Capítulo 14

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[Nota autora: pregunta para vosotras, lectoras, ¿Queréis contenido +18 (ya saben a qué me refiero) en la historia? Nunca lo escribí, pero considero que ya tengo el conocimiento suficiente]

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[Nota autora: pregunta para vosotras, lectoras, ¿Queréis contenido +18 (ya saben a qué me refiero) en la historia? Nunca lo escribí, pero considero que ya tengo el conocimiento suficiente]

- Mate una persona -susurro incrédula mirándose las manos, estaban en un restaurante que a Gojo le gustaba mucho para cenar y celebrar que ella estaba "orgullosa" de él,- y no sentí remordimiento -se lamento sin entender que estaba ocurriendo con ella.

No podía comprender como había cambiado tanto desde que conoció a Gojo, sabía que tenían... Algo, pero no sabía que ese algo la podía cambiar así.

Cada vez tenía más miedo, más miedo de no poder alejarse de su lado tierno, infantil, incomprendido. Sentía pena por, viéndolo ser usado como un simple arma para las maldiciones y no un ser humano.

- ¿Algún día me contarás todo? -pregunto Gojo con cierta ilusión, agarrando su mano con dulzura. Estaban en el tejado del edificio, tumbados en el suelo con una manta debajo para ver las estrellas.

- Algún día tendré que hacerlo -murmuro confirmando su gran duda.

Era lo único que respetaba de ella, lo único en lo que ella tenía voz y voto absoluto para decidir.

- Me come la curiosidad -se quejó girando su cuerpo hacía ella, abrazando su cintura de manera posesiva.

- A mi el miedo y la preocupación, todos tenemos algo Gojo -aseguro riendo mientras negaba con la cabeza. Se apoyo en su pecho escondiendo el rostro.

El se quedó en silencio, no sabía que quería decir con eso.

- ¿Preocupación? ¿Por? -ahora estaba más confundido que antes, no era capaz de aguantar la curiosidad.

Ella suspiró levantando un poco la cabeza, mirando sus ojos debajo de esas gafas de sol que estaba empezando a apreciar. Cada vez que mira sus ojos es intimidante y dulce, contradictorio.

- No me gusta ser pesimista, pero no creo que tengamos un final feliz aunque lo intentáramos -confeso con timidez mirándolo apenada.

- ¿Qué dices? Soy el más fuerte, yo crearé nuestro final feliz -aseguro intentando animarla darle confianza con una sonrisa dulce.

No podía adorarla más, era tan adorable, no podía ser más feliz teniéndola en sus brazos, cerca el uno del otro, unidos.

- Me gusta tu confianza -susurro respondiendo su dulce sonrisa con otra, realmente se interesaba por el cuando estaba así, con esa parte de él.

Se inclinó hacía el y dejó un beso en su frente, con las mejillas coloradas. De verdad empezaba a tener real apego y cariño por el.

Satoru sonrió como el niño más feliz del mundo y apretó el abrazo, riendo con ilusión, brillo en los ojos, mejillas coloradas. Ella lo hacía sentir vivo de verdad.

- Eres lo más preciado que tengo -murmuro dejando besos en su mejilla hasta darle cosquillas.

Gojo suspiró de aburrimiento, ayer todo era perfecto y hoy.... Menudo aburrimiento.

- ¿Sabes algo de ese viejo que desapareció? -pregunto Nanami viéndolo con sospecha. Desde los rumores de que protegió a la fugitiva andaban sueltos nadie se fiaba de él.

¿Qué le importaba a él si nadie confiaba en el? Era su maldito salvador, sin el vivo no habría equilibrio y las maldiciones harían lo que les da la gana.

Le debían la vida y más, según el.

Cada vez era más egoísta y resentido con los demás cuando no estaba con su ___, ella de verdad era como una droga volviéndolo feliz.

Cuanto menos está con ella más la necesita.

- Ya, ya, que pena me da una gran perdida. Haré mi trabajo y me voy cuanto antes ¿Sabes? Ahora soy más feliz que nunca -aseguro Gojo ignorando a Nanami.

- Estás raro -hablo Nanami mirándolo, había captado su comportamiento diferente con los demás,- No voy a decirte nada por proteger a una fugitiva con información confidencial, pero si ella daña a alguien debo decirte que buscaré hacer mi trabajo -.

Eso fue suficiente para que Satoru girará la cabeza y lo mirara con atención, tras esa venda se notaba la tensión, la intimidación, esa advertencia que hace tu cuerpo ante el peligro.

- ¿Hacer tu trabajo? Para eso tendrías que pasar por encima de mi cadáver y ambos sabemos que eso no va a ocurrir -reía vacilante como si le estuvieran hablando de una broma,- Si alguna vez te veo si quiera cerca de ella, te arrancaré las manos para asegurarme de que no la toques -susurro en su oído ladeando la cabeza y se fue por el pasillo.

Eso fueron palabras suficientes para que el rubio supiera quien fue el culpable de la desaparición, teniendo claro sus sospechas.

Había perdido el juicio, la cordura, la ética de la hechicería, traición.

Porque Gojo era la salvación y la perdición, traicionando a toda la humanidad por su capricho y felicidad.

No es fácil tener tanta responsabilidad.

- El director de la academia dijo que no quiere hablar con nadie, que extraño -murmuro Megumi mientras se cruzaba de brazos, mirando con sospecha a Gojo.

Ahora todo hechicero relacionado con ___ estaba alerta y por primera vez no era por maldiciones, si no por una persona.

- ¿Decías algo? -pregunto su profesor sonriendo mientras fingía inocencia absoluta. Como si fuera alguien inofensivo.

- Nada... Itadori es ruidoso -se excuso con una mueca. Nunca había sentido tanta tensión e incomodidad al hablar con él.

Todo después de esa mujer "no" hechicera que conocieron había cambiado sobre el.

Aunque Itadori era demasiado inocente para notarlo y a Nobara no le importaba tanto.

- No seas malo conmigo -se quejó Yuji, siempre que Megumi se distraía usaba una excusa sobre el para esas situaciones.

- ¿Malo? Malo tu, una vez fingiste estar muerto -le dio un corazo recordándole el susto que se llevaron al verlo vivo.

Gojo soltó una risa mientras miraba el teléfono, le estaban llegando mensaje su no dudo en contestarlos con pleno interés.

Cómo le gustaba haberle comprado un nuevo teléfono, podía ver en el teléfono cada cosa que miraba incluso en directo. Ella solo tenía su número agregado y nada de redes sociales.

No quiere que mire a otro hombre, po supuesto. El es más que suficiente.

- Niños tengo una llamada, no se pierdan o algo así -agito la mano alejándose.

Una llamada de su adorada ___, no se la perdería por nada.

Una llamada de su adorada ___, no se la perdería por nada

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Gojo Satoru - Poder, sinónimo de soledad. [Yandere]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora