Cautiva De Dos Sombras.

capítulo 18:El espectáculo fue un éxito.

El plan de Tanya viene fuerte, ¿Los Sprouse se van a dejar?

Mavis.

—Tranquila, tranquila —alcé las manos, tratando de calmar la situación. Los adolescentes comenzaron a a

cercarse, sacando sus celulares para grabar.

—A ver amiga, ¿te crees muy agresiva? ¡Tú y tus amigas se creen las mejores y por eso tienen que chocar a la gente! —bramó una morena, empujándome.

—Ay por favor, ¿qué? ¿Mejor de qué? ¿Chocar a quién? —respondí, tratando de mantener mi espacio y entendiendo la confusión.

—Ahora te haces la confundida, ¿no? —apareció Sofía, sonriendo con malicia.

—Sofía...

—Chocaste a mi amiga y la insultaste. Ahora quiero que, como niña buena, le pidas perdón, y si algo más pasa, me las van a pagar.

Sofía me empujó contra el casillero, sujetándome del cabello y batiendo mi cabeza contra el metal. Vi a Sofía colocarse a mi lado con una navaja apuntándome al cuello, y sentí mi corazón latir desesperado.

—Sofía, por favor... —murmuré, mi voz temblando.

Ella sonrió cruelmente y acercó la navaja aún más.

El pánico se convirtió en adrenalina pura. Sin pensarlo, levanté una pierna y pateé a Sofía en el estómago con todas mis fuerzas. Ella soltó un gruñido y retrocedió un paso, lo que me dio un momento para liberarme del agarre de la otra chica.

—¡Basta! —grité, empujando a la morena lejos de mí.

Pero antes de poder escapar, otra de las chicas me sujetó por detrás, inmovilizándome. Luché desesperadamente, moviéndome y pateando, pero eran demasiadas.

Sofía se recuperó rápidamente, y con la navaja en mano, se acercó de nuevo. La vi levantar la mano, el filo de la navaja brillando bajo la luz del pasillo. Sentí una oleada de terror.

—¡No! —grité, tratando de zafarme, pero era inútil.

Sofía sonrió, sus ojos llenos de crueldad.

—Te dije que me las pagarías.

La navaja bajó y sentí un dolor agudo en mi brazo cuando el metal cortó mi piel. Grité de dolor, viendo la sangre brotar de la herida.

Los chicos alrededor seguían grabando, sus risas y comentarios crueles llenando el aire. La desesperación me invadió, pero no iba a rendirme.

Con un último esfuerzo, levanté mi pierna y pisé con fuerza el pie de la chica que me sujetaba. Ella soltó un grito y aflojó su agarre lo suficiente para que pudiera liberarme.

—¡Mavis! —gritó Ciel con los ojos llenos de pánico mientras se acercaba con los clones entre el gentío y empujando a la gente para llegar.

Louis, miró alrededor, notando a un chico que seguía grabando con su celular, completamente insensible a la situación. La ira se encendió en sus ojos.

—¡Deja de grabar, imbécil! —gritó, lanzándose sobre el chico y golpeándolo con fuerza, haciendo que el celular cayera al suelo y se rompiera.

Logan, se arrodilló a mi lado, tratando de detener la hemorragia con su camiseta.

—Aguanta, Mav, todo va a estar bien, Mav, mírame —pidió con desesperación y accedí, pero temblaba sin controlarme, mientras él estaba  presionando firmemente mi herida.