Gojo Satoru - Poder, sinónimo de soledad. [Yandere]

Capítulo 1

___ se quedó pensativa viendo al hombre que tenía delante. El no paraba de mirarla debajo de ese vendaje, lo sabía de alguna forma.

El sentía tantas cosas, curiosidad, necesidad, hambre, deseo.

- Entonces... No eres hechicera, pero ves maldiciones -Susurro Gojo con una sonrisa, ambos paseando en un parque después de mucha insistencia por su parte.

Ella dejó de caminar y se quedó congelada, mirando a la nada, sus manos se cerraron en puños y trago saliva sin saber si debía responder o no.

- Es más complejo que eso, por favor no le digas a nadie, te lo suplico -pidio con una voz un poco desesperada, debía tener razones de peso para darle tal importancia a algo tan peculiar como eso.

- Si me das tu número mis labios están sellados -ofreció el albino sacando el teléfono y dándoselo para que le dé el número de teléfono,- Te voy a llamar ahora mismo, no te atrevas a darme uno falso -murmuro con una voz más dura e intimidante, agresiva, no estaba bromeando para nada.

La joven trago saliva pero hizo caso, dándole su número y agregándolo a contactos. Suspiraba nerviosa con la respiración pesada, era demasiado tímida para enfrentarle y estaba contra la espalda y la pared.

- ¿No vas a llamarme como dijiste? -pregunto sorprendida al ver que apago el móvil y lo guardo en el bolsillo.

- Que va, solo lo dije para asegurarme de que no puedes escabullirte de mi. A juzgar por tu ropa no te sobra el dinero así que no podrás comprarte otro móvil para sustituir ese -respondio con una sonrisa dulce fingiendo inocencia,- ¿Sabes quién soy en el mundo de la hechicería? -pregunto de forma arrogante bajando la cabeza para verla bien.

- El chamán más fuerte, el último del clan Gojo, el de la técnica maldita ilimitada, los seis ojos.... Es difícil no saber de ti -respondio tapándose bien con la fina chaqueta que tenía, hacía frío y estaba sin cazadora.

Satoru sonrió satisfecho por la respuestas, viendo que su reputación era bien conocida.

Y sin embargo, aún sabiendo todo eso ella no babeaba por el. No suplicaba su atención ni parecía querer estar más tiempo con él.

¿Por qué? Mierda, el era perfecto, ¿Acaso no lo veía?

- Te vas a enfermar -hablo preocupado dándole su chaqueta, con una sonrisa emocionada sabiendo que ella tendría algo de él. Ella tendría su olor encima, oh que bien sentaba pensar en eso.

- No es para tanto -susurro con las mejillas coloradas por la vergüenza, la chaqueta le quedaba absurdamente grande, parecía más bien un vestido or algo por el estilo.

Gojo empezó a reír en cuanto la vio, era tan adorable, tan jodidamente adorable. Solo pudo pasarse la mano por el cabello y una mano en la cadera mientras la admiraba. Maldita sea Satoru, deja de comporarte como un idiota, normal que la espantes.