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Capítulo 128: Ni siquiera he pisado el gusano, pero la serpiente se retuerce. (1)

"...Parece que algo extraño está sucediendo".

El rostro de la Reina estaba visiblemente cansado por las frecuentes reuniones que había tenido últimamente. Daphne resistió el impulso de suspirar para sus adentros y le tendió el informe. Agnes los hojeó de cabo a rabo, con los ojos recorriéndolos como si esperara que le mostraran la respuesta.

"He estado recibiendo regularmente informes directos de la actividad de los monstruos en la Capital y el Norte, así que ya estaba al tanto de los movimientos irregulares. Pero es la primera vez desde mi reinado que oigo voces de inquietud procedentes del resto del continente".

Agnes hojeó la primera página del informe, titulada "Tendencias de los monstruos del Norte". Su mano empezó a hojear las páginas, leyendo cada una con atención.

"Así que es similar a lo del año pasado con el Gigante. Más noticias inquietantes en ausencia del Héroe. Qué dolor de cabeza".

Pasó otra página. Agnes leyó el informe hasta el final, luego suspiró y buscó el siguiente. Cuando terminó de leerlos todos, los informes estaban apilados en un rincón de la sala del trono. La expresión de preocupación de Inés se desvanecía con cada informe. Las preocupaciones que bullían en su mente habían desaparecido, sustituidas por un frío raciocinio que analizaba la situación.

"¿Qué te parece más razonable creer: la posibilidad de que una bestia catastrófica haya aparecido en todos los rincones del continente o que el Sexto Desastre esté afectando a los movimientos de la bestia?".

Daphne pareció atónita ante la mención del Desastre.

"...Su Majestad, su perspicacia es realmente extraordinaria".

Agnes continuó leyendo el resto del material.

"Lo más probable es que sea el efecto del Meteoro. Creo que está lo suficientemente cerca como para que los monstruos lo perciban, y es probable que se inquieten con su presencia. Es como un presagio, aunque mucho más amenazador".

"Estamos de acuerdo con tu suposición. Debería ser el momento de movilizar las fuerzas de la nación. Además, deberíamos contactar con otros países para solicitar su apoyo".

La mirada de Agnes era cálida mientras miraba a Daphne.

"Os apoyaré, por supuesto, pero la mayoría de mis fuerzas estarán estacionadas en Kairos. No deseo ser acusada de no defender adecuadamente a mi país como su monarca".

"...He hablado presuntuosamente."

Agnes se levantó de su asiento. Daphne dio un paso atrás, con la cabeza baja ante la actitud resuelta de la Reina. Había compasión en sus ojos cuando miró al mago.

"No te desanimes tanto, querida. Sé que sigues los deseos del Héroe más que nadie. Yo habría dicho lo mismo si él me hubiera preguntado directamente. Has cumplido con tu deber como miembro del Partido del Héroe, así que no te avergüences".

"Tú no eres el villano aquí. Yo lo soy".

Las palabras de Agnes eran pesadas. Daphne la vio alejarse con ojos melancólicos. Si Elroy hubiera estado aquí, ¿sería capaz de convencerla de que abandonara el país para defender el mundo? Daphne no tuvo tiempo de reflexionar, pues también estaba ocupada.

"Dafne".

Georg, que había asistido a la reunión con Daphne, la llamó. Ella recobró el sentido y se volvió hacia sus compañeros.

"Su Majestad tiene razón. Sólo hemos cumplido con nuestro deber".

Daphne negó con la cabeza ante el consuelo de Georg.

Me Convertí En El Héroe Que Desterró Al Protagonista (Finalizada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora