☽ ♡ " Deserta todas tus vidas pasadas
Y si no te reconoces
Eso significa que lo hiciste bien"
♡ Todos tenemos secretos, algunos más profundos que otros. Pero todos son importantes, porque no seríamos na...
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El mundo decidió dejar de girar alrededor de Felix. El aire no le llegó a los pulmones y las mejillas se le colorearon de rojo. Volteó a ver a Chan, incrédulo de sus palabras, pensando que quizás había escuchado mal.
—¿Qué? —logró formular con sus palabras.
—Me gustas, Felix.
Si hubiera sido por Felix, él habría apartado la mirada, pero Chan no se lo permitió. Lo sostuvo de las mejillas, como ya estaba haciendo costumbre, y acarició su piel. Sus ojos, tenían el firmamento entero dentro, y sus mejillas tenían esta sombra de la televisión.
—¿De qué hablas? —Tomó las muñecas del mayor. Apartándolo.
—Me gustas —El mayor se enderezó, quedando sentado en la cama, aproximándose a Felix, sobre de él —desde hace muchísimo tiempo.
—No estás hablando en serio —Felix se burló. Se enderezó, empujando al mayor, ambos sentados sobre la cama, con el volumen del televisor de fondo. —Tú nunca... jamás.
—Claro que sí —insisitió el mayor, parecía empezar a desesperarse. —¿Por qué demonios no podría?
—Porque soy yo. —Felix se puso de pie, empezando a buscar sus cosas con la mirada, caminando hacia su mochila.
—¿Qué demonios haces? —le dio Chan siguiéndolo.
—Me largo de aquí —Dijo casi con molestia. —No dejaré que te burles de mí.
—¿Por qué me burlaría de ti? Te acabo de decir que me gustas —Chan l tomó del brazo, haciendo que volteara a verlo —Mírame.
—No —se soltó el pecoso, empezando a recoger sus pertenencias. Debía aprender a ser más ordenado —No dejaré que juegues conmigo así.
—¿De qué diablos hablas Felix? ¡Te estoy diciendo que me gustas, maldición! —el mayor levantó la voz.
—¡Es mentira! —Contestó cerrando su mochila y caminando hacia la puerta.
—¡¿Por qué mentiría con algo así?! —Antes de que Felix llegara a la puerta, Chan se interpuso, evitando así que saliera de ahí. —Explícame, por qué por cualquier razón en el mundo, no me puedes gustar a mí.
Una furia inexplicable se apoderó de él. Uno pensaría que, cuando Chan le correspondiera, sentiría fuegos artificiales y magia, sería todo sonrisas y flores, sin embargo, no estamos hablando de un chico cuyo pasado no le marcó con heridas de guerra. Se trata de Lee Felix, el chico a quien su primer amor lo defraudó y lo expuso ante todo el mundo. Ha aprendido a protegerse del resto, no creyendo en lo que le dicen, imaginando escenarios en los que no duele el rechazo, en los que él es feliz.
