El hombre de mi vida

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Despertó exaltada, ¿era verdad lo que sus ojos veian? ¿Era real? Su corazón de empezó a acelerar, pero esta vez era de emoción, si era él y estaba frente a ella.

-. Fernando, mi amor. Emocionada, abrazándolo fuerte.

-. Amor. Regalándole una gran sonrisa.

-. De verdad estas aquí. Las lagrimas se hicieron presentes. No lo puedo creer mi amor, estas aquí. Lo tomo del rostro y comenzó a llenarlo de besos.

-. Por fin mi amor, por fin estoy aquí. Dándole una gran sonrisa.

-. Pero, porque no me avisaste que ibas a salir, pude haber ido por ti, no sé hacer algo.

-. ¿Hacer algo? Si ya lo hiciste todo, esto es gracias a ti. Le tomo las manos para darles un ligero beso.

-. Mi vida... ya es un poco tarde. Aquel instinto protector se hizo presente. ¿Necesitas algo, quieres comer? Lo que quieras... Intentando levantarse.

-. Bueno, si me preguntas. Impidiendo que se levantara. Lo único que necesito en este momento es... besarte.

Como podía resistirse a esa petición, Fernando se acercó a más a ella, quedando a escasos centímetros de su boca, miró con detenimiento sus labios, no pudo resistir ni un segundo más, unió sus labios a los de ella, era un beso ansioso, lleno de una pasión desbordante, la respiración les comenzó a faltar y solo eso los hizo intentar separar, en un moviento rápido Victoria mordio el labio de Fernando, aquel gesto le parecía tan excitante, Fernando llevo una de sus manos a la pierna de Victoria, acariciandola como solo el sabía, quería llegar hasta el final... pero los moviemtos en el vientre de Victoria los hizo parar.

-. Creo que alguien entendió que papá está aquí. Sonriendo y con la respiración agitada.

-. Hola mi cielo, papá esta aquí y no sabes las ganas que tenia que estar con tu mamá y contigo. De verdad reconocía la voz de Fernando, se movía de un lado otro.
Yo también estoy feliz de poder estar con ustedes. Poniendo sus manos en el vientre de Victoria para poder sentirlo.
Y sabes que, ya nada ni nadie nos va separar, siempre voy a estar aquí, para cuidarte a ti y a tu mamá, que son lo más importante que tengo en la vida.

Victoria lo miraba emocionada, es que verlo en esa faceta de papá era algo que no tenía precio y si ya lo amaba, el verlo como amaba a su bebé, la hacia amarlo aún más, convenciendose de que haberse arriesgado a vivir ese amor y a buscar tanto ese bebé, había sido lo mejor que había hecho en la vida.

-. Mi amor, gracias por haber ido a declarar, gracias ti estoy libre.

-. Por lo menos lo reconoces, ¿por qué no me dijiste desde antes? Obligandolo a moverse para poder levantarse del sofá.

-. No quería involucrarte más, además en un principio estábas molesta conmigo.

-. Bueno si, pero después, tanto tu como Alejandro tuvieron miles de oportunidades para decirme y ninguno de los dos fue capaz de hacerlo.

-. Lo único que buscamos Alex y yo era cuidarte. Intentando tomarle las manos.

-. ¿Cuidarme de qué? Alejándose de él evitando que la tocara

-. Por favor, ¿cuidarme de qué? Estoy bastante grandecita para cuidarme yo sola, para pensar y decidir por mi misma.

-. Pues si, pero da la casualidad que eres mi mujer y además estás esperando un hijo mío y mi deber es protegerte.

Te amoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora