Capítulo 56, parte 5: "La Pancita de Camila"

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Capítulo 56, parte 5: "La Pancita de Camila"

Con la pancita de Camila ya bien notable, la vida continúa con su ajetreo habitual. Jennie y Lisa siguen brindándole a Camila todo el apoyo posible, mientras Milo, Isabella y Lucas están cada vez más emocionados por la llegada de su nuevo hermano o hermana.

Una tarde, después de una sesión de yoga en el jardín, Camila se siente un poco más cansada de lo habitual. Decide recostarse en su habitación para descansar un rato. Mientras está acostada, siente un dolor agudo en su abdomen que la toma por sorpresa. Se sienta en la cama, respirando profundamente, tratando de calmarse.

"Tranquila, Camila," se dice a sí misma. "Probablemente solo sea algo pasajero."

Sin embargo, el dolor no desaparece, y comienza a preocuparse. Decide llamar a su novio William para contarle lo que está pasando. Con manos temblorosas, marca su número.

"¿William? Soy yo, Cami," dice con voz temblorosa cuando él responde. "Estoy sintiendo un dolor en mi pancita. No sé qué hacer."

William, preocupado, trata de calmarla. "Cami, respira hondo. ¿Estás sola en casa? ¿Tus mamás están ahí?"

"No, están en la cocina con mis hermanos," responde Camila, sintiendo que el dolor se intensifica.

"Está bien, voy para allá ahora mismo," dice William. "Diles a tus mamás lo que está pasando, ¿de acuerdo?"

Camila cuelga y llama a Jennie y Lisa. Ambas se apresuran a su habitación, preocupadas.

"¿Qué pasa, cariño?" pregunta Jennie, arrodillándose junto a la cama.

"Siento un dolor fuerte en mi abdomen," dice Camila, tratando de contener las lágrimas. "He llamado a William. Está en camino."

Lisa acaricia su cabello suavemente. "Vamos a llevarte al hospital para asegurarnos de que todo esté bien. No te preocupes, estamos contigo."

Mientras esperan a William, Jennie ayuda a Camila a vestirse, y Lisa reúne las cosas que podrían necesitar en el hospital. Cuando William llega, se apresuran a salir.

En el hospital, el médico examina a Camila y realiza algunas pruebas. Después de lo que parece una eternidad, regresa con una sonrisa tranquilizadora.

"Camila, parece que estás experimentando algunos calambres normales del embarazo," explica el médico. "Tu cuerpo está ajustándose a todos los cambios. No hay nada de qué preocuparse, pero es bueno que hayas venido a chequearte."

Camila respira aliviada, y William le aprieta la mano con cariño. "Gracias, doctor," dice Jennie, sintiendo un peso levantarse de sus hombros.

De regreso en casa, Jennie y Lisa insisten en que Camila descanse un poco más. William se queda a su lado, asegurándose de que esté cómoda y tranquila.

"Eres muy valiente, Cami," le dice William mientras le acaricia suavemente la pancita. "Nuestro bebé va a ser tan fuerte como tú."

Camila sonríe, sintiendo el amor y apoyo de su familia y su novio. "Gracias por estar aquí," susurra, cerrando los ojos y permitiéndose finalmente relajarse.

Ese día termina con la familia aún más unida, consciente de los desafíos que vienen con el embarazo, pero también del amor y la fortaleza que los mantiene juntos.

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