Capítulo 14: Juventud ardiente

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El incidente en la clase de Pociones no causó mucho revuelo. Snape, triunfante, no continuó intimidando a la "rata ahogada", y Eda se recostó en su asiento bajo la comodidad de los gemelos.


Era sólo una cuestión de desprecio mutuo entre Eda y Snape, nada más.


En los días siguientes, Eda repitió la rutina de asistir a clases, salir de ellas y pasar tiempo en la biblioteca, mejorando poco a poco sus habilidades.


La sala común de Gryffindor a menudo presenciaba escenas de Eda jugando con los hermanos gemelos.


Un día a finales de septiembre, el tablón de anuncios de la sala común de Gryffindor estaba lleno de estudiantes de primer año.


Sus lecciones de vuelo comenzaron oficialmente el jueves, una clase que todos habían esperado con impaciencia desde el comienzo del trimestre. Todos estaban emocionados.


Habrían sido aún más felices si no fuera por el hecho de que tenían que compartir clase con los Slytherins.


El jueves finalmente llegó en medio de la gran expectación de los estudiantes de primer año. Eda estaba sentada en el Gran Comedor, desayunando mientras hojeaba un libro titulado "Guía práctica para volar escobas". A su lado, en el banco, había otro libro, "Quidditch a través de los tiempos". Eda esperaba obtener orientación y ayuda de estos libros. Estudiar un poco en el último momento era mejor que no hacer nada en absoluto.


Las clases de la mañana parecieron especialmente largas para los emocionados estudiantes de primer año. Ni siquiera el excelente profesor Flitwick pudo evitar que los niños soñaran con volar por el cielo.


Finalmente, a las tres de la tarde, los estudiantes de Gryffindor bajaron apresuradamente las escaleras hacia el campo de lecciones de vuelo.


El clima estaba despejado y soleado, con una suave brisa que hacía que las olas se agitaran sobre el exuberante césped verde.


Desde el césped se podía ver el imponente castillo, el Bosque Prohibido y los altos anillos metálicos del campo de Quidditch.


Los palos de escoba estaban cuidadosamente colocados sobre la hierba, viejos y gastados, apenas parecían aptos para barrer, y mucho menos para volar.


Después de un rato, los estudiantes de Slytherin llegaron ruidosamente, sus ruidosas discusiones sobre volar se podían escuchar desde la distancia.


Madame Hooch, que daba lecciones de vuelo, tenía el pelo corto de color gris plateado y ojos amarillos. Su andar se parecía al de un halcón volando.


"Muy bien, ¿qué están esperando?" gritó Madame Hooch. "Todos párense junto a una escoba. ¡Rápido, rápido, muévanse!"


Eda estaba de pie junto a un palo de escoba, mirándolo sin palabras. "Shabby" no empieza a describirlo.


Algunas ramas sobresalían al azar, lo que hacía que pareciera más un garrote que un palo de escoba.

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