| ☆ | Jiyoon, una chica de campo con grandes sueños, y Jungeun, una idol atrapada en su propia fama, se cruzan en el vibrante escenario de Seúl. Lo que comienza como una rivalidad, se transforma en una intensa conexión emocional. En medio de la mús...
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Jiyoon
De pronto, escucho una agradable melodía muy movida. Por pura curiosidad, mis piernas responden por sí solas, caminando hacia donde se escucha la música. Un brillo sale de mis ojos al ver que se trata de unas chicas bailando en la calle. Alrededor de mí hay otras personas, viéndolas al igual que yo. Una vez que el mini espectáculo finaliza, inmediatamente aplaudo junto con la audiencia.
Mientras la multitud se disipa, una de las chicas se acerca hacia mí.
—¡Hola! ¿De casualidad te interesa la música? —pregunta la chica, quien es demasiado atractiva, más alta que yo, y cuya sonrisa parece ser muy refrescante.
—¡Saebi! No molestes a las demás personas, de seguro está demasiado ocupada —interrumpió una de las otras chicas, acercándose hacia nosotras.
—No, no, no me está molestando. De hecho, respondiendo a tu inesperada pregunta, sí, me gusta mucho la música. Su actuación fue increíble.
—¡Gracias! —responde Saebi, sonriendo aún más—. Siempre es agradable conocer a alguien que también disfruta de la música. ¿Tocas algún instrumento o solo te gusta escuchar?
—Toco la guitarra —digo, sintiéndome un poco más relajada.
—¡Eso es genial! —dice la otra chica—. Yo soy Koko, y la que te está molestando es Saebi —río ligeramente ante el comentario.
—Soy Jiyoon. Es un placer conocerlas.
—¿Qué tanto hacen? —pregunta otra chica, acercándose al mini círculo que ya se había formado— ¡Oh! Te vi cuando estábamos actuando, ¿por qué ustedes dos están aquí de chismosas?
—Estamos conviviendo, Jeemin —habló Koko, con una sonrisa divertida en su rostro.
—Más bien quitando el preciado tiempo de la pobre chica —afirma Jeemin, con un ligero tono burlón.
—No, en serio, no es ninguna molestia —respondo, riendo—. Me alegra haberme quedado. Necesitaba distraerme.
Pasamos un rato conversando sobre nuestras inspiraciones y nuestras experiencias. Me siento más ligera, como si este encuentro inesperado me estuviera ayudando a liberarme del peso que siento en mi pecho desde el encuentro con Jungeun.
Saebi y Koko me invitan a unirme a su próxima sesión de práctica, y acepto con entusiasmo, aunque no me considero una gran bailarina. Tal vez conocer a nuevas personas y compartir mi amor por la música me ayude a superar este bloqueo emocional que tengo con Jungeun. Y quién sabe, quizás este sea el comienzo de algo nuevo y emocionante.
