Luffy ha conseguido ser el rey de los piratas, mientras que la vida ha dado sus frutos para vivir en una paz y harmonia importante.
Tú, como la hermana mayor de Luffy debes enfrentarte a una serie de retos debido a que se encuentran con un lugar ine...
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Kuina, la habían llamado cómo la amiga de la infancia de Zoro. Sonreí corriendo hacia la habitación dónde se encontraban la nueva familia. Todos íbamos emocionados, pero obviamente los primeros que aparecimos en aquella habitación fuimos Luffy y yo, totalmente alegres y con una gran sonrisa en los labios.
Lo primero que pudimos ver era a Zoro durmiendo al lado de la bebé. Me acerqué lentamente mientras Sanji nos hacía un "Shh" con el dedo índice. Estaba enamorada de esa imagen. Sí, un instinto maternal corrió dentro de mí como una corriente eléctrica.
Al acercarnos, vimos que Zoro abría los ojos con una sonrisa mirando a su pequeña Kuina. La bebé aún estaba totalmente relajada al lado de su padre. Me acerqué lentamente a Sanji.
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- Sanji ¿Cómo te encuentras? -Le pregunté con una sonrisa, acariciando lentamente sus cabellos rubios, también había que mimar al recién parido.
- Cómo si me hubiesen dado una paliza... Però Kuina ya está aquí. Estoy muy feliz. -Dijo el mirando hacia Zoro, era una imagen perfecta. Jamás pensé que Zoro sería tan amoroso. Vi como el peliverde se levantaba con Kuina en brazos acercándose hacia mí. No pude evitar sonrojarme al verla. Era hermosa con esas cejas de Sanji y ese pelo verde. Con cuidado la cargué, empezando a mecerla, la bebé se acurrucaba en mi pecho, muy cómoda al parecer.
- Parece ser que adora a su tía. -Dijo Zoro riéndose un poco. Pero la vista de Sanji fue hacía Rosinante. Que me estaba mirando completamente embelesado con la bebé en brazos.
- Y parece ser qué hay un alfa deseando ser padre en esta habitación. -Dijo Sanji, pude ver cómo Rosinante se giraba completamente sonrojado. Luffy se acercó a mis brazos viendo hacia Kuina.
- Torao, quiero un bebé también. ¿Porque no podemos tenerlo? - Miré a mi hermano completamente sonrojada. ¿Iba a ser tía triple? bueno, aunque ahora tenía una sobrina más. Tía quàdruple, Dios de mi corazón tendría que regalar miles de regalos en navidad.
- Claro que podemos tenerlo... Luffy-ya -Dijo mi cuñado riéndose un poco, abrazando a mi hermano. Mi instinto fue simplemente caminar hacía Rosinante, para poder pasarle la bebé lentamente con mucho cuidado. Todos nos miraban de una forma graciosa. Pero entre nosotros parecía que solo existíamos nosotros dos y Kuina.
