Esmeralda de Hogwarts

Capítulo 42: Petición de cumpleaños de los gemelos

El 1 de abril de 1978 nacieron en el mundo dos gemelos.

Nacidos el Día de los Inocentes, las bromas parecían ser un talento innato para ellos, como si su nacimiento estuviera destinado a traer alegría al mundo.

Se llamaban Fred Weasley y George Weasley.

Hoy es 1 de abril de 1990, y en este Día de los Inocentes, Fred y George están celebrando su duodécimo cumpleaños.

Charlie y Percy prepararon regalos para los gemelos, y la señora Weasley no solo les dio regalos, sino que también horneó un pastel de cumpleaños.

Incluso Bill, a quien Eda nunca había conocido, envió un regalo desde Egipto.

Todos los que conocían a los gemelos les deseaban un "Feliz Cumpleaños".

Estos gemelos, que trajeron alegría a todos, tenían posiblemente la mayor popularidad en Gryffindor, a pesar de perder puntos constantemente. Todos todavía los adoraban.

Esta vez, Eda no fue a la tienda de artículos de broma de Zonko a comprar productos, sino que preparó cuidadosamente un regalo relacionado con el Quidditch. Eda recopiló muchas tácticas clásicas de los bateadores de Quidditch y algunas ideas y opiniones de bateadores famosos sobre el puesto.

Este folleto era perfecto para los gemelos, que siempre habían aspirado a ser bateadores de Gryffindor. Les encantó tanto el folleto que no podían dejar de leerlo.

Por la noche, Charlie y su amigo Rupert fueron a la cocina de Hogwarts, donde los hospitalarios elfos domésticos les dieron mucha comida y bebida.

La comida de la cocina, combinada con el pastel hecho por la señora Weasley, formó una pequeña fiesta de cumpleaños para los gemelos.

Eda y Angelina se sentaron juntas, comiendo pastel bocado a bocado, e incluso Alicia, que siempre estaba hablando de dieta, estaba disfrutando de un gran trozo de pastel.

A Eda le encantaba la comida de la señora Weasley. Puede que no fuera tan refinada como la de los elfos domésticos, pero su comida tenía el sabor del hogar, el sabor del amor de una madre.

"¡Alicia, deja de comer ya! ¡La escoba no podrá llevarte!", comentó Lee Jordan, el chico descarado. Le preocupaba que si Alicia seguía comiendo, no quedaría suficiente para Angelina, pero no se atrevió a decirle lo mismo a Eda, que también comía continuamente.

Alicia levantó el puño amenazadoramente: "¿Qué tiene que ver contigo?" De alguna manera, todos los compañeros de habitación de Eda habían desarrollado el hábito de levantar los puños a la menor provocación.

Ignorando la réplica de Alicia, Lee Jordan cortó un trozo de pastel y se lo ofreció a Angelina con las mejillas rojas: "Angelina, come un poco más"

Angelina, que no tenía ningún interés en Lee Jordan, se sintió incómoda, insegura de si aceptar o rechazar. Sin embargo, la atmósfera incómoda no se extendió. Eda interceptó el pastel.