𝑨𝑴𝑶𝑹 𝒀 𝑫𝑰𝑺𝑪𝑹𝑬𝑪𝑰𝑶́𝑵.. ~ (𝑔𝑦𝑜𝑚𝑒𝑖 𝑥 𝑙𝑒𝑐𝑡𝑜𝑟𝑎)

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𝑆𝑢𝑒𝑛̃𝑜 𝑜 𝑟𝑒𝑐𝑢𝑒𝑟𝑑𝑜?..

(Continuación del anterior cap)

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llegue a la habitación que Shinobu San me había asignado debido a mi situación actual, me había permitido quedarme las noches que gustara en lo que encontraba un lugar en donde pudiese quedarme mientras arreglaba las cosas con gyomei o almenos su enojo bajara un poco.

Gire la perilla de la puerta abriendola de apoco provocando un rechinido por parte de ésta, me adentre en la oscura habitación que pronto se iluminó con una tenue luz fría dejando ver los decorados en las paredes y los tenues colores morados de esta, era bastante linda y acogedora tanto como para hacerme sentir en casa. Cerré la puerta suavemente caminando hacia la cama de aquella acogedora habitación, tome asiento en esta soltando un profundo suspiro de tristeza y decepción, todo el estrés acumulado resentia sobre mis hombros y pecho, dolían y quemaban como nunca antes de una manera soportable hasta el momento. Nuevamente me levante de la cama esponjosa comenzando a desvestirme y ponerme el pijama, así podría porfin dormir, sin embargo el ardor que quemaba en mis hombros se extendía hacia mi espalda con rapidez molestando cada avez más al punto de hacerme quejar del dolor, intenté acercarme al espejo con la esperanza de ver que sucedía en esas partes de mi cuerpo ya que no era normal, me paré frente a este intentando ver con dificultad ya que no llegaba a ver nada, hasta que.."MANCHAS?! , POR QUE MANCHAS? " Pensé con enojo y exclamación, unas manchas Rosas claro se aparecían en mi espalda provocando el dolor ya antes mencionado el cual empeoraba con los segundos, nuevamente un quejido de dolor escapo de mis labios, las lágrimas no tardaron en salir y las manchas se expandían hasta llegar a mis brazos, podía pasarme otra cosa mala en este día?!.

Corrí donde Shinobu se encontraba irrumpiendo en su habitación con brusquedad, la puerta golpeo fuertemente la pared algo que provocó el enojo de Shinobu quien inmediatamente se giro hacia mi con su katana como si yo fuese una amenaza, la cual calló al suelo al verme llorar y retorcerme del dolor con esas manchas Rosas en la mitad de mi cuerpo, Shinobu rápidamente me sostuvo con sus manos intentando no aplicar presión en donde ya estaban las marcas, me sento en su pequeña silla y comenzó a preparar todo quitándome el bozal que me retenía del poder hablar•

-Escucha, quiero que estés tranquila si?, respira ____ y calmate por favor- su voz dulce y desesperada me calmo un poco, comencé a respirar y tranquilizarme apesar del dolor que recorría la gran mayoría de mi cuerpo. -Quiero que me digas que sucedió y que sientes, te pondre algo para calmar el dolor y esperemos funcione, almenos en lo que te hago estudios y así saber que sucede.. - Shinobu dejó de hablar por unos momentos, su rostro demostró una preocupación alarmante asustandome aún más de lo que ya me encontraba.

-Shinobu San?, q-que sucede.. Me siento débil.. - sentía mi cuerpo débil, el aire me faltaba y mi boca se sentía seca, mis párpados los cuales se hacían más pesados iban cerrándose al punto de prohibirme ver con claridad finalmente cerrándose dejándome inconciente.

-____ chan?!, ____ chan!, despierta porfavor no te... -

•la voz de Shinobu San finalmente dejó de escucharse, todo a mi alrededor estaba oscuro y no alcazaba a verse nada, parecía aún estar conciente almenos dentro de mi mente; comencé a caminar con la esperanza de llegar al final de todo esto, podía deducir que se trataba de un sueño debido a que el ardor se había sevanecido completamente de mi cuerpo, las manchas aún permanecían pero la molestia ya no.
Continúe caminando en una misma dirección sin tener idea de donde ir, hasta que.. Finalmente, una luz blanca se iluminó muy pocos pasos de mi; corrí lo más rápido que pude hacia ésta sin pensarlo en el momento, tenía que llegar a toda costa por si algo sucedía o si esta resultaba ser mi salida de toda esta maldición que me acompañaba en mi vida. Corrí hasta quedar frente a esta la cual parecía ser una puerta de color blanco algo llamativa ya que la cubría un marco con flores de todo tipo y decoraciones con corazones rosados, suspire profundo y entre en aquella puerta la cual me llevaba a un pasillo blanco.•