Las clases con Harry van bien. Dolores no nos ha descubierto, eso es bueno.
Ya aprendimos el encantamiento Diminuto, es el encantamiento para encoger cosas.
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Con Justin todo va bien, en las mañanas, Her y yo, nos sentamos en la mesa de Hufflepuff y en las tardes, Justin se sienta con nosotras en la mesa de Gryffindor, nos estamos haciendo buenos amigos los tres.
Por último, Dolores creó una "brigada inquisitorial" para subir las notas y algunos, casi todos, los Slytherin se inscribieron a esa brigada.
En fin, ahora estamos en una clase con Harry.
– El trabajo duro es importante – decía Harry mientras corregía las posturas de algunos estudiantes – Pero hay algo aún más importante. Tener confianza en ustedes. Todo gran mago en la historia, comenzó un día sin ser más de lo que somos ahora: estudiantes. Si ellos lo hicieron ¿Porque nosotros no? – termino de decir.
– Que alentador – me dijo Justin – ¿Preparada? – me pregunto.
Estábamos practicando el encantamiento Desmaio, lo mismo que pasó con Ron y Her.
– Más que nunca – le dije mientras alzaba la varita.
– Bien, a la cuenta de tres – me dijo – uno...
– ¡Desmaio! – pronuncie el encantamiento antes de tiempo.
Por lógica Justin salió volando hacia atrás.
– Eso fue trampa – me dijo desde el suelo – No me dejaste terminar – me acerqué y le extendí el brazo.
– ¿Estás bien? – le pregunté con gracia. Me tomó el brazo y se levantó.
– Bueno... ¡Desmaio! – pronunció de la nada y salió volando.
Por suerte, algo amortiguó mi caída pero para mala suerte, era Harry.
– Lo siento – le dije y me levantaba de su torso – Justin me lanzó muy fuerte.
– ¿Justin? – me miró con el ceño fruncido.
– ¡__________! – Justin llegó a mi lado – Perdón por eso pero me la debías – me miro con gracia.
– No te preocupes – le dije – Justin el es Harry, Harry el es Justin – los presente.
No se dijeron nada pero por la manera que Harry miraba a Justin y viceversa no se llevaron bien.
{...}
Estábamos empujando con encantamientos a un maniquí de entrenamiento.
– ¿Lista? – le pregunté a Ginny y ella asintió.
Cuando el maniquí nos miró dijimos : – ¡Reducto! – y el maniquí se hizo polvo.
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Seguimos practicando por un largo rato pero el tiempo se terminó.
– Compañeros es todo por ahora – le dijo Harry a los estudiantes – Nos volveremos a ver después de las fiestas – la mayoría se quejó – Sigan practicando lo mejor que puedan y muy bien hecho, todos, que gran trabajo – aplaudimos y los demás empezaron a salir.
– ¿Me acompañas a la torre de astronomía? – me pregunto Justin mientras salimos – Quiero ver el cielo nocturno de Hogwarts antes de las vacaciones – me dijo.
– Claro, solo déjame ir a mi SC para dejar mis cosas... – en eso caí en cuenta de que deje mi varita adentro – Mi varita, olvide recogerla cuando me tiraste – le dije y el río – Ve yendo yo te alcanzo luego – se despidió y cada uno fue en dirección contraria.
POV Narrador
La pelirroja estaba entrando de nuevo a la Sala de Menesteres para recoger su varita, sin saber que lo que estaba apunto de ver la iba a dejar destrozada.
Siguió avanzando y la puerta apareció, se adentro más a la sala y escuchó una conversación.
– Muérdago – se escuchó la voz de una chica.
– Debe tener Nargles ¿No? – se escuchó otra voz pero esta era de un chico.
– ¿Qué son los Nargles? – preguntó la chica.
– No tengo idea – respondió el chico y el silencio reinó en la sala.
"La curiosidad mato al gato"
Esta frase aplica para este momento.
La pelirroja, llena de curiosidad, se asomó para ver qué pasaba y lo que vio, no le gusto para nada.
Era su novio Harry, besándose con Cho.
Mientras intentaba irse de ahí, accidentalmente chocó con uno de los maniquíes de entrenamiento, provocando que este cayera y un ruido escandaloso se escuchó por toda la sala provocando que el azabache y la pelinegra se separaran.
– Yo... siento... interrumpir – dijo la pelirroja tratando de contener las lágrimas – Ustedes sigan... con eso... yo... yo ya... ya me voy – y sin más salió corriendo de ahí.
Cuando __________ estaba a mitad de camino, Harry la alcanzó.
– ¡__________! – le grito pero ella no le hizo caso – Para tenemos que hablar – en eso la pelirroja se volteó para verlo, ya con sus ojos aguados.
– ¿Hablar?¿Hablar de que, Harry? – lo miro a los ojos – Se suponía que nos dábamos un tiempo – le dijo.
– Exacto, un tiempo ¿Por que te pones así? – le dijo.
– Darnos un tiempo no significa terminar – le dijo ella.
– Pues para mi si – le contesto y ella lo miro con una lágrima resbalando por su ojo.
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– Me hice la tonta pero siempre lo supe – le dijo ella mientras limpiaba su lágrima rebelde – Que hablabas con ella, tal vez incluso más que eso. No dije nada para no perderte – inhalo y exhalo – ¿No es curioso como corriste hacia ella en el momento en que "rompimos"? y ¿No es curioso como me decias que eran solo amigos? Ahora es evidente que no parecen ser solo eso – se le acercó pero no demasiado – Me traicionaste y yo te ame en tus peores momentos pero eso no te importo. Te tomo semanas para superarme y besarte con ella, supongo que no me fuiste infiel pero sigues siendo un traidor – Harry no decía nada – Yo tenía la esperanza de que en el camino encontraríamos un final feliz – Harry la miro triste al ver las lágrimas en sus ojos – La traición que me hiciste no tiene perdón porque hiciste promesas que yo solo cumpli y ahora que me perdiste espero que aprendas a no hacer promesas vacías. Aléjate de mí, no me vuelvas a hablar, no me vuelvas a mirar, así sea por accidente – terminó de decir y salió corriendo.
– ¡_________! – la llamaba – ¡_________! – seguía insistiendo hasta que la perdió de vista.
La pelirroja no quería hablar con nadie así que se fue a la torre de astronomía, olvidando que alguien la estaba esperando.
