Me alimento de ti

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Sin dudarlo Bruno le había hecho pasar un muy mal rato, pero como lo había dicho, tenía una cita muy importante y no iba a permitir que nadie le arruinará el momento.

Clínica de Hernan.

-. ¿Estás lista?

-. Si. Contestó emocionada.

Hernan coloco el gel sobre el vientre de Victoria para después comenzar a pasar aquel aparato de daba las imágenes, ahí estaba su bebé.

-. ¿Quieres saber el sexo del bebé?

-. Sii. Su rostro se lleno de ilusión.

-. Muy bien, esperamos que nos deje ver porque al parecer esta dormido.

La emoción de Victoria era bastante evidente su mirada estaba atenta a cada pequeño detalle que mostraba aquella pantalla, estaba embelesada con los rasgos finos de sus carita, una carita tal linda, pensa en que seria igualito a Fernando, imaginaba el color de sus ojos, estaba viviendo un verdadero sueño.

-. Parece que le gusta el misterio a este bebé. Por más que Hernan movía el aparato no lograba ver el sexo del bebé. No te preocupes Victoria, lo volvemos a intentar en la próxima cita, ahora vamos a escuchar su corazón.

Victoria se sentio un poco desilusionada, en el fondo esperaba saber para así poderle dar la sorpresa a Fernando, pero las cosas pasan por algo, aunque rápido se esfumó aquel sentimiento cuando escucho el latir fuerte del pequeño corazón, de nuevo le fue difícil evitar las lágrimas, estaba ahí una vez más la confirmación de la vida que llevaba dentro.

Hernan terminó de hacer la interpretación de la ecografia, tomó medidas y peso aproximado del bebé, reviso a Victoria para asegurarse que todo estuviera en orden.

-. ¿Qué pasa Hernan? Me asusta tu seriedad, ¿hay algo malo? ¿Mi bebé? La preocupación fue evidente.

-. Tranquila Victoria, el bebé está perfecto.

-. ¿Entoces, qué pasa?

-. Me preocupa un poco que tu presión siga alta, ¿te has sentido mal estos días?

-. No, bueno, cansada y en ocasiones mareada, pero es algo normal en mi estado, ¿no?

-. Si, te voy a pedir que estés atenta, cualquier cosa rara que sientas, avísame, a la hora que sea, voy a hacerte tu nueva receta.

Reclusorio.

-. Podemos apelar con los documentos que ya tenemos.

-. ¿Conseguiremos su libertad?

-. Esperemos que si, me urge salir de aquí.

-. Esperemos que sea suficiente, aunque sabemos que el testimonio de la señora ayudaría demasiado.

-. ¿Qué señora, de que hablan? Dijo la mujer acercándose a la mesa.

-. De nada mi amor, no tiene importancia. Levantándose para recibirla con un beso y después ayudarla a sentarse.

-. Licenciado, ¿como va el caso de Fernando? Tomándo la mano de Fernando.

-. Madre, quedamos es que no te involucrarias en esto.

-. Ya sé, pero aprovechando que esta aquí, quiero que me ponga al tanto de todo.

La reacción rápida de Alejandro y Fernando fue mirar al abogado para evitar que dijera algo, realmente estaban dejando a Victoria fuera de todo el proceso.

Te amoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora