Gojo Satoru - Poder, sinónimo de soledad. [Yandere]

Capítulo 6

___ se despertó en medio de la noche, suspirando por una pesadilla que había tenido. Dos ojos azules la perseguían por el pasillo, eran tan brillantes y no podía apenas huir de lo rápido que iba la escalofriante sombra.

Pero solo era eso, una pesadilla.

- Yo.... Yo nunca duermo con la ventana abierta ¿No? -bostedo confundida mirando la ventana abierta, era algo raro en ella dejarla abierta.

Se rasco la cabeza tratando de recordar cuando la cerró o algo así, se encogió de hombros y se volvió a tumbar en la cama.

- También perdí un pintalabios y ropa interior, últimamente soy muy despistada -se reprochó a si misma mientras cerraba los ojos otra vez.

Vaya noche más extraña había tenido la pobre mujer y vaya suerte tuvo Gojo, que le dio tiempo a ponerse debajo de su cama antes de que lo viera aún dejando la ventana abierta.

Dio un largo suspiró aliviado y silencioso, en cuanto pasaron varios minutos salió de su escondite y acabo de preparar lo que quería. Cámaras muy pequeñas y escondidas, una dentro del peluche de oso que tenía en un armario delante de la cama.

Iba a ser todo tan maravilloso, tendría grabado cada segundo que ella no esté a su lado, siempre y cuando esté en casa, no podría mentirle sobre donde está ¿No era un genio?

- Buenas noches a la mujer de mis sueños, mi dulce mujer -le mando un mensaje de voz a la mañana, estaba emocionado de que ella vaya a conocer a sus alumnos.

Se preparo y fue a saludar a sus alumnos, Megumi, Itadori y Nobara. Les explico todo lo que iban a hacer por el día, un entrenamiento pequeño y... Un paseo por la ciudad, eso sí les gustaba.

Aunque en ningún momento menciono a ___, de momento.

Llegó las doce de la mañana y la protagonista paseaba por donde tenían indicado quedar, todavía estaba un poco apenada. No estaba acostumbrada a estar sin su trabajo, eso de ser asistenta de Gojo era más bien ser su niñera o compañera de juegos.

- ¡___! -hablo Satoru salundandola, sus tres alumnos detrás de él mirándolos con confusión.

¿Qué era todo esto?

- ¿Es otro de tus ligues profesor Gojo? Como cuando alejamos a la chica de Megumi -hablo de forma ingenua Itadori, Nobara asintió con la cabeza dejando claro que también quería una respuesta y Megumi le daba igual.

- Que divertidos -vacilo la mujer con una mano en la cadera mirándolos, eran peculiares.

El albino tuvo que aguantarse las ganas de decirle algo grosero a Yuji ante tal insinuación, tal aberración a su interés verdadero con ella. Desde que la conoció no a sido capaz de mirar a otra mujer con algo que no sea aburrimiento puro.

Ninguna mujer iba a lograr que sienta ni la mitad de lo que siente con ___.

- Ella es mucho más que eso chicos, si se me da la oportunidad será el amor de mi vida -le susurró a los tres,- No lo arruineis y dejarme quedar como un gran hombre, no como un mujeriego -les reprochó cruzándose de brazos,- y os comprare lo que queráis -ofreció al final, eso sí los convencería.

- Así que ___ ¿Eh? Yo soy Nobara, la única chica normal del trio raro que somos. Tú confía en mi, Gojo puede ser extravagante pero si lo enamoras será un loco enamorado empedernido, dedicado a ti -bromeo Nobara cuando escucho la oferta de su profesor. La nombrada solo pudo sonreír, era tan irónico lo que decía que le causaba gracia.

Satoru sonreía de forma extraña, parecía querer verse inocente después de sususar a escondidas con sus alumnos delante de ella.

Aunque la protagonista ya se hacía una idea de lo que les habría dicho.

- El profesor Gojo es, es muy fuerte -dijo de forma torpe Itadori, no sabía que decir sobre Gojo,- Y además muy cómico, creo -ladeo la cabeza confundido.

- Tienes unos alumnos muy alegres, espero sigan así. Aunque no sé qué les enseñas, ¿Es como un campamento? -empezo a hablar, fingiendo que no sabía de hechicería.

Megumi hizo una mueca al ver que ella no sabía nada de hechicería, al menos eso creía el.

- Si es un... Campamento, como unas clases extraescolares ¿Sabes? Porque son muy malos en la escuela y debo salvar sus notas, pobres criaturas -empezo a hacer drama aguantando la risa, con una mano en el pecho.

Nobara e Itadori se cruzaron de brazos ofendidos y Megumi seguía con la misma cara de muerto. Por alguna razón, ver que ___ centraba su atención en ellos solo hizo que se enfadada un poco.

¿No debería estar feliz? Su mujer estaba conociendo a sus alumnos, gente que aprecia y sin embargo, no lo hace sentir bien. Todo lo contrario, sentía un veneno subir por su garganta.

Agarró el monedero y le dio unos billetes a cada uno.

- Ir a comprar lo que necesitamos para las clases extraescolares, ¿Si? Un paseo los tres juntos os vendrá bien, hay que ser independientes -reía de forma sarcástica poniendo una mano en el hombro de Yuji.

Habían entendido la indirecta de irse a comprar lo que quisieran, menos Itadori que se lo tuvo que explicar Nobara mientras empezaban a caminar.

La protagonista se cruzó de brazos confundida ante las prisas.

- ¿Por qué hiciste que se vayan tan rápido? -pregunto apenada, apenas le dio tiempo a conocerlos.

- Para que.... No sepan que ves maldiciones, iban a saber que conoces hechicería por mí mala excusa¿Vale? Solo te estaba protegiendo, por alguna razón no quieres que le cuente a nadie -justifico Gojo queriendo quedar bien.

Era una buena excusa para caerle mejor a ella y dejar de sentir esa opresión en el pecho al ver que no tenía su total atención. La necesitaba.

- Oh -abrio los ojos sorprendida al ver que se esforzaba por respetar su petición,- eso es muy amable de tu parte, gracias Satoru -agradecio con una sonrisa mirándolo satisfecha.

Esa sonrisa, el agradecimiento, que diga su nombre en vez de su dichoso apellido que tanto adoraba el mundo. Dios, ella era perfecta, adoraba verla así, se había vuelto totalmente adicto.

Le devolvió la sonrisa y extendió la mano hacia ella.

- ¿Me permite un paseo con usted, bella dama? -hablo bromista, fingiendo ser un caballero mientras se ajustaba las gafas de sol ¿Cómo iba a negarse a él?

No puede.