La reunión no era nada agradable para Jimin, se sentía cansado, y muy preocupado porque la policía estaba seguro de que el involucrado en el incendio era alguien que estaba dentro de la Hacienda o trabajaba para ellos.
La investigación se alargaría por varios días, Jimin les indico que tenían que investigar a fondo porque estaba seguro que todo tenía que ver con Star, el hecho de haber estado encerrado y el único que estaba así, les dió a entender que lo querían matar.
— Pediremos a la empresa de seguridad si se pueden rescatar las grabaciones de las cámaras antes del incendio. — dijo Jimin con los brazos cruzados.
Jungkook lo miro por debajo de su sombrero negro. Cuando Jimin era divertido se veía increíblemente inocente, como un niño de quince años. Cuando Jimin estaba serio, como ahora, con su camisa celeste sedosa, abierta en dos botones, caída hacia un hombro, mostrando aquellas clavículas tan blancas y perfectas, con sus jeans negros ajustados, y lo más sensual eran sus labios, tenía una mueca en ellos, una mueca de un puchero infinito. Pero se veía grande, imponente y desafiante.
Jungkook se acomodo en el asiento, era un hombre de carne y hueso, que no le pasaba desapercibido lo malditamente atractivo que era Jimin. Pero no era solo eso, claro que no lo era, Jungkook se sentía atraído por él, se sentía muy atraído. Mientras estuvo en el corral ayudando a los animales, no podía dejar de pensar en Jimin. No dejaba de pensar en qué estaría haciendo, no dejo de pensar en lo que había hecho al defenderlo, y lo último que había hecho era haber cocinado para él, se sentía bien hacerlo, abiertamente bien, no sentía esa incertidumbre de pensar que estaba haciendo algo muy mal si le cocinaba como cuando hacía algo para Yoongi.
Dolía pensar en Yoongi, ahora que Jimin le había mostrado lo que significaba el cariño de verdad, se daba cuenta que solo había sido un juguete para el señor Park, un juguete que se había enamorado de algo, algo que ahora no podía entender bien.
Suspiro y se sacó el sombrero dejándolo sobre la mesa, se pasó las manos por los ojos para despejar su pensamiento.
Jimin lo miró por breves segundos y volvió el rostro al policía — Entonces esperaré que me dicen.
—Señor Park, haremos lo posible por encontrar al culpable— dijeron despidiéndose con un cabeceo y saliendo de la oficina.
Jimin estaba cansado, muy cansado.
Nam estaba cruzado de piernas observando todo con detenimiento. Con su computador sobre la mesa tecleando algunas cosas.
— Dame buenas noticias, Nam, por favor.
Nam farfulló y lo miró fijo. — No son muy buenas noticias la verdad. Murió la primera promesa —dijo con pesar — el potro de Ara tenía grandes expectativas.
Jimin hizo una mueca y suspiró.
— ¿Cuánto?
— Sabes que es descendiente de un “semental de oro” Jimin.
—Basta, Nam.— Dijo Jimin mirando a un Jungkook que lo miró con mucha pena.
Jungkook amaba a Ara y más aún a su potro que era la viva imagen de Star, todos sabían que ese caballo sería el próximo semental de Hacienda. El macho lo habían traído desde Asia, de Dubai, de las caballerizas del jeque Sheik Mohamed Al Maktoum, iba a estar muy triste con la noticia, si es que ya no lo sabía.
Nam tecleo y lo miró por el borde de sus ojos color miel — 1.2 millones de dólares Jimin.
—¿Qué pasará con la cría de Aura? —Le dijo Jungkook a Nam mirándolo con ojos oscuros.

ESTÁS LEYENDO
INDOMABLE
RomantizmPark Jimin recibió una carta que cambio su feliz vida, tendría que volver a aquel lugar, al lugar donde solo había tenido tristeza, lo único maravilloso de ahí había sido Star. Pero cuando volvió, y se encontró con su doloroso pasado, descubrió que...