Nuestro secreto

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El proyecto de la casa iba avanzando más rápido de lo que esperaban, faltaban solo detalles, detalles que solo el dueño de la casa podía hacer, claro, con ayuda de algunos cómplices.

-. ¿Entoces si me va a ayudar a llenar el colset?

-. Faltaba más joven, ¿cuando quiere que empecemos?

-. Lo más pronto que pueda, pero tiene que ir sacando la ropa poco a poco, no quiero que se vaya a dar cuenta.

-. No se preocupe, ya veo yo que le invento si se da cuenta que falta algo.

La casa quedó completamente lista después de 2 semanas y media, justo antes del cumpleaños de Victoria, estaba todo listo y había llegando el momento de entregar la casa a sus dueños.

-. ¿Hasta cuando voy a conocer a tu amigo? Quiero darle las gracias por haber confiado en mi para decorar su casa.

-. Pronto, te lo juro, mejor en lugar de estar pensado en trabajo, hay que planear que vamos a hacer para mañana.

-. Fernando, ¿que vamos a celebrar? Que estoy entrando a la vejez, no, no quiero nada.

-. Bruja, como no vamos a celebrarlo, es tu cumpleaños, además será el primero que vamos a pasar siendo novios. Se acercó a sus labios para besarla.

-. Y también será el último. Separándose rápidamente de sus labios.

-. ¿Qué? Dijo asustado.

-. Lo que escuchaste, porque mi próximo cumpleaños lo quiero pasar con mi esposo. Dijo ablogandolo a sentarse uno de los pequeños sillones que tenía en su habitación, para después subirse a horcajadas sobre Fernando.

-. Así serán mi amor, te lo juro. Fernando llevo sus manos a las caderas de Victoria mientras ella lo besaba.

Poco a poco aquel beso comenzó a subir de intensidad, sin importar si alguien pudiera entrar a la habitación.

-. Amor, espera, ya me tengo que ir.

-. No te vayas, quédate conmigo. Insistiendo con los besos.

-. No puedo, tengo muchas cosas que hacer en la oficina. Inmediatamente Victoria se separado de los labios de Fernando.

-. Esta bien. Se puso de pie tratando de ocultar su molestia.

-. Amor, no te pongas así.

-. ¿Así como? Yo estoy bien.

Claro que estaba molesta, Fernando jamás le había negado la posibilidad de hacer el amor, siempre estaba listo y dispuesto a complacerla y claro que aquella negativa le dolió.

-. Esta bien, entonces te veo mañana, ¿si?

-. ¿Cómo, tampoco vendrás en la noche?

-. No creo Victoria, tengo mucho trabajo, lo más seguro es que termine tarde.

-. Mmmm, esta bien.

-. Te veo en mañana mi amor. Se acercó a ella para despedirse, ella esperaba un beso en la boca, como era la costumbre, pero en esta ocasión obtuvo un pequeño beso en la mejilla.

Fernando salió de la habitación dejando a Victoria... enojada era poco, para lo que realmente sentía, estaba furiosa.
Casi en la salida Fernando se encontró con Felipa.

-. ¿Y? Curiosa.

-. Se quedó enojada.

-. ¿Cómo sabe?

Te amoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora