Espérame... (Donquixote Rosinante x Lectora)

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Miré a Law con preocupación. Sí, sabía que Rosinante no iba a decir nada malo de mí embarazo. Aún así estaba nerviosa porqué bueno, no todos los días tienes a alguien creciendo dentro de tí. Empecé a respirar intentando relajarme. Law se acercó a mí para poner su mano en mí espalda para intentar ayudarme con aquella inmensidad de emociones que sentía ahora mismo.

- Law... Pero yo no sé, no sé si podré ser buena madre. ¿No crees? Es decir, yo nunca he tenido una madre buena, bueno, he tenido a Dadan. Pero Dadan... Era una bandida de la montaña y... - Al escucharme, el cirujano sonrió un poco.

- Mira, sinceramente... Yo tampoco sé cómo ser padre. Mi padre siempre fue Cora-san y antes un medico que bueno, murió. Pero aquí estoy, esperando que Luffy de a luz, para poder abrazar a Lami. Tengo tantas ganas... Además, juegas con ventaja. Cora-san es un gran padre y no es por presumir pero el pequeño o la pequeña tendrá al mejor hermano mayor del mundo. -Dijo el con una sonrisa, mientras se cruzaba de brazos.

- Anda... Ve a comer ¿No? Hay una gran barbacoa ahí preparada. Pero yo no quiero ir... Solo es pensar en la carne y me dan ganas de vomitar. -Susurré eso suspirando un poco, el se levantó abriendo la puerta-

- Si no vienes, estoy seguro de que Cora-san vendrá corriendo preocupado y acabará tropezándose con algo haciéndose daño. -Empecé a reírme mientras que asentía, en eso Law tenía razón así que me levanté para caminar con el hacia la barbacoa. Al llegar todos estaban comiendo y riendo, incluso Rosinante compartía algún momento tierno con Kuina sentada en su regazo, ella amaba el gorro de Rosinante.

- ¿Estás bien? - Me preguntó Rosinante nada más verme a su lado. Me senté en una silla riéndome un poco, asentí, cargando con mis brazos al pequeño Newgate. Empecé a darle besitos en la cabeza de lo tierno que era.

- Por supuesto, ya te dije que solo era el sol... -Susurré eso mientras besaba los mofletes de mi sobrino, aunque Tiger estaba durmiendo así que no requería atención ahora mismo. Miré la carne que tenía en el plato mi pareja, girando mi vista hacia otro lado, no quería vomitar de golpe.

Pasamos una gran barbacoa, pero estaba atardeciendo. Rosinante y Law se quedaron a charlar en aquella carpa que teníamos, porque bueno, le pedí a Law que lo entretuviera. Con cuidado fui a la autocaravana dónde dormirían Tiger y Newgate.

- Sabo, Koala, Ace, Marco, necesito ayuda... -Dije eso haciendo ojos de cordero, mientras ellos me miraban, no sabía cómo empezar, pero... Quería darle una sorpresa a Rosinante. - Estoy embarazada, sí, pero no tengo tiempo de festejar porqué quiero dar una sorpresa a Rosinante, necesito ropa de bebé, ¿Me podéis prestar algunas cosas? -Koala y Sabo se acercaron corriendo a mí para darme un abrazo.

- Enhorabuena, que gran noticia, todos van a ser primos de casi la misma edad y podrán jugar juntos todos los días y... -Mire a Koala con cara de "Necesito darme prisa" Sabo empezó a reírse dándome una pequeña caricia en el vientre.

- ¡Lo mato! Ha dejado embarazada a mi hermana... ¡Imperdonable! -Gritó Ace intentando salir de la autocaravana mientras que Marco lo sujetaba, dándole besos para calmarlo.

- A ti te dejó preñado Marco y yo me alegré, idiota. -Dije eso mientras Koala volvía con varias cositas de bebé, unas manoplas, un babero, una camiseta con un pequeño dinosaurio dibujado y un chupete que Tiger ya no usaba.

- Muchas gracias Koala, prometo devolvertelo! -dije eso y ella negó con la cabeza.

- Es el primer regalo de nuestro sobrino, así que, es todo tuyo. -Yo sonreí emocionada, mientras corría hacia la autocaravana que compartía con mi hermano Luffy. Empecé a poner lo que me habían dado en una cajita y debajo de la ropita el test de embarazo positivo. Estaba lista. Aunque estaba aterrada.

Pude escuchar voces, cómo se acercaban cada vez más. Intenté respirar un poco, sentada en el sofá de aquel lugar con una pequeña sonrisa, pude ver a Rosinante entrar seguido de Law y Luffy.

- Rosinante... ¿Podríamos hablar? -Dije eso con una sonrisa en los labios, Law tomó a Luffy de la mano, para retirarse. Pude ver la expresión de preocupación que tenía mi pareja. En cuanto se sentó a mí lado puse la caja en sus piernas. El me miró algo inseguro y le hice una señal para que abriera la caja.

Rosinante empezó a abrir la caja, sus ojos brillaban cada vez más al ver las pequeñas prendas, sacándolas de una en una, soltó una pequeña risa al ver la camiseta con el dinosaurio. Al final de la caja cogió el test y al verlo, noté como sus ojos se llenaban de lágrimas. Me miró riéndose con una risa bastante nerviosa, una risa tonta.

- ¿Es...estás...? -Me preguntó sin poder hablar demasiado, mirando aún el test, podía notar que le temblaban las manos.

- Sí, estoy embarazada... - sonreí un poco, nerviosa por aquellas palabras, pero en cuánto lo solté, noté unos brazos grandes rodearme. Dándome besos por toda la cara. Empecé a reírme además de unas pequeñas lágrimas cayendo por mis mejillas, el besaba cada lágrima. Sus manos fueron hacia mi vientre, dando pequeñas caricias, cómo para asegurarse de que estábamos ahí y que no nos íbamos a ir.

Entraron mi hermano y su marido a la autocaravana viendo la escena. Luffy no entendía nada mientras que Law corrió hacía nosotros para darnos la enhorabuena. Law le explicó a Luffy la noticia, saltando de alegría porque significaba que tendríamos un mes de embarazo en conjunto por delante siendo conscientes.

Pasamos unos días en aquel camping maravillosos. Todos se enteraron de la noticia porque Rosinante no era capaz de llevarlo en secreto. El estaba tan emocionado que lo único que hacía era decirle a todo el mundo que iba a ser padre con el amor de su vida. Cosa que cada vez que me decía eso, mi rostro se ponía más colorado.

Morgans se enteró de todo gracias a los festejos, así que decidió escribir una noticia sobre nosotros.

- Los de la peor generación deciden tener bebés generando así un Nuevo Baby Boom. - Leí el titular riéndome un poco. Pero... Alguien en Impel Down no estaba contento con la noticia.

- Fufufu... Hay que salir de aquí. No puedo permitir que mi hermano, tenga una vida feliz. -Dijo Donflamingo con una sonrisa de superioridad, viendo el titular junto a la foto de todos nosotros en el camping. Rompió aquel periódico, empezando a caminar hacía los barrotes del lugar. Nada lo iba a parar.