El reino del rey Magnus se caracterizaba por su benevolencia y carácter apacible, además que tenía dos hijas gemelas de hermosa belleza. Una nació con problemas visuales siendo muy femenina y arreglada, en cambio la otra le encantaba vestir como hom...
Sólo quedábamos cinco participantes, como dije, trataría de mantener a Arina sana y salva hasta que pudiese, ya que buscaría la manera de que saliéramos victoriosas de estos juegos mortales. Nos dejaron una semana de entrenamiento, al parecer nos querían fuertes y preparados para su último espectáculo. Tulio, Zeus y Kiara nos seguían mirando mal ya que no soportaban la idea de que Arina y yo estuviésemos del mismo lado, al parecer ellos tenían las mismas estrategias o algunas peores. Me levanté antes del toque de campana, me trencé como pude el cabello y me vestí de negro. Esperaba que me dejasen usar a Diablo, ya que me resultaría útil a la hora de la caza, sonaba feo pero era la realidad y me iba a convertir en cazadora. Sonó el timbre para bajar a desayunar, miré el espejo por última vez y salí. No me encontré con nadie al salir ni la mesa estaba preparada. Un señor se acerca mirándome.
-Sígueme por aquí señorita.
-¿Dónde están todos? -no respondió y comenzó a caminar mientras sin otra alternativa lo seguía.
Caminamos sin sentir a nadie ni ninguna voz que dejara en claro las reglas del juego, solo el caminar del hombre que iba delante de mí. Me preguntaba donde estaba Arina y los demás. Se detuvo frente a una puerta grande, una que no había visto desde que llegué. Espera unos segundos y la abre, haciendo una seña para que lo siga. Era algo así como un bosque, pero se veía destruido, los árboles que se mantenían en pie estaban muy pobres, de lejos pude observar algo verde pero daba mucha pena ese lugar. El señor se pone a mi altura y lo miro extrañada.
-Está en la fase final de los juegos, aquí debe continuar sola y defenderse por sí misma, crear sus condiciones para subsistir y vencer a los cuatro jugadores que están repartidos por la zona. Puede escoger un arma y un medio, o dos armas y ningún medio, como guste, pero siempre deben ser dos cosas -se aleja y lo sigo, veo que destapa algo que tenía diferentes armas y mi espada incluida.
-¿Qué es un medio? -sin decir nada abre una especie de compuerta y veo caballos, ahí estaba Diablo -Quiero el caballo negro y la espada de la derecha -dije sin pensar.
Dicho esto me entrega el arma y el caballo, hace una reverencia y se marcha sin saber si yo podía irme por esa puerta. Besé a Diablo que relinchaba feliz por verme, puse la espada en el cinto y me subí sobre el corcel, debía encontrar a Arina y exterminar a los demás. Salimos a galope, ese bosque estaba en realidad destruido, ¿habrían animales? Necesitaba comer algo ya que no me dieron desayuno esos malditos. Seguimos avanzando y no oímos a nadie, sólo el sonido de un riachuelo. Nos acercamos y Diablo quiso beber pero no se lo permití, podría estar envenenado como todo allí, decidí hacer un experimento que un sabio una vez me enseñó, busqué alguna flor sobreviviente y la arranqué cuando la encontré, con algo que me sirviera de cuenco le unté un poco de agua encima y a los minutos, la flor comenzó a palidecer. Estaba envenenada, por suerte me habían enseñado desde pequeña muchas cosas. Caminando a pie y aguantando mi caballo vi que habían algunas aves, me hubiese sido útil tener un arco.
Aquí todo era un misterio, debía estar alerta por si me atacaban por sorpresa, algún animal o humano, sabría Dios qué se escondía en estos páramos. Un ruido hace que me sobresalte, las matas se deslizan y me pongo en guardia, ya que algo o alguien las estaba moviendo. Miro a todas direcciones y no veo rastro de nada, pero sigo sintiendo el ruido de las hojas al ser rozadas. De pronto un jabalí corre en mi dirección y yo caigo de espaldas, decidí montar sobre Diablo y darle caza, sería una buena cena, que no entendía por qué estaba anocheciendo tan temprano en ese bosque. Alcé la espada cuando estuvo a tiro pero logró escabullirse, maldije y volví a atacar pero de nuevo se escabulló y decidí darme por vencida. Lo que debía hacer era encontrar algún lugar donde pasar la noche, ya que si ese bosque me daba mala espina de día imagínense de noche. Caminamos varios minutos y unos sonidos me hacen levantar la vista, distinguí a unos animales en las copas de los árboles muy parecidos a monos, pero los ojos eran grandes y la cola larga, masticaban algún fruto con rapidez, busqué dicho fruto y en un árbol cercano los vi. Bajé del caballo observando que me quedaban algo altos, así que busqué piedras para ver si así los tumbaba, sólo realizando la maniobra 15 veces y atrapando cinco, bueno algo es algo.
Me senté pegada a un tronco a comerlos, olían muy mal y por un momento dudé pero el estómago aclamaba a gritos algo de comida, miré a los simios extraños y ellos a mí. Si esos frutos sabían mal, las próximas piedras serían dirigidas a ellos y ya sabría entonces, a qué saben los monos. Probé y noté que era muy jugosa y deliciosa, se salvaron los simios. Le di a probar a Diablo que adoraba las frutas, luego me limpié las manos en la ropa oscura ya que el agua estaba envenenada, al menos en esa zona, me quedé quieta por un rato mirando alrededor, ese lugar sería bueno para pasar la noche, ya que los nerviosos animales de ojos saltones me avisarían de alguna proximidad. Cerré los ojos un poco, pero fue por un leve de tiempo muy corto ya que sentí un grito. Inmediatamente me puse de pie y esperé, hasta que volví a oírlo. Subí sobre Diablo desenvainando la espada y me dirigí hacia donde creía que estaba el grito, de camino volví a oírlo y era muy conocido, !Arina! Estaba en peligro, así que espoleé más fuerte el caballo y logré distinguir de lejos una fogata, en ella había una persona atada a un tronco, era la niña.
Alrededor de la fogata estaban las tres personas más abominables del planeta, Kiara la golpeaba mientras reían a carcajadas y comían de algo que olía a asado. Le brindaban comida y cuando la inocente abría la boca se la quitaban y le daban cachetadas, la sangre me hirvió de tal manera que quise acabar con ellos allí mismo. Pero la salvaría y ellos tarde o temprano, me las pagarían.
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Imagen moderna de Beth
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Holaaa!! Beth es una chica de buenos sentimientos, ¿logrará salvar a la niña? Los capítulos vienen cargados de magia, no se los pierdan. Besos a todos!!!
