𝟶𝟷𝟾

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𝘾𝙝𝙖𝙧𝙡𝙚𝙨.

Estaba profundamente dormido cuando desperté de golpe. Algo me sacudió con muchísima fuerza.

Al abrir los ojos, sentí una gran incomodidad en mi pecho que quise ignorar, pero simplemente no pude.

Mi garganta se sentía seca, áspera. Intenté tragar saliva, pero fue inútil. En cambio, una fuerte tos surgió. Al principio, tampoco le di mucha importancia. Pues, estas cosas ya me habían pasado antes. Pero en cuestión de segundos, la tos escaló, volviéndose cada vez más violenta, más fuerte.

Intenté respirar hondo, pero el aire... El aire simplemente no estaba entrando.

Cada inhalación era un esfuerzo titánico, era como si mi cuerpo estuviera fallando en lo más básico: respirar. Mi pecho se apretaba, y la tos seguía implacable.

Sentí pánico.

El aire seguía sin llegar, y cada intento de respirar solo hacía que me sintiera más ahogado. Todo en mi cuerpo gritaba por oxígeno, pero nada parecía funcionar. Mis pulmones parecían cerrarse, y sentí cómo el calor subía a mi cara.

—¿Esto es todo? —me pregunté por un segundo, tratando de calmarme, pero el miedo se apoderaba de mí a cada instante.

Mis manos temblaban, y todo a mi alrededor se volvía borroso. Sentía un gran peso en mi pecho, como si algo invisible estuviera apretando con fuerza, impidiendo que el aire fluyera.

Mi cuerpo comenzó a moverse por reflejo, buscando alivio, pero cada movimiento solo intensificaba el dolor y la desesperación.

En medio del caos en mi cabeza, escuché el sonido lejano de voces. Lorenzo y Arthur estaban cerca, pero mi vista se nublaba, y no podía distinguir bien sus rostros. Sabía que estaban preocupados, podía sentir su angustia incluso en mi estado de confusión.

Intenté hablar, pero mi voz apenas salió, ahogada por el esfuerzo de intentar respirar.

Sentía que me estaba yendo lentamente, cada segundo siendo una eternidad. Tosía sin control, intentando expulsar lo que fuera que estaba bloqueando mi respiración, pero solo empeoraba.

Mi garganta ardía, y mis pulmones parecían estar en llamas.

Todo mi cuerpo luchaba, pero me sentía atrapado en mi propio ser, incapaz de hacer que mi pecho se llenara de aire.

Escuché a Esteban decir algo, su voz era urgente, pero sus palabras no me llegaban del todo. Todo a mi alrededor se sentía distante, como si el mundo estuviera a kilómetros de distancia mientras yo me hundía en un abismo oscuro.

Cerré mis ojos con fuerza, intentando recuperar un poco de mi visión. Si iba a morir, me iba a ir viendo el rostro de las personas que mas quería, mis hermanos. Cuando por fin logré enfocar un poco mi vista, visualicé que el reloj marcaba las 2:15 de la madrugada, y aunque lo último que quería era despertar a todos de esta manera. No pude controlarlo.

𝚃𝚑𝚒𝚗𝚐𝚜 𝚊𝚛𝚎 𝚠𝚑𝚊𝚝 𝚞 𝚖𝚊𝚔𝚎 𝚘𝚏 𝚝𝚑𝚎𝚖 - 𝙵𝟷 (𝙲𝚑𝚊𝚛𝚕𝚘𝚜)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora