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RIVERLANDS.

Seguí a Aerys por todo el campo de entrenamiento con una sonrisa plantada en la cara, caminaba atrás de ella y de manera disimulada miraba su trasero.

Aerys era un deleite para la vista, tenía buen porte, su cuerpo era esbelto, su cintura estrecha, y su pecho generoso, tenía el cabello rubio platinado y caía liso hasta abajo de su cintura aunque en las puntas de este se formaban pequeños risos, sus ojos color violetas eran grandes, y estaban llenos de malicia, tenía unos labios que provocaba besarlos, y una sonrisa que derretía a cualquiera.

La escuche hablar en Valyrio con dragón y frunci un poco el ceño tratando de entender lo mejor que pudiera.

—Ven, Benji — me llamo me acerque con cuidado viendo como el dragón se ponía a la defensiva, pero ella le hablaba calmandolo.

Llegue hasta donde estaban y la princesa tomó mi mano entre la suya mandando una corriente a todo mi cuerpo haciendo que la mirara, ella también me miró con algo de miedo pero al mismo tiempo con una sonrisa.

Su mano era suave, y su piel caliente con cuidado puse mi mano cerca de la boca de la dragona, estaba preparado para perder mi mano, pero la bestia cerró los ojos y pego lo más parecido a un suspiro soltando aire caliente que me hizo cosquillas.

—Vamos, Maeryx será buena niña y te dejará subir — la platinada dejo un beso cerca de las narices del dragón mientras lo rodeaba para subir.

Aerys subió a la dragona como quien sube a un cabello, bueno quizás esa no era una buena comparación, porque para subir a un caballo no tienes que trepar cuerdas.

Rys me tendió la mano al mismo tiempo que empezaba a subir, y al parecer empleo toda su fuerza para que yo terminará de subir.

La chica siguió hablándole en valyrio a la dragona y está empezó a subir, del impacto me aferre a su cintura con una de mi manos, haciendo que ella tuviera un leve temblor, y empezó el vuelvo.

Llevábamos mucho rato arriba del dragón, las piernas se me estaban empezando a dormir, y seguía con mi mano en la cintura de Aerys, me acerque un poco a ella por su cuello haciendo que ella diera un leve salto.

—¿Te han dicho alguna vez cuan hermosa eres, Aerys? — roce mi nariz contra su mejía haciéndola soltar una risa.

—Muchas veces — contesto en un susurro que apenas escuche — pero ninguna de esas veces sentí lo que sentí al escucharte decirlo a ti.

Vi el amago de una sonrisa en sus labios, sonreí un poco y deje un beso en su mejía el cual la hizo girarse viéndome directamente a los ojos, la tenía tan cerca, la tentación era enorme, y ella la sentía porque mira mis labios con los ojos brillantes, empecé a acercarme a ella, cuando las fuertes gotas de agua hicieron que nos alejaramos con rapidez.

BASTION DE TORMENTAS.

Tomé las riendas de Maeryx con fuerza ordenandole que siguiera su vuelvo, pero la dragona era caprichosa y se negaba a volar en mal clima.

Te prometo cuatro ovejas para la cena, si haces esto por mi — le grite, y al parecer su capricho empezó a detenerse.

Sentí la mano de Benjicot apretando mi cintura con fuerza mientras empezábamos a bajar en picada.

Bajamos de la dragona una vez esta aterrizó con fuerza soltando chillidos de molestia, ayude a Blackwood a terminar de bajar mientras me paraba enfrente de las grandes puertas, los guardias me miraban asustados.

—¡Traigan a lord Borros y a sus hijas ante mi! — mi grito resonó entre la lluvia, y al parecer el guardia más joven corrió hacia adentro.

Mi cuerpo había empezado a temblar quizás del frío o de los nervios, sentí la capa de Ben en mis hombros, seguido de su mano entre la mía dando leves caricias.

Fire and Blood - Benjicot Blackwood.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora