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La mañana siguiente llegó con rapidez. Irina se levantó de su enorme cama de dos plazas y entró a la ducha para después vestirse con unos pantalones de cuero negros y una camisa blanca.

— Hola, Suzanne. — saluda Irina casi con burla cuando entra a la sala de operaciones, pero después su mirada se dirige a Alex.— ¿Dónde está Lloyd?

— El señor Hansen ha salido temprano. — responde Alex. Irina había conseguido traerlo con ella, era su mano derecha. — Dijo que le llamases.

Irina asiente acercándose a la mesa en la que Lloyd mantenía su botella de whisky. Abre el tapón y toma un trago directamente de ahí, él odiaba que hiciera eso.

— Bien, escuchadme. — Irina llama la atención de los empleados, quienes apartan su vista de las pantallas para observarla. — El último lugar en el que Seis fue visto es Tokio, quiero que consigáis todas las grabaciones de cámaras de seguridad de toda la ciudad. Revisarlas y si encontráis algo mínimamente sospechoso, me lo enseñáis.

Todos asintieron ante la orden y se pusieron teclear en los ordenadores mientras que Irina acomodaba su cabello perfectamente liso detrás de sus orejas. Saca su teléfono de su bolsillo y se aleja de la sala de operaciones.

Irina teclea en su teléfono mientras entra al despacho de Lloyd y se sienta sobre la mesa, cruzando una pierna sobre otra y escuchando los sonidos de la llamada.

Irina. — su voz llega a ella.

— La investigación está en marcha. — informa ella paseando su mirada por todo el despacho. — ¿Donde estás?

Tienes un regalo en camino, no tardará en llegar. — Irina entrecierra los ojos ante el tono que usa.

— ¿A qué te refieres?

Voy a hacerle una visita al viejo. — comenta Lloyd. — Él sabrá dónde está Seis.

Irina enseguida encaja las piezas del puzzle. — Me estás trayendo a su sobrina, ¿verdad?

Que inteligente eres, cariño.

— Lloyd. — ella se levanta de encima de la mesa y empieza a pasearse con calma por el despacho. — La niña sólo es para chantajearlo, no le haremos nada.

Cómo tú quieras. — dice él despreocupado. — Tengo que dejarte, llegaré esta tarde con el viejo.

— Vale. — Irina asiente y se reniega mentalmente por lo que dice a continuación. — Ten cuidado, Donald es un ex-miembro de la CIA.

Nosotros dos también somos ex-miembros de la CIA. — se burla Lloyd, cuando escucha el suspiro de Irina vuelve a hablar. — Siempre tengo cuidado.

Bien. — dicho eso, la llamada finaliza e Irina analiza con más atención el despacho de Lloyd.

Aburrida, se sienta en la silla del escritorio pero su corazón se detiene cuando ve una foto de ella sobre la mesa. Ella tenía una sonrisa en su rostro y su cabello levemente despeinado. Estaba sentada sobre el colchón de una cama y su cuerpo desnudo sólo era rodeado por las sábanas blancas de la cama.

Sin quererlo, sonríe, ¿él había tenido esa foto todo este tiempo? Recordaba esa misión a la perfección.

OSLO, NORUEGA

Una pequeña casa de madera alrededor de la nieve era donde Lloyd e Irina se iban a quedar hasta realizar la misión. Denny les había dado cinco días para matar al objetivo y conseguir el activo.

𝘋𝘢𝘳𝘬 𝘚𝘪𝘥𝘦 | Lloyd Hansen Donde viven las historias. Descúbrelo ahora