CAPÍTULO 13

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Créditos por la imagen a quién pertenezcan. 🤝💗



Tacto.

Uda pensó que Christopher se estaría quieto, sin saber que ella era lo que lo protegía.

Tenía dolor en el muslo todavía, sin embargo, podía manejar. Centró los ojos en la carretera, ya habían pasado seis horas, pronto iba a amanecer. Mantuvo la mirada al frente mientras intentaba alcanzar la bolsa de papas que le había robado a Morgan.

Se agachó por un momento cuando se resbaló de sus manos y al enderezarse notó que una luz venía de delante. Apretó el volante girando con el corazón agitado, y entonces, alguien más lo chocó. Miró por el espejo retrovisor otro auto que pitaba detrás.

Sacó la mano bajando la ventanilla, maldiciendo a sí misma. Hizo una seña para darle paso, pero el conductor no se movió, la volvió a estrellar y ella reconoció el brazo tatuado de la persona que le sacó el dedo del medio.

Hijo de...

Uda tomó una bocanada de aire antes de acelerar el coche notando que estaba pasando el puente donde la carretera tomaba un pequeño relevo sobre la montaña. Christopher curvó una sonrisa sin saber muy bien por qué, quizá solo quizá la niña le daba gracia.

Él pisó el acelerador y luego la alcanzó hasta ponerse a la par, la estrelló contra la pared de piedra que estaba a su derecha y ella se lo comió con los ojos.

—¡¿Qué coño?! —le gritó desde su coche.

Christopher arrugó las cejas fingiendo no estar escuchando.

—¡Morgan, para! —rugió la rubia pisando el freno y él giró el coche poniéndose cara a cara.

Uda aceleró a la vez que él retrocedía, a la misma velocidad, se formó un aura extraña alrededor, ambos tenían el corazón latiendo con rapidez, la adrenalina corría entre ambos, ya que sus movimientos eran similares.

Christopher ladeó otra sonrisa burlona sintiéndose extraño, y volvió a girar el coche para que ella pasará de largo, casi que chocando con la pared rocosa. Uda se detuvo de golpe dejando las manos en el volante.

Morgan abrió la puerta y ella lo imitó.

—¡Casi me matas! —bajó del coche furiosa— ¡¿Qué mierda?!

—¡Eso no habría pasado, si te hubieras quedado dentro de la casa como lo estipulado!

—Como lo estipulado— lo imitó, acercándose cuidadosamente— ¿es que tengo cara de ser tu juguete para obedecer?

El amanecer dejó que el sol los cubriera a ambos. La figura de Christopher se enderezó de una manera imponente ante ella, quién no bajaba la mirada.

—Ahora lo eres.

Ella le volteó la cara de una bofetada antes de propinarle un rodillazo que lo hizo arquearse, y sin bastar eso, hizo que su pie diera contra uno de los hombros de él, quién logró reaccionar tomandole el tobillo haciendola caer contra el parabrisas del coche.

—¡Suéltame, mongolo! —ella se sacudió, intentando hacer una técnica para partirle el brazo.

—¡Que te quedes quieta, maldita necia! —la estampó con más fuerza haciendo un movimiento para ahorcarla.

Por un momento, lo que era un simple latido, se volvió electricidad pura. Christopher la tenía sobre el parabrisas, abierta de piernas y con la mano apretando la garganta de la chica. El resplandor del sol hizo que él le mirara los ojos ámbar, y ella hizo lo mismo sintiendo su respiración superficial, detallando el acero de los Morgan.

Ambos estaban respirando el aliento del otro, con la boca abierta y el pecho acelerado, él alternaba la mirada entre sus ojos y los labios carnosos que lucían rosados. Ella no podía apartar sus iris de los de Christopher, quién seguía recorriendola.

Él no podía parar, quiso retroceder, soltarla. O algo parecido, quería cortar el contacto, pero no pudo. Porque Uda no solo era sinónimo de inteligencia y valentía, sino de belleza infernal. Y Christopher, bueno, Christopher era la entrada al propio infierno.

—Morgan—siseó ella antes de sentir como los labios de él, se apoderaban de los suyos.

El cuerpo de Uda vibró ante el tacto, los labios de Christopher abrieron otra contienda silenciosa, la cuál desenterró ese lado que pensó que había muerto en él. Sus dientes mordieron el labio inferior de la rubia que entreabrió la boca soltando un quejido, mientras que la lengua de Morgan azotó la de Uda, remarcando quién tenía el control de la situación.

Morgan bajó las manos a la cintura de la rubia quién desplomó cuando un claxon tocó el pito, mostrando por la ventana a varios chicos alcoholizados.

Él se quedó petrificado cuando otra bofetada le volteó el rostro.

—¡No me vuelvas a tocar! —lo empujó, rabiosa sintiendo como se le calentaba todo el cuerpo.

No podía creer que había besado a...

—Entra al coche—Christopher endureció la mandíbula—. ¡Qué entres al coche o te follo aquí mismo!

Ella lo miró con un desprecio insuperable. Estaba furiosa, ya que por primera vez, se había dejado llevar, por un tipo que era igual que Ilenko Romanov. Pensó por un momento devolverse al auto que se había robado, sin embargo, sintió un escalofrío al ver la determinación de Christopher, quién la miró con ira.

Uda entró a la parte de atrás dando un portazo, él hizo lo mismo, encendió el estéreo y manejó de vuelta. Aunque ninguno habló, o se miró por el espejo retrovisor, solo habían dos pensamientos que tenían en mente.

¿Qué había sido ese beso?

Y ¿Por qué aún sentían el deseo de volver a probarse entre sí? 





jakdjakja, reviví vvs. 

¿Ya se vieron Descendientes 4? 😃 

Vean que (a nadie le importa, pero igual lo cuento), estaba releyendo Lascivia, y miro en las advertencias lo que Eva puso: No se permite utilizar el contenido sin autorización. 

Yo planeando otro fanfic, pero de Rachel muy: 

Yo planeando otro fanfic, pero de Rachel muy: 

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Ya, perdón. 

Después les actualizo, piquitos lesbianos xd. 😘😔

MORTAL CAGE.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora