Luffy ha conseguido ser el rey de los piratas, mientras que la vida ha dado sus frutos para vivir en una paz y harmonia importante.
Tú, como la hermana mayor de Luffy debes enfrentarte a una serie de retos debido a que se encuentran con un lugar ine...
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Después de curar las heridas de bala de mi torso, empezaría mi verdadera tortura.
Por las mañanas me levantaban a las 5 de la mañana, justo cuándo el sol salía por el horizonte. Saint Charlos era un "amo" muy cruel. De los que me podía tocar, el era el peor ciertamente. Pero tenía que sobrevivir.
Nos daba de desayunar aguade un pozo que teníamos ahí cerca y pan duro del que les sobraba a ellos. Para comer, nada, absolutamente nada. Para media tarde nos solían dar arroz. Nada más.
Muchos esclavos morían por desnutrición, cetosis, deshidratación... Algunos no duraban ni tan solo 3 días. Solo sus preferidos tenían derecho a comer algo más.
Algunos de nosotros era usado como medio de transporte. Otros para placer sexual de los Tenryubito. En mi caso, era un maldito juguete de Saint Charlos.
⚠️Contenido delicado. Si quieres leer, és bajo tu responsabilidad⚠️
Saint Charlos solía meterme en una especie de sala, dónde no había nadie más que yo y un agujero en la pared. Los hijos de puta me inyectaban hormonas para poder inducirme al celo, pero no un celo de alfa normal, uno dónde ni siquiera podía controlar mis sentidos, mis impulsos. Solo quería follar, porqué mi cuerpo no se podía controlar. Mi mente me decía que no debía hacerlo, que debía parar, pero no podía. Las grandes dosis de aquella droga hacían que mi razocinio se perdiera completamente. Entre aquellas drogas también inyectaban un anticonceptivo muy potente, yo no sabía cómo podía afectar aquella droga en mí, pero al fin y al cabo no podía quejarme pues si lo hacía, me iban a matar. Tenía que vivir, tenía que volver a ver a Law, mi pequeño Law.
Justo cuando mi Alfa se ponía agresivo y no podía controlarse metían por aquel agujero unas piernas de Omega, abiertas, para que yo me follara sin compasión. Daba igual si tenían polla o vagina, mi Alfa solo quería sexo. Nunca les vi las caras, pues aquello era cómo un asqueroso Glory Hole.
En ocasiones, nos metían a dos alfas, obligandonos a pelear por ver quién de los dos podía saciar y acabar con el dolor que nos provocaba aquella droga. Alfas que normalmente eran mis compañeros o incluso alguno que podía considerar amigo.
Todo eso, para que aquellos hijos de puta pudieran masturbarse a nuestra costa. Saciar su hambre sexual viendo aquel "Espectáculo" que nosotros les proporcionamos.
Heridas, latigazos, cortes e incluso quemadas que nos hacían cada vez que intentábamos controlarnos o incluso intentar no hacerles caso. Esas heridas, luego nos las curaban con sal. El dolor, era insaciable para ellos.
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Me desperté gritando. Cómo de costumbre, pero en vez de un latigazo o alguien quemándome con hierro ardiendo por alzar la voz, solo vi a Law a mi lado, abrazándome.
