Tienes Una Sonrisa Muy Bonita [DekuShiga]

Solo Eres Un Niño Pt1

Hagan sus apuestas, ¿Quien será?

El premio es un trabajo invisible de Thom Sawyer

Y estén listos para sentirse raros.

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No puede esperar a ver ese nuevo lugar.

-Esta tan horrible como el anterior. -

Habia venido junto a Iguchi a conocer la ubicación del nuevo local. En vez de volver a casa por la simple razón de esperar encontrar algo barato para comer en la zona escolar.

Resultando en un error pues a su compañero le entro más amargura, nacida de haberse quemado con el sol y quedado con la marca del sombre del “Chef Escamitas”.

-Si, da asco. - aporta su propia opinión Tenko. - Aunque aquí cerca hay una plaza de juegos. -

Iguchi lo mira feo pero busca ese mencionado lugar.

-¡Oh, es verdad! - exclama al ver el edificio con letreros de baile y guitarra de juegos.

-¿Qué ganaría mintiendo? - murmura al decidirse a  entrar al nuevo local.

El lugar al que los redigieren era bastante más tranquilo que la zona céntrica de musutafu, sobre todo más segura gracias al exceso de héroes por la zona.

Revisando el sistema de la tienda pueden terminar por comprobar el nuevo inventario.

Tenko lo piensa pero se a distraído jugando con los controles de alarma en el espacio de empleados. Una zona preparada para huidas y esconderse de villanos. Muy moderno.

Iguchi de fondo se burla de los precios en la computadora.
-¿Ya viste? Las papas fritas tienen sobre precio… Debe haber una primaria cerca. -

Tenk le observa por unos segundos antes de reírse malicioso.
-Podremos poner un repisa de dulces caducados en oferta, ya habiendolos desechado en el inventario.-

El gecko comienza a celebrar ese escenario ficticio donde lograrian aventajar sus pagos con el dinero de compradores ingenuos.
-Estafa, estafa, estafa… - canturrea al pasar del archivo de alimentos a los electrodomésticos. - Esto es bueno.-

Shimura lo deja en la computadora, volviendo a la parte frontal de la tienda.

Aún no está abierta al público, la cortina metálica sigue abajo y pueden ver lo grande que será por las tres puertas de cristal que tendrían que abrirse una vez levantarán la seguridad.
La ansiedad por ese día lo hace sentirse emocionado por la vaga victoria que le llena.

Amaba el dinero. Tanto como su propia paz y la nula convivencia humana.
Cosas que no obtiene al trabajar en este tipo de local pero lo valía. Podía ganar bastante si aprovechaba los descuentos de empleado y revendía productos como ofertas de Internet a extranjeros. Desde streamers de fuera obsesionados con chucherías del país a figuras baratas que disfraza de exclusivas con la impresora de Iguchi.

No es digno de contarse pero había evitado el desalojo gracias a cualquier yanki con deseos de encontrar una muñeca guarra entre patatas de sabor rancio y un mochi caducado.

Cosas de ser un adulto.

Esa clase de ideas cruzaban su cabeza mientras observaba unas cajas de fideos extra picantes con un samurai prendido en llamas y su katana un chile.
Por alguna razón desconocida… Izuku le llegó a la mente.

Su celular le sobresalta y comprueba que no es ese chico. Había olvidado si le dio su número.
Contesta observando el número entre dudas por el título.