REPOSO DEL GRAJO, algunos días antes.
—¡¿Qué haces aquí?! — la princesa Rhaenys me grito al ver como me ponía al lado de ella haciendo rugir a Meleys.
—¡No te voy a dejar morir, abuela! —la mujer me vio a los ojos, no con miedo, estaba segura que Rhaenys nunca había conocido el miedo, o pocas veces lo había sentido, pero ahora yo si tenia miedo, llevaba noches con el mismo sueño, y no podía dejar que esto pasara.
Y tal vez de paso, si los dioses eran buenos conmigo me llevaría a Aemond por delante.
—¡Tienes que regresar, Aerys!¡No puedo dejar que estés aquí!
En respuesta me acomode mejor en Maeryx y baje en picada escuchando el grito de fastidio de la princesa atrás de mí.
Regrese mi mirada al cielo viendo como como Sunfyre aparecía lo cual me puso a latir el corazón de prisa.
Vi como Meleys empezaba a atacar al dragón de Aegon, al mismo tiempo que Vhagar aparecía de entre los árboles.
—Vēzot, Maeryx — la dragona empezó a subir, mientras empezaba a prepararme — angōs, Maeryx.
La dragona chilló tirandose contra Vhagar haciendo que Aemond volviera a ver asustado, y como pudo tomó la riendas de Vhagar al mismo tiempo que mi dragona empezaba en atacar, Maeryx mordió el cuello de Vhagar, pero al ser más pequeña que la vieja dragona aquella se logró soltar.
Aemond parecía que hacía de todo para evitar lastimarme, pero Vhagar se estaba enojando ante las provocaciones de Maeryx.
Vi con poco más allá como Meleys le daba batalla a Sunfyre, la pobre Sunfyre chillaba de dolor cada que Meleys clavaba sus uñas en ella.
—¡Para, Aerys, esto no está siendo gracioso! — escuche el grito de Aemond mientras Vhagar trataba de defenderse.
—¡Tal parece que alguien le tiene miedo al fuego! — me burle jalando las riendas de Maeryx alejándome.
Me dirigí hacia Aegon y Sunfyre, recordando las palabras de Helaena "seré libre el día que Aegon muera" lo sentía por Sunfyre, al final de cuentas los dragones no tenían culpa de nada de esto.
—¡Dracarys, Maeryx! — grite mientras estaba cerca de Aegon, vi como Meleys extendía sus alas protegiendo a Rhaenys del fuego, al mismo tiempo que Aegon era quemado por el fuego de mi dragón, Meleys aprovecho y salió de su agarre.
—¡Rhaenys! ¡Tenemos que irnos!
—¡No! ¡Vete tú, Aerys! — la princesa me grito —¡Yo muero hoy, pero me llevo a uno de estos hijos de perra conmigo!
La abuela sabía que yo no la dejaría, que no la dejaría sola y que mucho menos la dejaría morir, y creo que fue la única que vez que vi el miedo cruzar por sus ojos, asentí y me prepare para dar la siguiente orden:
—Angōs, Maeryx — la dragona se volvió a ir contra Aemond quien parecía tener problemas para controlar a Vhagar, al mismo tiempo que Aegon caía con Sunfyre.
Lo siguiente para mi paso en cámara lenta, vi como Vhagar agarraba a Meleys por el cuello haciéndome gritar mientras la dragona pegaba sus últimos suspiros.
Aemond tenía el rostro lleno de pura satisfacción viendo como Meleys caí junto con Rhaenys, y Maeryx sentía mi agonía dejándose ir hacia abajo en busca de Rhaenys.
—¡Abuela! — el grito desgarro mi garganta, eran raras las veces que la llamaba abuela, y ahora que lo hacía temía que fuera la última vez que lo haría, y me recrimine por no hacerlo seguido.
Maeryx extendió sus alas casi llegando al suelo, y reaccione tomando la mano de mi abuela entre la mía con todas mis fuerzas antes de que llegara por completo al suelo.
Cerré mis ojos con fuerza sintiéndo como el agarre de Rhaenys se debilitaba y use ambas manos tratando de subirla.
