capítulo 40: la redada

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Tres días después, en plena noche, los semidioses dormían profundamente en sus habitaciones. De repente, Midoriya, Uraraka, Kirishima y Tsuyu irrumpieron en las habitaciones de los semidioses para despertarlos.

"¡Despierten! ¡Encontramos la base donde está Eri!" exclamó Midoriya, agitando a Percy.

Percy abrió los ojos lentamente, parpadeando. "¿Qué hora es?"

"Eso no importa ahora," respondió Uraraka, tirando de la manta de Annabeth. "Tenemos que irnos."

"Genial," murmuró Annabeth mientras se estiraba. "Otra noche de sueño interrumpido."

Mientras se preparaban para la redada, los héroes y semidioses fueron informados sobre la ubicación de Eri. Sir Nighteye había descubierto que estaba en la casa del jefe de los Hassaikai gracias a que habían visto a alguien comprando juguetes para niñas.

Leo rió mientras escuchaba esto. "¿De verdad? ¿Comprando juguetes? Qué villanos tan... malvados," dijo con una risa.

Piper y Percy también se rieron suavemente. "Bueno, al menos alguien está pensando en la niña," comentó Piper.

Annabeth, sin embargo, estaba más enfocada. "No podemos perder tiempo. Eri necesita nuestra ayuda.

A las 8:30 en punto, todos estaban afuera, listos para comenzar la redada. Apenas terminaron de leer la orden, un tipo enorme salió y atacó a los héroes, pero la Agencia Ryukyu, se encargó de detenerlo.

"Vamos, chicos, tenemos que seguir adelante," dijo Jason con firmeza.

Los semidioses se abrieron paso, enfrentándose a varios villanos y abriendo una entrada secreta a un complejo subterráneo. De la puerta salieron tres villanos, pero fueron rápidamente reducidos. Construyeron una pared para bloquear su paso, pero los héroes y semidioses la destruyeron con esfuerzo conjunto, aunque las paredes comenzaron a retorcerse debido a un don potenciado con drogas.

Mirio se adelantó atravesando los muros mientras los demás abrían un agujero, cayendo en una habitación llena de villanos. Uno de los tres grandes se ofreció para encargarse de ellos. Cuando los villanos apuntaron con un arma, Percy sacó a Contracorriente y la cortó de un solo golpe.

Continuaron avanzando hasta que una pared intentó golpear a Aizawa, pero Fat Gum y Kirishima lo empujaron, siendo atrapados en una habitación distinta. Los héroes y semidioses siguieron adelante, pero las paredes, techo y piso empezaron a cerrarse. Lock Lock bloqueó el movimiento con su don, pero empezaron a atacarlos con las paredes.

"¡Destruyan las paredes!" gritó Midoriya.

Los semidioses y Midoriya destruyeron las paredes mientras Hazel usaba su Ferroquinesis para traer un montón de minerales preciosos, debilitando la estructura. Aunque quedó muy cansada, las paredes volvieron a moverse, separándolos en grupos.

Nico, Percy y Annabeth quedaron en un grupo. Comenzaron a investigar su ubicación cuando apareció un villano que no parecía la gran cosa.

"Este tipo no se ve tan difícil," comentó Percy antes de avanzar.

El villano disparó una especie de gelatina que se pegó en la cara de Percy, introduciéndose por su nariz. Percy cayó inconsciente, y Annabeth y Nico corrieron a socorrerlo.

"¿Qué le hiciste?" le gritaron al villano.

"Me llamo Crazy Mind," dijo el villano con una sonrisa maliciosa. "Mi don es introducirme en las mentes de las personas y hacer que sus propios remordimientos lo torturen." Annabeth sabía que su novio ya había dicho torturado por las Sarai en el tártaro, pero esas eran maldiciones que otros le habían dado, no sabía que estaba pasando en la mente de Percy.

Nico apretó los puños, su mirada sombría y peligrosa. "Deja a Percy en paz."

Annabeth, con una mezcla de rabia y preocupación, se inclinó sobre Percy. "Vamos a sacarte de esta, sesos de algas. No dejaré que te pase nada."

Mientras tanto, en otro lado del complejo, Leo, Piper y Jason se encontraban avanzando cuidadosamente.

"Esperemos que Percy y los demás estén bien," dijo Piper, claramente preocupada.

"Lo estarán," respondió Jason con firmeza. "Tenemos que mantenernos enfocados y encontrar a Eri."

Leo, siempre intentando aliviar la tensión, añadió: "Vamos, chicos. Si Percy pudo sobrevivir al tártaro, esto no será la excepción."

Percy se encontraba en un lugar parecido a los Campos Elíseos, un paisaje sereno y hermoso. Estaba solo, pero de repente sintió una presencia detrás de él.

"Hola, Percy," dijo Crazy Mind, apareciendo de la nada. "Vamos a ver quién eres realmente."

De repente, la habitación se volvió negra y Percy cayó a la cubierta de un barco. Reconoció inmediatamente el lugar: era el Princesa Andrómeda. Intentó levantarse, pero antes de que pudiera, vio a Beckendorf. Sabía perfectamente lo que iba a suceder.

"Percy, márchate. Estaré bien," le aseguró Beckendorf.

Percy no podía controlarse. Revivió el momento en que saltó al agua, mientras Beckendorf se sacrificaba y detonaba los explosivos. Gritó en silencio, sabiendo que no podía cambiar lo sucedido.

Percy cerró los ojos, pero escuchó una voz que no había oído en años. "Lamento que discutiéramos tanto," dijo Zoë, acostada en el pasto, envenenada.

"Podríamos haber sido hermanas," murmuró Zoë a Thalia.

"Fue culpa mía," respondió Thalia, al borde de las lágrimas. "Tenías razón sobre Luke. Sobre los héroes, sobre los hombres y todo lo demás."

"Quizá no todos," murmuró Zoë, dirigiendo una débil sonrisa a Percy. "¿Todavía tienes la espada, Percy?"

Percy sacó a Contracorriente. Zoë sostuvo el bolígrafo con satisfacción. "Dijiste la verdad, Percy Jackson. No te pareces en nada a… Hércules. Es para mí un honor que lleves esta espada."

Percy odiaba estar ahí de vuelta. "Déjame ir," gritó, cerrando los ojos nuevamente.

"¿Está ahí dentro?" volvió a escuchar la voz de Zoë. Percy sabia dónde y cuando estaba, la muerte de Bianca.

El monstruo de metal tambaleaba. Percy y Thalia cargaban con Grover mientras Zoë iba delante. "¿Cómo va a salir de ahí dentro?" gritó Zoë.

El gigante se dirigió hacia los cables eléctricos y se desmoronó. Percy sabía que era inútil buscar a Bianca entre los restos. De repente, la voz de Crazy Mind resonó nuevamente.

"Eres un imán para la muerte, Percy. Silena Beauregard, Ethan Nakamura, la batalla de Manhattan. Las muertes son tu culpa," dijo el villano.

"No! ¡Cállate!" replicó Percy.

De repente, escuchó dos voces familiares. "Levántate, sesos de algas. Me prometiste que no me dejarías otra vez," era Annabeth. También escuchaba a Nico, que había aceptado que la muerte de Bianca no era culpa de Percy. Percy buscó en su bolsillo y encontró a Contracorriente. Recordando todo por lo que tenía que luchar, empuñó la espada y cargó contra Crazy Mind.

Crazy Mind sonrió maliciosamente y lanzó una serie de ilusiones, tratando de confundir a Percy. Pero Percy, con determinación, cortó a través de las ilusiones con precisión. Crazy Mind intentó rodearlo con sombras, pero Percy invocó una ola de agua que disipó las sombras, avanzando con furia.

"¡No puedes escapar de tus propios miedos, Percy!" gritó Crazy Mind, lanzando otra serie de ataques mentales.

Percy resistió, su mente enfocada. "¡Tengo algo por lo que luchar! ¡Y no dejaré que nadie me detenga!" Con un último grito de batalla, Percy lanzó a Contracorriente hacia Crazy Mind, atravesando sus defensas y dejándolo inconsciente.

De repente, el cuerpo de Crazy Mind cayó inconsciente en el mundo real. Nico y Annabeth corrieron hacia Percy.

"¿Qué pasó ahí dentro?" preguntó Annabeth, claramente preocupada.

Percy, aún respirando con dificultad, respondió: "Después les explico. Ahora tenemos que ir por Eri." Miró fijamente a Nico.

Nota de autor: Gracias por comentar y leer, crazy mind no existe en Boku no hero así que no pierdan tiempo googleando 🤣

semidioses en un mundo de héroes (Mha x Pjo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora