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RIVERLANDS.

El dragón aterrizó soltando un chillido que puso alerta a muchos quienes miraban en mi dirección, baje de Maeryx deslizándome por su ala y me acerque a ella por defrente.

Te conozco, eres mimada —hable solo para ella para mí —, buscaré que te traigan algo para comer.

Maeryx pego su hocico a mi pecho en una muestra de cariño que me hizo reír, y luego de eso empecé a caminar hasta mi destino.

Me acerque hasta donde dos chicos hablaban limpiando espadas, al verme llegar hacia ellos se levantaron de golpe.

—Mi princesa — hablaron al mismo tiempo haciendo una reverencia mal hecha, que me causo gracia.

—Pueden levantarse — lleve una mano a mi boca tratando de esconder mi risa, la primera en algunos días —¿Cuales son sus nombres?

—Soy Tommen, majestad — el mayor hablo, lo mire frunciendo el ceño —Tommen Rivers, mi princesa. —susurro avergonzado, haciéndome asentir —Él es mi hermano Bran.

—Es un verdadero placer conocerlos a ambos. — le extendí mi mano, y cuando el la agarro le di un suave apretón que lo hizo sonreír con más confianza. — Me gustaría quedarme a charlar, pero estoy buscando a mi prometido.

La boca del pequeño Bran se abrió de sorpresa mientras soltaba una risita haciendo que recordara a Luke, un pinchazo me atravesó el corazón, pero al mismo tiempo una nueva sonrisa se presentó en mis labios.

—Es usted muy hermosa, majestad — sonreí con cariño acariciando su cabello negro.

—¿Qué edad tienes, Bran? — me atreví a preguntar mientras me sentaban en una de las mesas de armas.

—Tengo doce, princesa — asentí a su respuesta, y estaba a punto de decir algo más cuando Tommen volvió a hablar.

—Ahí viene, mi princesa — señaló hacia donde él castaño iba apareciendo con el cabello alborotado y su ceño fruncido —, últimamente no lo vemos mucho, se la pasa en algun lugar, cuidando algo.

Tommen rasco su cabeza con duda al mismo tiempo que yo asentía con la mía. Al parecer el chico Blackwood vio a sus escuderos, más frunció el ceño al verme a mi, quizás no reconociéndome, pero a medida que se acercaba una pequeña sonrisa empezó a aparecer en su boca.

—Me preguntaba a qué hora llegaría, mi señor — hable cuando él  estuvo más cerca de mi, una sonrisa boba se formó en sus labios mientras tomaba mi mano y depositaba un casto beso en ella.

—Espero no haberte hecho esperar mucho, Rys.—susurro más para nosotros que para los demás.

—¿Ahora me tuteas? — pregunte con una sonrisa, haciendo que el riera —, estos jóvenes me hicieron compañía, mi señor.

Ni siquiera sabía porque estaba bromeando, pero cada vez sonreía un poco más.

—Pueden retirarse — hablo el castaño a sus escuderos.

—No, esperen — me separe de Benjicot caminando hacia donde se encontraban los chicos —¿podría buscar algunas ovejas? Maeryx no les hará daño al ver que llevan su comida — asintieron con algo de duda, dispuestos a irse —¡Oye, Bran!

El niño más pequeño volvió a verme al momento en que lo llamé, quite uno de los pines de oro en mi vestido tirándoselo al niño quien lo agarro sorprendido.

—Princesa...—estaba atontado viendo el pin.

—Puedes venderlo — le sugerir —, si sabes donde hacerlo, te darán mucho por él.

Fire and Blood - Benjicot Blackwood.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora