14. 𝐰𝐨𝐮𝐥𝐝'𝐯𝐞, 𝐜𝐨𝐮𝐥𝐝'𝐯𝐞, 𝐬𝐡𝐨𝐮𝐥𝐝'𝐯𝐞

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Este capítulo contiene lenguaje ofensivo, altisonante, y escenas en las que se violenta a un personaje. Se recomienda discreción.

Otoño, primer año de Secundaria de Lee Felix y Kim Seungmin

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Otoño, primer año de Secundaria de Lee Felix y Kim Seungmin

Felix estaba llorando en el baño.

Y eso era todo.

Él de verdad no quería salir de ahí. Quería regresar a casa y llorar en su habitación (antes de que Minho llegara y le preguntara por qué lloraba). Quería ser invisible, quería desaparecer y quedarse donde nadie lo encontrara.

—¿Hola? —La voz que resonó en las paredes del baño le parecía conocida, pero le preocupó más ser encontrado.

No se había dado cuenta de que estaba llorando demasiado fuerte.

—¿Hay alguien ahí? —Felix contuvo la respiración, mientras escuchaba los zapatos resonar contra el piso a cada paso que el extraño daba. —¿Estás bien?

Escuchó la puerta de cada cubículo ser abierta.

Su corazón empezó a correr una maratón. Sintió los ojos llenársele de lágrimas, mordió sus labios. No quería empezar a sollozar.

Podría jurar que sintió mojar los pantalones.

Los pasos se acercaban más y más, y Felix empezó a rezar. Si había un Dios, por favor, que no llegaran a él.

Cuando el desconocido finalmente abrió la puerta del cubículo, Felix solo alcanzó a cubrirse la cabeza con las manos, esperando el golpe.

Nunca llegó.

—Hey... ¿Estás bien?

Felix levantó la mirada, confundido.

Lo único que había recibido los últimos días habían sido malos tratos y golpes de parte de todo el mundo en esa estúpida escuela.

Pero Kim Seungmin nunca fue todo el mundo.

El chico castaño y de mirada amable lo tomó de la mano y lo sacó de aquel cubículo con grafitis estúpidos en las paredes. Lo llevó a lavarse la cara, y le dijo que se colocara algo sobre su ojo y el labio magullado.

Quizá tendría un ojo morado y varios moretones más. Pero conoció a Seungmin aquel día y sabía que, dentro de tanto odio, había encontrado un pequeño rayo de esperanza.

Felix llegó a casa ese día, con una sonrisa radiante, y su madre estaba escandalizada porque su hijo tenía un moretón en el ojo, el labio partido, y quién sabe cuántos golpes más. Su mamá lloró, implorándole que le dijera quién demonios le había hecho eso.

No se lo dijo.

Los primeros días de su amistad con Seungmin, Felix solo accedía a verlo en donde nadie más lograra encontrarlos. Sus compañeros no habían dejado de acosarlo y no quería el mismo destino para su nuevo amigo.

𝐌𝐈𝐃𝐍𝐈𝐆𝐇𝐓𝐒 𝐋𝐎𝐕𝐄 𝐒𝐄𝐂𝐑𝐄𝐓𝐒 ☽ ♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora