| ☆ | Jiyoon, una chica de campo con grandes sueños, y Jungeun, una idol atrapada en su propia fama, se cruzan en el vibrante escenario de Seúl. Lo que comienza como una rivalidad, se transforma en una intensa conexión emocional. En medio de la mús...
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Jiyoon
La reunión había salido mejor de lo que esperaba. Me habían hecho una gran oferta que sí o sí iba a impulsar finalmente mi gran sueño por el que he estado persiguiendo casi toda mi vida: ser una exitosa cantante, reconocida por mi voz y mi trabajo.
Mientras salía de la sala de reuniones, la luz del sol de la tarde se colaba por las ventanas, proyectando sombras alargadas en el pasillo. Todo parecía marchar tan bien que me preocupaba algo. Ignoré esa sensación, pensando que simplemente me estaba subestimando. Pero hubo algo que me inquietó durante la reunión: Jungeun parecía estar demasiado tensa. Apenas habló en todo el rato. Sentí una punzada de culpa en el estómago.
Lo primero que pensé fue que tal vez aún se sentía mal por mi comentario sobre su arrogancia, pero ella negó que fuera por eso. Aun así, pude sentir cómo sus ojos estaban fijos en mí durante toda la hora que estuve ahí sentada. Había algo en su mirada, algo que no podía descifrar del todo.
Cuando volví a mi apartamento, me dejé caer en el sofá, dejando escapar un suspiro. Las luces de la ciudad parpadeaban a través de las cortinas, mientras mis pensamientos divagaban. No podía dejar de preguntarme por qué Jungeun parecía tan incómoda. Nuestra relación había sido complicada desde el principio; tal vez así iba a seguir y no podía hacer nada contra el destino.
En ese momento, mi teléfono sonó, rompiendo el silencio. Era mi padre. Sentí una mezcla de sorpresa y alivio. Mi padre siempre había sido mi mayor apoyo, y escuchar su voz en ese momento era justo lo que necesitaba.
—Hola, papá.
—Hola, hija. ¿Cómo estás? Suenas cansada.
—Un poco. Hoy tuve una reunión importante y me hicieron una oferta increíble.
—Eso es maravilloso, Jiyoon. Sabía que lo lograrías.
Sonreí, aunque sabía que él no podía verme. —Gracias, papá. Pero hay algo que me preocupa. Una de las personas con las que trabajaré, Jungeun, parece estar incómoda conmigo. No sé qué hacer.
Hubo un momento de silencio antes de que mi padre respondiera.
—Jiyoon, a veces las personas necesitan tiempo para adaptarse. Puede que Jungeun esté lidiando con sus propios problemas. Lo importante es que tú sigas siendo profesional y amable. Dale tiempo, y tal vez encuentres una manera de mejorar esa relación.
Asentí, aunque sabía que él no podía verme. Sus palabras me dieron una nueva perspectiva. Tal vez estaba siendo demasiado dura conmigo misma y con Jungeun. Decidí que intentaría acercarme a ella de una manera más comprensiva.
