Después de Ti (BillyBabe) (PhayaTharn)

Magia hecha de Amor

~Nirin~

_ ¿Que se supone que…?

_ Shhh. No tengo mucho tiempo _ una punzada de dolor atraviesa su cuerpo y una mueca se forma en sus labios _ Mira, está comenzando…

Ella vuelve guíar su mirada hasta la silueta del joven que sigue durmiendo en la cama, la imagen comienza a tornarse más débil a medida que siente el peso del cuerpo de ella apoyándose en él.

¿Qué se supone que debo mirar? Quiere preguntar, pero ella sigue absorta mirando el mismo lugar. Él también enfoca sus ojos y trata de encontrar aquello que busca incluso sin saber lo que es.

Siente la mano de Vanvisa tomando la suya en el momento exacto en que un muy pequeño brillo dorado comienza a tomar forma, diminuto como una partícula de polvo, casi invisible. Tan pequeño y en calma, naciendo sobre el corazón de Tharn.

La necesidad de acercarse, de verlo un poco más de cerca nace en su interior, al igual que la curiosidad que le provoca todo aquello ante él.

El pequeño brillo dorado toma fuerza con cada segundo y a medida que lo hace otros más aparecen a su lado, gravitando entre ellos y uniéndose para formar algo más.

Sigue mirando totalmente absorto, hipnotizado, atrapado en aquella visión a la que no puede renunciar, pero tiene que hacerlo… porque hay algo más, naciendo y tomando fuerza, multiplicándose de igual manera.

Naciendo sobre el vientre de Tharn, ardiendo agresivas como gotas de fuego, crepitando sobre el cuerpo del menor como las chispas de una fogata que comienza a nacer. Su brillo anaranjado toma fuerza a medida que van apareciendo, unas tras otras, se mueven incontrolables entre ellas como si estuvieran buscando algo a lo que aferrarse, agresivas, sin control.

Su mirada vuelve a los suaves puntos doradas que siguen multiplicándose, bailando entre sí en total calma y armonía, casi con dulzura, comienzan a unirse en un delgado hilo que parece hecho de oro, como si tejieran un camino y lo siguieran con precisión.

Entonces vuelve a mirar hacia el caos que representan aquellas chispas que parecen hechas de fuego, moviéndose en el caos, intentando muy lentamente trazar un rumbo para apegarse a él. Casi siente las ganas de meter sus manos para ayudarlos a encontrar el camino.

~Tan diferentes~

_ Es increíble. ¿Cierto? _ oye la voz de Vanvisa pero se niega a apartar la mirada, ni siquiera se atreve a pestañear ante el nulo deseo de perderse algo. _ Yo también estaba sorprendida cuando las ví…

El hilo dorado se hace más fuerte, más brillante, se pierde en el corazón de Tharn como si estuviera atado en él, cómo si naciera de él. Se hace cada vez más largo en cuanto los brillos dorados siguen uniéndose y acercándose a los destellos naranjas que parecen deambular sobre su vientre, demasiado caóticos para encontrar su camino.

Todo parece detenerse por unos segundos, como si el tiempo mismo hubiera parado su ritmo para presenciar aquello, el corazón de Phaya, inexplicablemente, se llena de expectación, aprieta con fuerza la mano de Vanvisa incluso sin percatarse de ello.

Sucede en un respiro, en un segundo. Las pequeñas chispas se detienen, arden apacibles en cuanto los pequeños brillos dorados llegan hasta ellas, girando a su alrededor, guiándolas, mostrándoles el camino con su calma, dando consuelo a su caos.

Cada una de ellas toma fuerza, el brillo se hace más grande en cuanto  el oro y el fuego comienzan a unirse, giran entre sí, se reconocen y se hacen uno. Así, una tras otra encuentra su lugar, se unen juntas dando paso a algo mucho más grande, más único.