No digas nunca jamás

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Victoria pasó mala noche, lloro hasta que se cansó, de verdad le costaba trabajo pensar que Bruno sería capaz de hacer algo así o era su amor de madre intentando evadir la realidad.

Felipa estuvo con Victoria toda la noche, no se separo de ella ni un segundo, necesitaba de alguna manera asegurarse que iba a estar bien.

La mañana llego, en cuanto fue una hora prudente Felipa llamo a Alex, para decirle como estaba Victoria y así pudiera estar más tranquilo.
Por su parte Alex salió rumbo al reclusorio, tenían que informarle lo que había pasado, tenían que estar preparados, no sabían como iba a reaccionar Victoria luego que se le bajara el enojo.

-. ¿Cómo se te ocurrió decirle, en que estabas pensado?

-. Fernando yo no se lo dije, escucho mi conversación con Raquel.

-. Debieron ser más cuidados Alejandro.

-. Por favor Fernando, ¿como íbamos a saber que nos estaba escuchando?

-. ¿Cómo está? Mostrando su preocupación.

-. Enojadisima, ¿como quieres que este? Y...

-. ¿Y qué Alejandro?

-. Se fue de la casa. Dijo con un poco de temor.

-. ¿Cómo que se fue de la casa, sola? Alejandro está embarazada, si le pasa algo a ella, a mi bebé, no puede ser.

-. Fernando tranquilo, Felipa esta con ella, me hablo esta mañana, mi madre está bien, no te preocupes, Felipa la va cuidar, porque lo que es a mi no me quiere ver.

-. No puede ser y yo aquí, sin poder hacer nada.

-. Y si no estoy mal, en este momento debe estar hablando con tu abogado.

-. ¿Qué?...

Casa de Victoria.

El abogado le explicaba a Victoria el contenido de las pruebas que tenía, en efecto, ayudaban, pero no eran suficientes.

-. Es por eso que necesitamos su testimonio señora.

-. Entiendo, ¿cuando podre hacerlo?

-. Tendría primero que hacer una cita con el juez que está llevando el caso se arquitecto.

-. Se lo suplico, que sea lo más pronto posible por favor.

-. Haré lo que pueda señora, ya tiene mis datos y yo los suyos, en cuanto me resuelvan la cita me comunico con usted.

-. Otra cosa... así como mi hijo y Fernando le pidieron no decirme nada, yo quiero pedirle lo mismo, no les diga que daré las declaraciones.

-. Señora, tarde o temprano se van a enterar.

-. Ya lo sé, pero más vale tarde, hágalo como un favor especial.

-. Cuente con ello señora.

El abogado dejo a Victoria, ahora la esperanza y tal vez la seguridad de que Fernando saldría ponto estaba más latente que nunca.
Por su cabeza pasaban mil cosas, días, instantes, lugares, cualquier cosa que puedira ayudar en el testimonio, pensar tanto estaba siendo bastante abrumador, necesitaba relajarse.

Junto con Felipa salió a dar un paseo, fueron a un centro comercial, le comenzó a hacer ilusión ver las cunas, carreolas y todos los accesorios de bebé, muy a su pesar se contuvo que comprar cuanto tenía en frente, quería compartir aquel momento junto a Fernando, al fin aún quedaba tiempo.

Lo que si ya no podía esperar era comprar ropa de maternidad, aunque su ropa era holgada, ya no era suficiente, así que tenía que comprar una que le quedara más cómoda.

Te amoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora