Capítulo 56, parte 2: "La Pancita de Camila"

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Capítulo 56, parte 2: "La Pancita de Camila"

Con la pancita de Camila cada vez más visible, los días en casa se llenan de actividades y momentos especiales. Jennie y Lisa dedican tiempo a asegurarse de que Camila se sienta cómoda y amada en todo momento.

Una tarde, mientras están en el salón, Jennie sugiere algo especial. "Cami, ¿te gustaría que hiciéramos un molde de tu pancita? Es una bonita manera de recordar esta etapa."

Camila sonríe, intrigada por la idea. "¡Me encantaría, mamá! Sería un recuerdo hermoso."

Lisa trae los materiales necesarios y comienzan a crear el molde, riendo y disfrutando del proceso. Isabella y Lucas observan con curiosidad, mientras Milo ayuda a sostener el molde en su lugar.

"¡Esto es tan divertido!" exclama Milo. "¡No puedo esperar a ver cómo queda!"

Jennie sonríe, disfrutando del momento en familia. "Será un hermoso recuerdo para todos nosotros."

Con el paso de los días, Camila comienza a sentir los primeros movimientos del bebé. Una noche, mientras está acostada en el sofá, siente una pequeña patada y llama emocionada a su familia.

"Mamá, Lisa, ¡venid rápido! ¡El bebé se está moviendo!" grita Camila, con los ojos brillando de emoción.

Jennie y Lisa se acercan rápidamente, seguidas por Milo, Isabella y Lucas. Jennie coloca suavemente su mano sobre el vientre de Camila y siente la pequeña patada.

"Es increíble," susurra Jennie, con lágrimas de felicidad en sus ojos. "Nuestro pequeño está creciendo fuerte y saludable."

Lisa sonríe, sintiéndose abrumada por la emoción. "Es un milagro, Cami. Estamos tan orgullosas de ti."

Los días continúan llenándose de momentos especiales. Una tarde, Camila y Jennie están en la cocina, horneando galletas para la familia. Mientras mezclan la masa, Camila siente otra patada y ríe.

"Este bebé va a ser un pequeño atleta," bromea Camila.

Jennie sonríe y asiente. "Seguro que sí. Y tendrá una mamá increíble para guiarlo."

Más tarde, mientras están todos sentados en el jardín, Camila se sienta en una silla cómoda, acariciando su pancita. Milo, Isabella y Lucas se acercan y se sientan a su alrededor.

"¿Podemos hablarle al bebé?" pregunta Isabella, con ojos brillantes.

"Por supuesto," responde Camila, sonriendo. "A los bebés les encanta escuchar nuestras voces."

Milo se inclina hacia la pancita y comienza a hablar suavemente. "Hola, bebé. Soy tu hermano Milo. No puedo esperar a conocerte."

Isabella y Lucas también hablan con entusiasmo, llenando el aire con amor y alegría. Camila se siente abrumada por la felicidad, sabiendo que su bebé será recibido con tanto amor.

Con cada día que pasa, la pancita de Camila se convierte en un símbolo de esperanza y unión para la familia. Jennie y Lisa continúan apoyando a su hija en cada paso del camino, asegurándose de que se sienta amada y protegida.

Este capítulo concluye con una sensación de anticipación y felicidad, mientras la familia se prepara para la llegada del nuevo miembro, rodeados de amor y apoyo incondicional.

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