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KING'S LANDING.

—Es la princesa Aerys...

—Qué los dioses se apiaden de nosotros...

—Trae a Aegon el menor...

Seguí caminando con la frente en alto tratando de controlar las lágrimas que amenazaban con salir, estaba descalza, mis vestido completamente arruinado, probablemente mi mejía estaba roja por el golpe que me había proporcionado en el rostro, pero tenia a Aegon a salvo contra mi pecho, mientras mi hermano estuviera conmigo, todo iba a estar bien, o al menos eso quería creer.

Los pies me dolían por las piedras del camino, y me ardían por el calor bajo ellos, abrace más a Egg contra mi pecho viendo como todos salían a ver que estaba pasando y hablaban en voz alta.

—Rhaenyra vendrá...

—¡Queremos a Rhaenyra!

—¡Princesa! — la gente se trataba de acercar a mi pero los soldados verdes lo impedían.

Pare mi caminar de golpe mientras me acercan hacia la gente que me llamaba y estiraba su mano hacia mí.

Una señora mayor tomó una de mis manos entre las suyas dejando un beso, y esa mera acción hizo que las lágrimas empezarán a resbalar por mis mejias.

Todos los esfuerzos que había hecho en el camino por no llorar se vieron derrumbados al ver como el pueblo de King's Landing se unia para desmotrarme su apoyo.

—Huya, princesa, nosotros distraemos a todos — vi al señor que había hablado negando con la cabeza apresuradamente.

—No. No voy a permitir que alguno de ustedes muera por mi — senti como un soldado empezaba a jalar de mi con demasiada fuerza haciéndome quejar.

—¡Rhaenyra vendrá! ¡Teman por sus vidas, porque tomará todo con Fuego y Sangre!

—¡Larga vida a la reina Rhaenyra!

—¡Larga vida a la princesa Aerys!

—¡La muerte para el usurpador!

Me obligaron a seguir caminando mientras atrás de mi se armaba una revuelta me aferre a Aegon quien permanecía despierto en completo silencio.

La Fortaleza Roja me recibió, pero esta vez fue muy diferente, afuera estaban Aegon y la reina viuda esperándome, atrás de ellos se encontraba Aemond con una sonrisa maliciosa.

—¿Qué has hecho por los dioses? — la histeria de Alicent se noto al verme con miedo mientras se abalanzaba contra su hijo.

—Creía que estabas muerto — me burle en la cara de Aegon quien tenía muchas quemaduras.

El golpe en mi mejía no tardo en llegar, sentí como sangre brotaba de mi nariz haciendo que se deslizará por mi labio.

—Esperare ansiosa el día en que tu cabeza descanse en una lanza al frente de la Fortaleza, naranjero — Criston Cole palidecio ante el apodo mencionado —, pero antes de que eso suceda pediré a mi esposo que corte la miseria de pene que manejas. ¡Oh! Y también tus manos se las entregare en una bandeja de oro a la reina.

—Llevenla a una habitación limpia, que tome un baño y se ponga ropa más digna — ordenó Alicent sin atrever a verme.

—Vuelve a tocarme, y lo último que veras serán mis uñas arrancando tus ojos — el soldado detuvo su acción alejándose un poco mientras sentía los temblores de Aegon quien probablemente empezaría a llorar.

Aegon estaba siendo cuidado por una nana, eso no me tenia segura pero no podía hacer mucho estando encerrada en mi habitación, me había negado con uñas y dientes a que me arrebataran a mi hermano, pero el golpe que Aegon me había proporcionado me había dejado tendida en el suelo.

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⏰ Última actualización: Aug 15 ⏰

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Fire and Blood - Benjicot Blackwood.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora