☽ ♡ " Deserta todas tus vidas pasadas
Y si no te reconoces
Eso significa que lo hiciste bien"
♡ Todos tenemos secretos, algunos más profundos que otros. Pero todos son importantes, porque no seríamos na...
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Jisung no sabía muy bien qué hacía un sábado por la mañana pidiéndole a Jeeves, su chofer, que lo llevara a una zona bastante retirada de donde vivía. Se aseguró de decirle que estaría en casa de un amigo y que podía ir a recogerlo a la hora del almuerzo.
Su madre le preparó un tarro con galletas hechas en casa para llevar a casa de los Lee. Y Jisung partió con ellas sobre su regazo. Había elegido un conjunto de ropa que consideró adecuado, su chaqueta de mezclilla, una camiseta con un estampado de los dodgers, un pantalón que alguna de sus hermanas le regalaron en Navidad y sus sneakers blancos.
Las manos le sudaban.
Jeeves lo dejó en la entrada de la casa Lee, y se preguntó si habría sido descortés haber salido de casa sin avisar antes a Minho que iba en camino.
La tarde anterior, cuando lo llamó por teléfono, Jisung se sentía mucho más seguro que en aquel instante. Había tenido una acalorada conversación con Minho acerca de que empezara a bailar en el estudio de su hermana. El mayor seguía renuente a su propuesta, sin embargo, no contaba con la agilidad de la hermana menor de la familia para escuchar conversaciones ajenas.
—¡Sí Jisunggie, Minmin quiere bailar! ¡Ama bailar! ¡Es su cosa favorita en el mundo! —Gritó la menor cuando, al parecer, logró arrebatar el teléfono de las manos de su hermano mayor.
—¡Chaeryeong! —Pudo escuchar la voz de Minho a lo lejos —¡Dame ese teléfono!
—¡No, no! Jisunggie, sí, Min quiere bailar.
—¿Ah sí? —Preguntó divertido.
—Deberías estar haciendo tu tarea —escuchó el regaño de Minho a su hermana.
—La terminé hace rato, no molestes —ahuyentó la menor a su hermano —Mamá prepara panqueques los sábados, es su día libre. —Se dirigió a Jisung por el teléfono —Si le hablas a ella sobre las clases pueden llegar a un acuerdo.
—¡Lee Chaeryeong! —volvió a escuchar a Minho a lo lejos.
—Le diré a mamá que vendrás a desayunar mañana. ¡Nos vemos en el desayuno Jisunggie! —y colgó.
Jisung estaba en la puerta de la casa Lee a las ocho treinta de la mañana. No era muy temprano, en su casa desayunaban a las ocho inclusive los fines de semana. No es como que Chaeryeong le haya dado instrucciones específicas sobre sus horarios de comida, por lo que esperaba que no fuera imprudente llegar a esa hora.
No lo fue.
Detrás de él, segundos después, llegaba cierto chico peculiar con pecas y cabellera negra. Saludó a Jisung entusiasmado, sorprendido de que estuviera ahí.
—¿A qué debo el placer, estrella? —preguntó Felix. Sabía que ese apodo provenía de la influencia de Minho.
—Eh, Chaeryeong me invitó a desayunar, dijo que tu madre sabía, y creí que sería grosero no venir... —estaba seguro de que habló más rápido de lo que una persona normal lo haría. Felix se rio de él.