No me importaba que Aemond se haya escapado, no me importaba si Aegon y Sunfyre habían muerto, no me importaba nada, solo tenía que salvar a Rhaenys o me iba a culpar toda la vida por ello.
—¡Vuela, Maeryx! Hay que ponernos a salvo — casi llore mientras como podía ubicaba a una Rhaenys inconsciente entre mis brazos.
♤
Roca Dragón me recibió con mi madre enojadisima mientras yo bajaba como podía con Rhaenys en mis brazos.
—¡Un maestre! ¡rápido! —ya luego me encargaria de mi madre, al parecer ella noto mi agonía y ella misma me ayudo a trasladar a la princesa hacia sus aposentos.
Fueron tres largos días para que Rhaenys despertara, mamá estaba enojada conmigo y apunto de mandarme a pentos sin dragón, y él abuelo Corlys aunque me agradecía por salvar la vida de su esposa, me recriminaba por irme a una misión suicida, pero cuando Rhaenys despertó al tercer día, sentí que todo había valido la pena al sentir sus brazos rodearme, y su labios llenarme la cara de besos, aunque también recibí un regaño de su parte, su mirada llena de amor y de orgullo la delataba.
DRAGONSTONE, tiempo actual.
—Probablemente sería un pescador...
—Manda a tus hombres a buscar al príncipe Lucerys Velaryon...
—¿Ella esta bien?
—Solo esta desmayada, mi reina.
—¿Despertara pronto?
—Tal vez en algunas horas, su cuerpo está cansado por los eventos recientes.
Y de la nada deje de escuchar, mientras me perdía en recuerdos.
Volví a despertar sobresaltada, todo en la habitación estaba a oscuras, me levante de la cama desclaza caminando hasta la chimenea la cual encendí como pude para entrar en calor, bebí un poco de agua de la jarra, y con poco de esperanza en mi pecho salí de la habitación, desclaza, con el cabello alborotado y con un frío insoportable calandome los huesos.
Los guardias que me miraban se inclinaban pero trate de no ponerles atención mientras seguía mi camino, vagando por los pasillos de Dragonstone como un alma en pena.
—Princesa — volvi a ver como Elys me llamaba, llevaba una vela en su mano y su ropa de dormir, corrió hacia mi con una capa abrigandome —, princesa, tiene que descansar, el maestre dijo que necesita reposo.
Negué sin hablar separándome de ella y siguiendo mi camino, pero sentía como Elys me seguía a un buen paso, llegué a la cocina la cual estaba vacía por la hora y tomé pasteles, y todo postre que se me atravesara.
Salí sin decir nada mientras mis manos temblaban y en mis pensamientos rogaba que no fuera un sueño, el frío ya no me importaba, sentí mis labios temblar conteniendo las lágrimas y finalmente llegué a la puerta.
Dude un poco, y un rayo de esperanza se extendió en mi al ver como se miraba el fuego encendido por debajo de la puerta.
Por alguna razón sentía que ya había vivido esto antes, y que el final de esto no me gustaba.
Suspire con fuerza y abrí la puerta, todo estaba acomodado, el ambiente adentro era caliente, lo cual me hizo suspirar con un poco de alivio, todo estaba tranquilo, parecía que no había nadie.
El corazón se me hundió en el pecho, pero en el gran sofá se miraba una sombra, traté de buscar mi voz como pude tratando de buscar las palabras.
—Luke...— hable como pude.
La persona en el sofá volteo revelando su rostro —Sabía que me encontrarías, hermana.
⚫️🟢
Oigan por alguna razón yo sentía que les debía esto, espero les guste jaja 😔
Mientras yo me voy a seguir hundiendo en mi mar de tareas, no leemos pronto.
ESTÁS LEYENDO
Fire and Blood - Benjicot Blackwood.
Fanfiction-Dile al falso rey, que por cada cabello que falte en la cabeza de Aerys, son veinte hombres menos que tendrá - Blackwood estaba enojado, mientras caminaba de un lado a otro. -¿Y el Príncipe Aegon, mi lord? -su escudero preguntó con algo de miedo. ...