02. Chispa de Rivalidad

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Jungeun

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Jungeun

Veo con atención a cada persona que aparece arriba del escenario, cantando sin ninguna presión. Recuerdo mis momentos de cuando era una simple novata, cuando realmente amaba la música más que a nada en este mundo. Escuchar cada melodía que componía en aquel entonces hacía que mi piel se erizara. Nadie me decía qué hacer con mi carrera.

Mis pensamientos se desvanecen cuando veo a una chica distinta, parada en el escenario. Sus manos, que sostienen un micrófono, tiemblan. Noto lo nerviosa que está. Una ligera sonrisa aparece en mis labios al ver la escena. Me recuerda a mi época, cuando todo se sentía tan nuevo y diferente, y pararme en el escenario era un reto lleno de adrenalina. Ahora es algo tan normal como respirar.

La actuación de la chica me conmueve. Su voz, llena de emoción y vulnerabilidad, penetra en mi alma. Siento una oleada de nostalgia y tristeza, recordando el tiempo en que la música significaba libertad y alegría para mí. Su canción es sencilla, pero cada nota está cargada de sentimientos que me resultan extrañamente familiares. Además, nunca antes había escuchado esa canción.

Aplaudo junto con la audiencia cuando termina, sin darme cuenta, sintiendo una conexión inesperada con ella. Sin embargo, siento tanta envidia al ver cómo disfruta de la ovación del público con una sonrisa sincera en sus labios. Yo nunca he sentido eso en ninguno de mis conciertos o eventos. La libertad de cantar cualquier cosa es algo que no tengo permitido hacer.

Me levanto de mi asiento, decidida, y me paro en el escenario, pasando de largo a la chica. Aún con mi gorra puesta, la inclino un poco más, evitando que se vea por completo mi identidad.

—Por favor, pongan la canción "If I Were a Boy" de Choi Jungeun.

Al instante que termino, los aplausos y gritos de la multitud inundan el bar. Solo sonrío mientras bajo del escenario, molesta e irritada. No había sentido esa emoción, esa felicidad, y eso solo me frustra aún más.

Voy hacia mi mesa, recogiendo mi bolso, lista para irme de allí. En vez de distraerme de toda mi presión, solo había empeorado mi situación.

"¿Cómo no soy capaz de disfrutar algo que debería gustarme?" Me cuestiono una y otra vez. A punto de irme del bar, escucho una voz femenina.

—Perdón, pero tenía que decirte que estuviste genial ahí en el escenario.

Solo la miro fijamente, cruzando los brazos. Siempre estoy acostumbrada a escuchar elogios por puro compromiso, no obstante, siento por primera vez que alguien está siendo completamente sincero.

—Gracias, pero esto es solo otra actuación del montón.

Digo, siendo lo más fría y distante posible. Seguramente esta mintiendo.

 Seguramente esta mintiendo

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Jiyoon

Una mueca de disgusto aparece al instante en mi rostro ante el comentario grosero de ella. A punto de irme sin decirle algo más, se acerca una chica hacia nosotras.

—¡Choi Jungeun! No esperaba verte por aquí y mucho menos verte cantando en el escenario. Lo hiciste muy bien.

—¡Hola Sarang! No es nada, te lo puedo asegurar.

—Aún así me encantó. Deberíamos salir. Hace mucho que no te vemos. Las demás y yo te extrañamos, pero entendemos que estás muy ocupada con tu carrera.

—Así es, he estado muy saturada últimamente.

—Qué mal. De todos modos, mándame un mensaje cuando tengas un día libre. Ya me tengo que ir —dijo, soltando las manos de la pelinegra mientras se alejaba.

Ahí fue cuando me percaté de que la chica de la gorra era la que había visto en un póster: Choi Jungeun, al parecer una cantante muy arrogante que sin duda ya se le había subido la fama, de seguro tiene el síndrome de estrella, que hasta ya le nubló su cerebro.

—Ya veo de dónde salió toda esa arrogancia —murmuro, mirando de mala manera a la mismísima Jungeun.

—¿Qué dices?

No puedo ver si está enojada o no, sin embargo, gracias al tono de su voz, me percato de su evidente irritación.

—Que eres arrogante.

—Ja, ¿arrogante?

—Sí —respondo con toda sinceridad.

Como me esperaba, la chica se va sin decir nada más. Lo cual agradecí internamente; ya no quería dirigirle ni siquiera la mirada. Para mi gran suerte, ya no iba a encontrarme con ella, ya que es una cantante y yo, literalmente, al lado de ella soy un don nadie.

Me quedo de pie, observando cómo Jungeun desaparece entre la multitud. Mis manos todavía están temblando, pero no por los nervios de haber cantado, sino por la confrontación.

"¿Fui demasiado dura?" me pregunto, sintiendo una punzada de arrepentimiento.

Pero entonces recuerdo la frialdad en los ojos de Jungeun y la forma en que desecha mi sinceridad. No, tengo que defenderme. Sin embargo, mientras me dirijo a la salida, una parte de mí no puede dejar de pensar en la emoción que me causó en la voz de Jungeun cuando cantó. Tal vez, solo tal vez, hay más en esa chica de lo que aparenta aunque claro, no lo creo.

 Tal vez, solo tal vez, hay más en esa chica de lo que aparenta aunque claro, no lo creo

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Sinfonía de Dos Corazones     ||     JUYOONZDonde viven las historias. Descúbrelo ahora