mí que me hacía gritar de placer. Una, dos, tres, cuatro veces seguía golpeando y golpeando ese lugar.
Levanté mi rostro y vi que una mancha roja se teñía en la blanca seda donde estaba. Alcé mi mirada y un extraño monstruo azul que parecía casi como un elefante se masturbaba frente a nosotros.

Todo se sentía tan raro pero excitante, un fuerte pinchazo perforó mi muslo haciendo que gritara de dolor, el líquido ardía en mis venas y pronto hizo que las sensaciones de mi cuerpo se hicieran hipersensibles.

Podía jurar que sentía cada vena de la polla de Tom entrar y salir de mi culo y mi polla goteaba de placer, pero no eyaculaba. El placer era muy intenso, nunca pensé que podría sentirme así en mi vida y menos que el amor de mi vida me hiciera sentir de esta manera.

Sí, el placer se volvía placer porque lo estaba haciendo con Tom, con mi amado Tommy.

Pov David

El culo de Bill era una jodida belleza, había esperado tanto para poder tenerlo bajo mis brazos gimiendo como una puta.

Desde la primera vez que lo vi, me hechizo. Ese rostro tan angelical y esa personalidad fuerte, no importaba cuánto creciera, siempre lograba resaltar esa belleza pura e inocente de un niño con sus rasgos finos, me volvía loco.

Me da rabia admitirlo pero, estos momentos son gracias a él.

Perdón TommyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora