CORRE [TAEKOOK/VKOOK]✓✓

-8-

JungKook se cruzó de brazos mientras su hermano se subía al auto, irían al taller en el que trabaja con TaeHyung y HoSeok, pues se habían llevado su carro desde ayer que se había descompuesto y hoy podría ir a recogerlo.

SeokJin se puso sus lentes de sol y cerró la puerta para poder arrancar, se veía de buen humor.

—¿Listo?— preguntó poniéndose el cinturón.

—Sí— asintió mirando hacia abajo.

—Oye, pescadito, parece que vas a una sesión de fotos— le comentó con cierto tono burlesco y salió de la cochera.

—¿Crees que es mucho? Tomé lo primero que ví— tomó su camisa con los dedos para poderla observar bien, para él no estaba fuera de lo normal.

—Sí, claro, y lo primero que viste casualmente combina a la perfección— levantó una ceja dando vuelta en una esquina.

—Ya, que tú no tengas mi talento para vestirme no es mi culpa, tonto— le sacó la lengua cruzándose de brazos.

El de brazo tatuado soltó una carcajada, disfrutaba de molestar a su hermanito menor, pero sabía que él también tenía una sonrisa en el rostro. Se detuvo en un semáforo.

—¿No saldrás con NamJoon hoy?

—Su prima vino de visita y no podrá salir hasta pasado mañana, ¿Por qué?
—No, por nada, solo preguntaba. Estaba pensando que...— guardó silencio sabiendo lo que se avecinaba.

—¿A poco piensas?— le preguntó el castañito antes de comenzar a reírse en voz alta.

—¡Ya! Deberías respetar a tus mayores— avanzó por la avenida— estaba por decir que hace tiempo que no veo a SoHee, y de hecho me sorprende que no haya venido a verte desde que llegaste.

JungKook no lo había recordado, era verdad, su hermana no había aparecido ni una sola vez en casa y sus padres tampoco parecían haberla visto en un rato.

—No lo había pensado, la echo de menos, pero supongo que el internado es muy demandante, ya la veremos después— sonrió levemente.

—Tienes razón...oh, ya llegamos— se estacionó junto al auto de TaeHyung.

Ambos Jeon bajaron del auto, el más alto entró al sitio saludando a sus compañeros con una voz alta. El de cabello rizado se quedó observando la fachada por unos segundos, el lugar era bonito, se había imaginado un sitio algo descuidado, quizá hasta lleno de graffiti o cosas raras, pero al final quedó sorprendido, sonrió levemente antes de entrar al sitio.

—¡JungKook! ¡Hola!— fue HoSeok el primero en saludarlo, el de cejas depiladas sostenía una llave de impacto en la mano mientras unos lentes de seguridad le cubrían los ojos.

—Hola, HoSeok-hyung— hizo una reverencia y se acercó a él para darle la mano, pero su hermano lo detuvo poniendo su mano sobre su pecho.

—No, no, te vas a manchar de aceite.

—Es verdad, y esto ya no se quita tan fácil, pero adelante, por allá está tu auto, TaeHyung lo está encerando— sonrió mostrando su blanca dentadura.

El castaño asintió y caminó despacito hasta donde el chico le había señalado. No había cruzado palabra alguna con TaeHyung desde el otro día que habían desayunado juntos, y ahora no sabía cómo hablarle, ¿Debía ser con más confianza? ¿Debía actuar frío como siempre? No lo sabía, no quería incomodar al acanelado.

Ladeó la cabeza al ver su cabello rizado sobresaliendo por el otro lado del auto, parecía estar hincado junto a la puerta.

—Hola, TaeHyung— saludó con las manos detrás de su espalda.