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La tensión en el aire podía cortarse con una tijera, Bokuto comía con su cabeza agachas debido al regaño que su prometido le había dado anteriormente.
Hinata por alguna razón se sentía extraño entre los dos armadores que ni si quiera se habían mirado cuando se saludaron a regañadientes y por alguna extraña razón Ushijima y Kōrai no le quitaban los ojos de encima.

–¿Saliste con Oikawa?
Kōrai y Kageyama abrieron su boca con sorpresa ante la extraña pregunta, ¿Acaso al durisimo cañón de Japón Wakatoshi Ushijima se le había quebrado la voz?

–¿He?
Shoyo estaba más cohibido que sorprendido ante el cuestionamiento, tartamudeo nervioso y sus mejillas se tiñeron de rojo.

Ante el silencio ambos armadores se mostraron ofendidos.

–Quizás no fue tan mala idea invitarlos, amor.
Akaashi se cruzo de brazos observando la escena divertido.

–Disculpa mi intromisión es solo que necesito saberlo para continuar con mi vida.
Bueno, al menos Shoyo podía confirmar lo que tantas veces le contó Tooru cuando bebian algunas copas en la playa, Ushijima si estaba obsesionado con él.

–Bueno...
Rasco su nuca removiendo un poco su anaranjado cabello, la vergüenza se lo estaba comiendo. 

–Creo que sería muy bueno que contestaras eso, Shoyo.
Atsumu interrumpió cruzando sus manos y apoyando su mentón sobre estas, se mantenía intimadantemente serio.

–Es en lo único que podría concordar con Atsumu.
Kageyama se veía aún más intimadantemente por sobre todo debido a que intentaba sonreír.

–Si, bueno...
Hinata trago saliva antes de hablar.– Ambos estábamos solos y con un corazón roto, fuimos compañía el uno para el otro.

–¿Entonces era verdad que saliste con Oikawa?
En el fondo el ojiazul siempre lo supo y a pesar de que lo solía mencionarlo, no había querido creer que aquel mensaje que Oikawa le envió alguna vez era real.

–Permiso iré al baño.
Hinata se levantó para salir casi corriendo al baño.

–Permiso.
Un susurro llego luego de eso y la mesa completa observo como Kageyama se levantaba para encaminarse al baño también.

Ahora las miradas estaban sobre Atsumu.– ¿Qué me miran? ¿Qué quieren?

Bokuto carraspeo y Miya simplemente se levantó murmurando insultos en voz baja para encaminarse al baño.

Acumuló una buena cantidad de agua entre sus manos para luego agachar su cuerpo y llevar esta hasta su cara, mantuvo los ojos cerrados mientras sentía el frío del agua congelar su rostro e intento dejar de pensar por unos segundos

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Acumuló una buena cantidad de agua entre sus manos para luego agachar su cuerpo y llevar esta hasta su cara, mantuvo los ojos cerrados mientras sentía el frío del agua congelar su rostro e intento dejar de pensar por unos segundos.
Desde que había llegado a Japón, todo el mundo lo hacía recordar momentos difíciles que en su mayoría quería borrar.

–Así que Oikawa.
Abrió sus ojos para observar por el espejo detrás de él apoyado en la pared a Tobio, sus brazos cruzados se veían algo grandes y por más que quisiera enfocarse en su rostro la tenue luz del baño no lo permitía al cien por ciento.

No promise. 《Kagehina》 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora