𝐎𝐂𝐇𝐎

227 34 152
                                    

𝟎𝟖 | Better luck next time

6 DE SEPTIEMBRE 2015

Los sonidos extraños continuaron en la noche. Al igual que la sensación de sentirse observado, los pasos, creer ver siluetas que después no estaban... todo seguía igual. Pero ningún espíritu se había presentado al hacer el ritual, todo había fallado al intentarlo varias veces en aquella noche.

Incluso se podía decir que, en lugar de mejorar, lo paranormal había aumentado. Como si aquella entidad estuviera diciéndole de mil formas a la familia Becker que realmente estaba allí. Pero no se mostraba como tal, lo que lo hacía más raro aún. Porque hacía pensar a Kathleen que estaba loca, y a los padres de ella, creer que tenían una hija demente o que solamente les hacía jugadas para llamar la atención.

Andrew Becker sostenía el periódico en sus manos, leyendo con atención mientras estaba sentado en el sofá, disfrutando de un breve momento de tranquilidad lejos del trabajo. Sorprendentemente, a media tarde, la televisión frente a él se encendió. Aunque no presionó ningún botón, el antiguo aparato cobró vida y comenzó a reproducir un programa animado, atrayendo la atención de Andrew. Dejando a un lado el periódico, frunció el ceño y escudriñó a su alrededor, percatándose de que estaba solo en la sala.

La canción infantil resultaba inquietante y fuera de lugar en aquella extraña situación. Andrew reaccionó rápidamente y apagó la televisión, decidiendo no darle más importancia. Con poco tiempo para preocupaciones, brevemente pensó en Kathleen, pero optó por guardar silencio.

Por fin podrían disfrutar de un tiempo en casa, aunque las noches requerían su presencia en la empresa. Para prepararse, descansaban por las tardes. Ayun Becker se vio envuelta en una extraña situación, al igual que su esposo.

Después de colgar la ropa, Ayun se ausentó para terminar de cocinar el almuerzo. Al regresar, encontró toda la ropa en el suelo, incluyendo la que había sujetado con broches. La frustración la invadió, aunada al estrés que la abrumaba. Sin pronunciar palabra, también pensó en su hija.

Ambos padres compartían la preocupación por Kathleen en medio de estas experiencias, pero no de manera positiva. En lugar de considerar lo paranormal, la culpaban en silencio.

Como era Sabado, Kathleen estaba en casa. Así que sus padres tenían la oportunidad para echarle las cosas en cara por lo que les había sucedido, en lugar de verlo como algo más paranormal.

Eran alrededor de las tres de la tarde cuando la joven de la familia preparaba café en la planta baja. Había almorzado previamente, pero el cansancio la abrumaba debido a una noche sin descanso, agravada por los persistentes sonidos inquietantes. Estar sola en ese momento era mucho más inquietante que enfrentar la situación con alguien más. Sin embargo, en la noche, se encontraba completamente sola, sin la presencia de sus padres. Por lo tanto, en lugar de confrontar lo que sucedía, lo cual consideraba inútil, optaba por taparse por completo y cerrar los ojos con fuerza, deseando en ocasiones convencerse de que todo era producto de su imaginación.

Tras llevar a cabo el ritual mencionado, no se presentó nada. No hubo señales ni indicios de presencia alguna, como si la tranquilidad reinara en su hogar, a pesar de que cada noche enfrentaba tormentos causados por aquella presencia inquietante.

Frustrada, suspiró. Con su celular en mano pasó varios mensajes, mientras después le daba un sorbo al café puro para despabilarse.

𝐌𝐎𝐍𝐒𝐓𝐄𝐑 𝐇𝐎𝐔𝐒𝐄 ➤ txt, choi yeonjun ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora