Fernando había pasado la tarde tantanto de calmar la ira que tenia contenida, se convenció que las palabras de Miguel solo las había dicho para causar un conflicto entre el y Victoria, no iba a caer en sus provocaciones, confiando plenamente en el amor que Victoria le había demostrado, salió de la constructora directo a la mansión, después de la tarde tan desagradable, sabía que estar con ella le haría bien.
Llego a la mansión y entró directamente a la habitación de Victoria, la encontró frente al espejo cepillando su largo cabello.
-. Buenas noches mi amor, no me avisaste que venias.
-. ¿Tengo que avisar para ver a la mujer de mi vida? Dijo caminando hacia ella para darle un beso.
-. Claro que no, tu puedes venir cuando quieras. Correspondiendo al beso.
Terminaron aquel beso, Victoria continuo cepillando su cabello mientras Fernando la veía a través del espejo.
-. Déjame ayudarte. Tomando el cepillo.
Ambos se quedaron en silencio mirándose por el espejo.
-. Victoria, ¿estuviste llorando? La preocupación se apoderó de él.
-. Yo, para nada. Tratando de ocultar su realidad.
-. Tus ojos, están hinchados.
-. Eeee, tal vez porque pase demasiado tiempo en la tina, y a ti, ¿que te paso en la mano?
-. Me pegue por accidente con la puerta de la oficina.
Se conocían tan bien que sabían que se estaban mintiendo, ninguno de los dos quiso aclarar las cosas con el otro, tal vez era el temor de desencadenar alguna pelea
-. Estoy tan casado, fue un día muy pesado. Dijo Fernando sentándose al lado de Victoria.
-. Voy a prepárate la tina con mis sales relajantes, te vas a sentir mejor.
-. Gracias amor.
Victoria se fue al baño a preparar la tina, mientras Fernando daba vueltas por toda la habitación, sin dudarlo la conversación con Miguel lo había dejado mal, en un mar de dudas, dudas que no sabia como despejar ni con quien hablarlas, estaba convencido de confiar totalmente en Victoria, su Victoria.
-. Esta lista mi amor, entra y en un momento regreso. Se acercó a él para darle un pequeño beso.
-. Gracias, mi vida, ¿a donde vas?
-. Por un té. Saliendo de la habitación.
Fernando entró al baño y se desnudo por completo, entró en la tina cerro los ojos para relajarse e intentar calmar sus pensamientos, el agua caliente y las sales estaban logrando su objetivo, hasta de pronto el sonido de la puerta lo interrumpió.
-. ¿Estas bien? Dijo la mujer de cabello largo entrando.
-. Estoy mejor ahora que estas aquí. Extendiendole la mano.
-. Para mi un baño relajante es más efectivo si lo acompañas con un buen vino. Dijo entregándole la copa.
-. Ya creo que si. Dande un trango pequeña al vino.
Victoria tomó una esponja de baño, la enjabono y comenzó a tallar suavemente la espalda de Fernando, después de unos minutos Fernando rompió el silencio que había.
-. Bruja.
-. ¿Qué pasó?
-. ¿Si Miguel te pidiera volver con él, aceptarías?
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Te amo
RomanceCuan profundo puede ser un amor, y es que si, el amor puede devolverte la vida. Esta historia comienza a partir del primer beso de Victoria y Fernando, así que vayan a ver la escena para que se acuerden