Esmeralda de Hogwarts

Capítulo 26: Hogwarts después del ataque

Después del incidente del ataque, Hogwarts sufrió algunos cambios. Los estudiantes siempre se reunían en grupos de tres o cinco, temiendo que si estaban solos podrían ser atacados. Incluso los niños pequeños que alardeaban de su 'valentía' iban al baño de dos en dos.

Durante el día, profesores sin clases patrullaban los pasillos relativamente apartados. Por la noche, los profesores formaron parejas para registrar minuciosamente el castillo.

Durante más de diez días, las inspecciones del castillo por parte de los profesores no dieron ningún resultado. No se produjeron más ataques, lo que hace que parezca que el incidente de Daniel fue sólo una anomalía desafortunada.

Daniel abandonó Hogwarts tres días después del ataque. Durante su estancia en la enfermería, estaba aterrorizado por todo, lanzando cualquier cosa que estuviera a su alcance a cualquiera que se le acercara, incluida Madame Pomfrey.

Como su condición no mejoraba, Daniel ya no pudo continuar sus estudios. Su madre, la señora Bell, tuvo que llevarlo a casa para que se recuperara.

El alto y fuerte Daniel se encogió de miedo en los brazos de la pequeña señora Bell, encontrando seguridad sólo en el abrazo de su madre.

La señora Bell no hizo ningún escándalo en la escuela. Ella se mantuvo fuerte en todo momento, sin derramar lágrimas, simplemente abrazando con fuerza a su pobre hija.

Con la ayuda de Dumbledore, sacó a Daniel de la escuela, sosteniendo su cuerpo con sus frágiles hombros mientras partían lentamente en la nieve de principios de noviembre.

Estos días, los esfuerzos de búsqueda de los profesores obstaculizaron significativamente el progreso de Eda. Su tarea [Night Wandering] se mantuvo en cinco veces, solo a la mitad.

Intentar otra excursión nocturna ahora sería como caer en una trampa, similar a buscar su propia desaparición.

Eda ahora pasaba sus días saliendo con los gemelos.

Cuando los gemelos hacían bromas, Eda era responsable de encontrar objetivos y vigilar. Recientemente, los estudiantes de Gryffindor parecían "odiarlos" a los tres más que al culpable del incidente del ataque.

Los gemelos también acompañaron pacientemente a Eda a la biblioteca, aunque la mayor parte del tiempo los dos hermanos estaban bromeando o planeando meticulosamente su próxima broma.

Eda incluso llevó a Fred y George a visitar el baño de niñas en el segundo piso. Bajo el cuidado de los tres, Myrtle la Llorona tuvo que retirarse y huir de su "guarida".

Eda dejó escapar una risa triunfante, parecida a la de un villano de un guión, mientras reclamaba el baño.

Allí reanudó su plan de práctica temporalmente interrumpido, arrastrando a los gemelos con ella.

Esto no sólo ayudó a los gemelos a mejorar sino que también sirvió como proceso de revisión para Eda.