Capítulo 129: Ni siquiera pisé el gusano, pero la serpiente se retuerce. (2)
La escena en Evernode difería de lo que Pablo recordaba: los residentes quitaban carteles y transportaban provisiones. Los criadores de caballos entregaban sus corceles al ejército, con rostros sombríos. Las fraguas estaban en constante movimiento, fundiendo y martilleando el duro hierro. Se forjaban y distribuían puntas de flecha, puntas de lanza, espadas, armaduras y cascos.
"...He vuelto. Es un ambiente completamente diferente al de mi última visita".
"En el norte es donde empezamos a prepararnos para la guerra, estamos más preparados que en ningún otro lugar del Reino. No sólo Evernode, sino todas las tierras heladas del norte se mueven al unísono para destruir al enemigo".
Fuera del castillo, se estaba estableciendo una red de contactos y suministros con las ciudades vecinas del norte. El material iba y venía, y los jóvenes que atravesaban las puertas de Evernode con rostros decididos parecían más reclutas que refugiados. Tenían un destino en mente. Un centro de alistamiento de voluntarios escondido en el centro de Evernode.
"Parece que no tienes problemas para reclutar soldados".
Una larga cola de jóvenes y ancianos esperaba para alistarse. Los soldados eliminaban a los demasiado jóvenes para alistarse y los enviaban a casa o los derivaban a otros trabajos de apoyo.
"No se trata de números; se trata de cuánto podemos entrenarlos antes de que llegue la batalla real, porque la Ciudadela de Evernode está aquí para protegerlos, y no al revés".
La expresión de Luke era orgullosa mientras hablaba, aunque no parecía complacido. El calor era extraño. El sol era duro, pero a la gente le encantaba, y parecía llevarse en el viento y en el corazón de Pablo como un incendio forestal invernal. Recordaba el aire frío que había respirado, el hedor de los monstruos quemados que le llegaba hasta las fosas nasales.
"La última vez, la batalla contra el Gigante fue un gran logro para Evernode, pero también una humillación. Fue una llamada de atención a nuestra arrogancia, y el Norte ya no bajará la guardia".
Orgullo y arrepentimiento. Pablo recordó que durante la última batalla, Lucas había asumido el papel de líder de los refugiados, y esta vez, estaba decidido a no echarse atrás en la lucha.
"¡Victoria para Evernode!"
Los soldados saludaron a Luke, que volvió al trabajo. Luke agradeció el saludo con una inclinación de cabeza y se dirigió hacia el centro de mando, donde le esperaba el Archiduque Quenor. En su mano había una lista de suministros de los monstruos que habían derrotado en la última batalla.
"Puedes esperar con impaciencia, porque somos más fuertes que nunca".
La puerta del centro de mando se abrió antes de que Luke pudiera llamar. Pablo se estremeció al abrirse, sintiendo un enorme escalofrío. Más fuerte. El hombre de la habitación era mucho más fuerte que la primera vez que lo vio. Era la espada forjada por el invierno.
"Informe. Derrotamos a un grupo mediano de monstruos, pero ninguno era inteligente".
"Buen trabajo. Dale al grupo algunas provisiones para mantener la moral alta."
"Como desees."
Entonces el hombre se volvió hacia Pablo.
"Tenemos un invitado de honor de lejos".
La voz era genuinamente complacida. Por primera vez, Pablo se dio cuenta de que podía sentir asombro y anhelo al mismo tiempo. El Archiduque del Norte, Quenor Stroff, se acercó a él con una sonrisa feroz. Su paso tenía el ímpetu de un gigante y su voz una majestuosidad capaz de calmar los vientos del norte.
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Me Convertí En El Héroe Que Desterró Al Protagonista (Finalizada)
FantasíaDesterré al protagonista. Maldita sea. Si sólo hubiera transmigrado un poco antes.