Espérame... (Donquixote Rosinante x Lectora)

🌾Mis motivos🌾

Por la mañana, desperté algo desorientada, no sabía dónde estaba. Empecé a mirar hacia todos lados, recordando que me había puesto a beber. Ahora que miraba mejor hacia todos lados, podía ver que la casa era de Sanji y Zoro.

- Has despertado compañera de Sake -Dijo Zoro riéndose un poco mientras Sanji lo seguía por atrás. Ambos se sentaron a mi lado, para verme.

- Creo que voy a vomitar... Qué dolor de cabeza. ¿No tienes más sake? Dicen que la resaca se pasa con más alcohol. -Dije eso con una leve sonrisa intentando ocultar el malestar que tenía por lo de Rosinante.

- No, más no. Mejor explica que te pasa. -Comentó Sanji negando con la cabeza, mientras iba hacia la cocina con barra americana que tenían en su casa. Cogió varios ingredientes de la cocina para empezar a hacer alguna cosa de desayunar.

- Bueno... Porqué son ustedes. Estaba con Rosinante a punto de... Ya saben qué y me dejó tirada en el sofá, sin más. -Dije eso alzando mis hombros, intentando quitarle importancia al asunto.

- ¿Has pensado que puede tener que ver con los años esclavizado? -Preguntó Sanji intentando excusar un poco al rubio mayor, pero yo hinché mis mejillas a modo de puchero.

- No me enfada no haberlo hecho. Me enfada que me haya dejado sola... En esa situación. Yo... Solo quería que el me explicara aquello que le preocupa o le hace tomar esa decisión. Que se hubiera sentado conmigo para tomarme de las manos y decirme qué es lo que le preocupa. Que le da miedo... -Sanji me miró asintiendo un poco, Zoro también lo entendía, ambos me dieron un abrazo como si quisieran protegerme de todo. Para después servir un desayuno super nutritivo.

Rosinante- ❤️

Era totalmente idiota. Al llegar a casa de mi hijo y nuero, solo me acosté sin decir nada. A la mañana siguiente sí que me levanté con un poco más de ánimos para poder contarles lo sucedido. Me senté en la barra de la cocina mirando a Law y Luffy, contándoles todo lo que había sucedido.

- Eso es todo... Yo me largué como un idiota. Porqué me moría de vergüenza por haber parado aquella situación. Pero tenía miedo. Miedo de hacerle daño, no la merezco, ella es perfecta. -Dije hacia ambos. Luffy bajó corriendo a ver qué tal estaba su hermana pero no abría la puerta.

Al abrir el con la llave que tenía de emergencias se dio cuenta de que ni siquiera había dormido en casa. ¿Donde mierda estaba? Luffy empezó a llamar a su Den den Mushi pero estaba apagado. La preocupación cada vez era más.

Escuché como Luffy bajaba corriendo a casa de Kid y Killer, al abrir el rubio con la máscara empezaron a conversar.

- Killer ¿Has visto a mi hermana? -Preguntó el preocupado, Kid al escuchar eso se asomó por un lado.

- Ayer vino totalmente borracha a preguntar si teníamos sake. Le dije que se fuera a su casa a descansar. -Dijo el pelirrojo, Luffy puso cara de espanto corriendo hacia nuestra casa.

- Mi hermana ni siquiera bebía en las fiestas! -Dijo Luffy, mientras que daba vueltas de un lado a otro. Estaba bastante preocupado y se podía ver en su rostro y también en su voz.

Pasaron las horas que no sabíamos dónde estaba hasta que finalmente sonó un Den den Mushi.

- ¿Quién es? - preguntó Luffy con toda la tranquilidad del mundo hasta que se acordó de que su hermana estaba en paradero desconocido.

- Luffy, soy Sanji. Tengo aquí a tu hermana. Ayer llegó borracha pero Zoro logró controlarla. Esta bien, no debes preocuparte.... Pero dile a Rosinante que es tonto. Que lo único que ella quería era tenerlo a su lado. -Dijo Sanji mientras se fumaba un cigarro de mentira debido al embarazo. Sí, Zoro le consiguió regaliz para chupar, esos eran sus cigarros de mentira.

- Menos mal que está bien. Dile que se ponga por favor necesito hablar con ella. -Dije eso mientras tomaba el den den mushi de las manos de Luffy.

- Lo siento, dice que ahora no quiere... Pero que ya cuando esté preparada te dirá algo. Es una cabezona, ten paciencia... -Dijo eso el rubio menor, colgando el den den mushi. Suspiré un poco, lo cierto es que sí que me sentía un completo idiota.

(T/N)🍯

Había notado durante aquella mañana que Sanji tenía muchos malestares con su vientre pero que no quería hacernos preocupar. Sin embargo, estábamos mirando un periódico con Zoro cuándo escuchamos un grito casi de película de terror.

Corrimos hacia la cocina, encontrándonos a Sanji con un charco bajo sus piernas, había roto aguas. Zoro se puso muy nervioso, tanto que no daba pie con bola. Corrí hacia su cuarto cargando la bolsa que habían preparado para el hospital. Después de eso corrí al salón donde ahora Zoro tenía a Sanji en brazos, gritando con cada contracción.

- Vamos al hospital, Zoro ni se te ocurra perderte. ¿Me oyes? -dije eso de forma amenazante mientras corríamos hacia el hospital. Empecé a llamar a los Mugiwara por el den den mushi para que se dieran cuenta de la situación.

Llegamos al hospital en pocos minutos. Sachi que estaba de guardia, corrió hacía Sanji sentándolo en una silla de ruedas llevándolo a la sala que tocaba para empezar a monitorizar todas las contracciones y las necesidades tanto de Sanji cómo del bebé. Zoro entró con su marido, para darle soporte emocional.

Empezaron a llegar todos los Mugiwara, estábamos todos emocionados eso estaba claro. Se escuchaban los insultos de Sanji hacia Zoro, cosa que me hacía bastante gracia.

- Espero que Zoro sobreviva a la experiencia -dije eso de forma graciosa sentada en uno de los bancos del hospital. Pero no pude evitar mirar hacia la persona que ahora venía acompañando a Luffy y Law.

- Oh! Cora-san que alegría, se te ve mucho mejor -Dijo Nami con una sonrisa pues todos lo habían visto en el hospital, el sonrió asintiendo un poco aunque notaba su mirada puesta encima de mí.

Las horas iban pasando y se notaba una tensión tan grande entre nosotros que podía cortarse con un cuchillo. Los demás intentaban saber que sucedía pero no tenían ni la más remota idea. El milagro de la vida al fin se hizo. Una enfermera salió con una sonrisa en los labios.

- Kuina ya ha llegado al mundo. -Dijo aquella mujer con una sonrisa en los labios.