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"Ella y yo"
Pt. 5

Mis ojos no paraban de escanear esa maravillosa escena, su pecho subía y bajaba tranquilamente y su rostro estaba intacto, por lo cual pude apreciarlo más de cerca y quedé encantado con sus pestañas, largas y tupidas.

—¿En que piensas?

Pregunté de repente, al visualizar una mueca extraña, como si algo le hubiera causado un dolor.

—Solo recuerdo—suspiró—recuerdo momentos en los que me he sentido triste.

Algo que me encantaba era la honestidad con la que siempre me hablaba, era la única persona que no tenía que esconder nada, pues yo quería conocer cada uno de sus secretos y amarlos como la amaba a ella.

—¿Quieres contarme?

Pregunté sumamente ansioso, quería que su respuesta fuera positiva, porque de lo contrario moriría de inquietud y angustia.

—Tuve...—sus palabras salieron suavemente de una forma tan lenta en forma de suspiro y se detuvo por un segundo—algo, con alguien, fue una situación tan extraña que me abruma el alma de tan solo pensar.

Vi algo como confusión en su mirada y sus ojos se llovían de un lado a otro de una forma magnífica como si buscará las palabras para expresarse.

—El de alguna forma era egocéntrico y poco amable—suspiró—se portaba de una forma muy hostil conmigo cuando estábamos solos, pero cuando estábamos en compañía de otra persona aparetaba algo que no era.

Intenté comprender lo que ella me explicaba con tanta incredulidad, pues en una sola exprecion yo mismo podría comprender que era lo que sentía mientras hablaba.

—Era un adicto a las redes sociales y siempre buscaba la manera de llamar la atención de los demás por ese medio—vi como cerró los ojos y rapidemnete los abrió—en una ocasión, recuerdo que dicutimos porque mientras estábamos juntos viendo una película, me tomó una fotografía sin mi consentimiento, me enfadé porque el no me había pedido mi autorización, aun sabiendo lo mucho que me incomodan las fotografías, él ese día me tachó de exagerada. A las horas después de alejarnos el subió esa foto a sus redes presumiendo un "día divertido", el cual no tuvimos. Al día siguiente decí terminar con él, lo que hizo fue humillarme por todos los medios de comunicación necesarios y por un momento me sentí culpable.

Cuando agachó su cabeza, no pude evitar sentirme mal conmigo mismo por no poder evitar que se sintiera mal, así que pasé mi brazo por sus hombros y la acerqué a mi, justo cuando tuve su cabeza cerca de mi, recargé mi barbilla en ella.

—No lo hagas, no te sientas de esa manera—con mi pulgar acaricié su hombro en circulos—hay veces que las personas nos equivocamos porque se nos olvida amar con amor y no con protagonismo.

Después de terminar de decirle aquello escuché como soltó un suspiro y seguí acariciándole, deseando que con esa acción pudiese borrar cada una de sus heridas, no solo físicas si no también sentimentales.























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