Corazón Sin Vida | Cristiano Ronaldo × Chicharito

03 | Hermanos

Era lunes por la mañana, Cristiano se encontraba junto a Alberto su padre, ambos estaban esperando a reunirse con Luis Hernandez el dueño de la empresa que estaba interesada en firmar una alianza ampliando el negocio.

- Pueden pasar. - informó la secretaria.

- Buenos dias, Licenciado Hernandez, mucho gusto. - saludó Cristiano junto Alberto.

- Mucho gusto, pero dime Luis. - sonrió y comenzó la reunion.

Pasó alrededor de una hora, ambas partes saldrian beneficiadas.

- Bueno, es un trato, solo que por ahora solo la mitad de la empresa está aliada, pues la otra mitad es de mi ex esposa, por ende tendran que negociar con ella. - dijo terminando de firmar el trato.

- Bueno de eso no hay problema, yo puedo encargarme de eso. - repondió Cristiano. - muchas gracias, nos vemos pronto.

Padre e hijo salieron de la oficina, ese acuerdo les ayudaria llegar a América, pues la empresa era todo un exito en Europa.

- Esto hay que celebrarlo. - habló Alberto. - ¿que dices Cris?

- Claro, pero no puedo, le prometí a Joao ir por él a la escuela y despues pasear por la ciudad. - Alberto lo miro con orgullo.

- Gracias por cuidar de tu hermano, sabes no pasa nada, ve. - dijo con una gran sonrisa.

Volvieron a casa, Cristiano espero hasta que sea la hora de salida de Joao, paso el tiempo y se dirigió en uno de los autos al colegio de su hermano menor.

- Hola Cris. - saludo Joao saliendo del colegio.

- Sube, hoy será un dia de hermanos, tengo pensado llevarte a conocer la ciudad o bueno lo que yo conozco, hace años que no estoy aquí y seguramente hay cosas que han cambiado

Cristiano y Joao se subieron al coche, el sol de la tarde iluminando suavemente las calles de la ciudad. Mientras conducían, Cristiano notaba los cambios en el paisaje urbano desde que se fue.

- Sabes, Joao, México tiene una mezcla de culturas y tradiciones increíble. Vamos a empezar por el centro, es un lugar lleno de lugares interesantes.

Joao asintió emocionado, nunca había tenido la oportunidad de explorar el país.

Al llegar, encontraron un lugar para estacionar y comenzaron a caminar por las calles empedradas. El bullicio de los vendedores ambulantes, el aroma a comida mexicana y la arquitectura colonial envolvieron a los hermanos en una experiencia sensorial única.

- Mira, ahí está la Catedral Metropolitana. - señaló Cristiano. - Es impresionante, ¿verdad?

- ¡Es enorme! - exclamó Joao con los ojos bien abiertos. - ¿Podemos entrar?

- Por supuesto. - Cristiano sonrió y lo guió hacia la entrada.

Dentro, el lugar los dejó sin palabras por un momento. La luz que entraba por los vitrales creaba un ambiente casi mágico. - después de esto, podríamos ir a un lugar llamado el Palacio de Bellas Artes, te encantará, Joao.

- ¡Sí, vamos! - respondió Joao con entusiasmo, salieron de la catedral y caminaron hacia el Palacio de Bellas Artes, disfrutando de la vibrante atmósfera del centro de la ciudad.

Cristiano estaba feliz de pasar tiempo con su hermano y de mostrarle la belleza y la riqueza cultural de México, aunque también tenia una enorme nostalgia al recordar la primera vez que estuvo ahí junto a la persona a la que más amó.

Al llegar al Palacio de Bellas Artes, Joao quedó maravillado por la impresionante fachada de mármol blanco.- Este lugar es increíble, gracias por traerme aquí.