Amalia y yo no hablábamos desde anoche, después de que me dijera que estaba alejándose de Dios me pidió que me marchará de la habitación—Amalia por favor hablemos
—estoy dispuesta hablar James Moore ¿Pero de qué vamos a hablar? Solo te importan tus partidos, tu victoria, tus planes, tus amigos...nunca es lo que yo quiero, nunca son mis sueños o planes
—¿Y tu habitación que Amalia, acaso no pensé en ti?
—¿Qué pasa, me echas por cara lo que tú quisiste hacer?
—No Amalia me estás malentendiendo
—Me estás diciendo que como me ofreciste una habitación en tu casa ¿Ahora solo debo mirar por lo que tú quieres?
—No quería que sonase así...
—mejor hablamos mañana, ninguno de los dos está pensando con claridad ahora ...—¡ James no te distraigas!—grito cabezón posicionado a mi lado,
El estadio estaba lleno de irlandeses ¿Cuánta gente había venido desde allí?
—¿Por qué hay tanta gente de ellos? ¿Por qué de nuestro instituto no?
—No lo sé, supongo que tendrán más presupuesto.
El capitán del equipo contrario y se acercó al centro junto a Liam, está vez sería él quien se pusiera en medio para el saque, ya que era el más grande y alto a diferencia de Arct
—¡Maldita sea son enormes!—exclamo cabezón —¿Qué comen estos pelirrojos?
—Alubias
—¿Alubias?—me giré a ver a Arct de forma rara —¿Como que alubias?
—Si lo del cuento de una niña que plantaba una alubia y crecía un árbol muy grande
—En primer lugar no era una alubia y en segundo lugar ¡Estáis delirando los dos! —exclame—concentraos jod...—hay Amalia...— dejaros de idioteces ya.La campana sonó comenzando el partido y la pelota cayó en nuestro campo
El ambiente en la cancha era eléctrico, la rivalidad entre nuestro equipo y los irlandeses era palpable desde el calentamiento. Cabezón no paraba de insultarles por lo bajo aprovechando que no sabían español, sabíamos que iba a ser un partido duro, pero yo, no estaba dispuesto a perder, a pesar de la distracción de tener a Amalia enfadad conmigo.
El partido comenzó y desde el principio los irlandeses nos superaban. Su defensa era férrea y sus tiros eran imparables. Nos costaba encontrar nuestro ritmo y empezamos a desesperarnos. Veía cómo el marcador se alejaba cada vez más de nosotros, y eso encendía aún más la llama de la competencia en mi interior.
—Maldita sea chicos esto no funciona— el entrenador nos reunió a todos en círculo —¿Qué os pasa? os noto tensos
—Dan miedo entrenador, miden todos con dos metros y yo con suerte llegó al metro setenta —dijo cabezón triste
—Escúchame cabezón ellos tienen altura pero tú tienes agilidad, tienes más fuerza ¡Y más cabeza por algo te llamamos cabezón demuéstralo!
—¡si eso es capitán eso digo yo joder! ¡Malditos planta alubias!
—¡Cabezón!— Liam fue tras él hacia la cancha
—Chicos permanecer juntos no Vayáis solos y atacar, no defendáis más
—Si entrenador —todos asentimos dándole la razón volviendo a la cancha
—¡Eh James!—me llamó—ven aquí
—Dime entrenador
—¿Qué te pasa?— le mire confundido— te noto distraído ¿Está todo bien?
—Si, no se preocupe entrenador, es una tontería —susurre.
Amalia estaba sentada en lo alto de las gradas sin mirarme, por lo menos había venido, nuestras miradas chocaron unos segundos que se hicieron eternos, quiero apoyar a Amalia pero no puedo dejar de lado mis sueños—¡James vamos!
Pero sabía que no podíamos distraernos . Con cada minuto que pasaba, sentía como el ánimo de algunos compañeros decaía . Arct, Liam y Cabezón no se dejaban vencer, luchaban con todo lo que tenían en cada acción, fue en el tercer cuarto cuando empezamos a reaccionar. Los tiros de cabezón comenzaron a entrar, la defensa se volvió más sólida y poco a poco fuimos recortando la ventaja de los irlandeses. La tensión en la cancha era palpable, cada canasta que anotábamos aumentaba el ánimo del equipo
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Flechazo por equivocación
Teen FictionTodos sabemos que los romances y las apuestas no pueden ir de la mano ¿Qué pasará cuando se confunda el amor? ¿Qué pasará cuando el reto se convierta en un anhelo? Bienvenidos al diario de un trágico chico Al que nada le apasiona ¿Un poco a burrido...